E-4 / GR-7(Valor - Laroles) - (Sierra Nevada)

UBICACIÓN:

Valor - Nechite - Mairena - Jubar - Laroles
Tramo del E-4 / GR-7 a su paso por "La Alpujarra"

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

En la localidad de Válor nació Don Fernando de Valor y Córdoba: Aben Humeya, como se hizo conocer por estos lares. El más conocido de los Omeyas era un descendiente de los príncipes Omeya y se proclamó Rey de la Alpujarra durante sublevación Morisca contra los Cristianos en el reinado de Felipe II, allá por 1568. Después de la expulsión de los Moriscos quedó la posibilidad de una invasión por parte de la Moros, y esto se refleja en las fiestas de Moros y Cristianos que se celebran cada año, con una manera muy especial para honrar al Cristo de la Yedra, se representa el 15 de septiembre. 

Desde Balcón de Válor tomamos el carril que aparece a la izquierda a la salida del complejo y, a unos 200 m, encontramos el cartel que indica el inicio del sendero hacia Nechite, precioso anejo de Válor. Tras subir unos metros y contemplar la maravillosa vista que aparece ante nuestros ojos, encontramos una acequia que nos va a acompañar casi todo el camino hasta Nechite a la sombra de los castaños. El camino, a su llegada a Nechite, desemboca frente al Barrio de Santa Lucía, en la calle que comunica el Barrio de La Iglesia con el más alto de los barrios del pueblo, San Blas.  Retrocedemos hasta el Barrio de Santa Lucía, en cuya entrada nos encontramos la Fuente Martín frente a una alameda, para continuar el camino por una vereda que nos lleva hasta el Río Nechite y, tras cruzarle, continua el camino hacia Mairena

Una vez cruzado el rio Nechite comenzamos una ascencion en zig-zag hasta llegar a un collado en el que de nuevo entre cultivos haremos una pequeña bajada por una pista hasta casi llegar a Mairena donde cruzaremos su río sin acercarnos a la carretera a-4130 y entramos en Mairena por la calle Ermita hasta llegar a la iglesia donde la rodeamos un poco y tomamos la Calle Iglesia de Mairena hasta salir a la carretera a-4130 donde observaremos como recuerda sus molinos a la entrada, .
En la próxima curva nos desviaremos a la izquierda para tomar el sendero que pone rumbo a Jubar por el cual andaremos sobre 1 km hasta de nuevo

El paseo nos introduce suavemente en el pueblo de Júbar. Lo primero que vemos entre cultivos abancalados regados por la acequia real es su Iglesia, con la torre de origen árabe y el cementerio atrás.Júbar tiene tan solo 60 habitantes. 
Tomamos la vereda por el Barranco del Cerro y luego a la derecha hasta que crucemos una pista sin tomarla siguiendo siempre hacia adelante hasta llegar a una fuente con un pequeño merendero mas adelante y ya en Jubar llegamos a otra fuente por la Calle Real la cual tomaremos hasta llegar a la iglesia .

Una vez aquí vemos un cartel de indicación en el cruce y por una pista que indica el "Sendero del Castaño Milenario",tomaremos la pista y caminaremos por ella ascendiendo y a la sombra de los castaños ,cuando lleguemos a luna pequeña ruina de un cortijo de piedra a nuestra derecha cogeremos el sendero que entra dentro de los castaños bajando hasta el barranco nos acercaremos a unos hermosos chopos, y cruzar el río a la altura de un pequeño salto de agua que se forma entre dos piedras cubiertas de helechos.
Subimos del río hacia Laroles pasando un molino, . Al dejar el molino atrás se junta la vereda con una bifurcación de la pista, ahí tomamos el desvío de la derecha que cruza, entre una encina y un serbal, la acequia que sirvió para alimentar los nueve molinos que había en esta zona.Esta pista que va entre almendros la dejamos cuando pasa frente a un corral este camino es conocido como el de la Sierra o a los Molinos.
Ya pasada la era de los rubios y cruzando la carretera (antigua C-431) estamos en el barrio alto de Laroles a 1.043 mts. de altitud desde donde se divisan las techumbres planas cubiertas de launa de las casas de todo el pueblo. Sobresale en el paisaje la torre de la Iglesia del Rosario que recuerda más el alminar de una mezquita, sorprendiendo su cúpula cubierta de lajas de pizarra. Al fondo destaca el valle del Río Grande de Adra, una cuenca que tras coger las aguas de Sierra Nevada, desciende de norte a sur directamente al Mediterráneo, abriéndose paso entre la Sierra de Gádor y la Sierra de la Contraviesa.