El Almiñé, su calzada y el Valle de Valdivielso

La ruta de hoy comienza en la localidad de El Almiñé en el Valle de Valdivielso, aparcamos justo en la Iglesia de San Nicolás de Bari , una joya del arte románico burgalés, levantada en el siglo XII, conservando como románico la nave y su magnífica torre campanario, sin duda, una de las señas de identidad de la construcción, el resto ha sufrido sucesivas modificaciones.

Continuamos por la calle principal que coincide con un tramo de la antigua calzada conocida como “La Cuesta” donde hay varias casas armeras y palacios señoriales con bellos escudos y espléndidas fachadas por donde discurría la Ruta de la Lana o el Camino Real que comunicaba la Meseta Castellana con el Cantábrico.

Al final de la calle nos encontramos con el panel indicativo del comienzo la calzada, me he llevado una pequeña desilusión, pensaba que era una calzada romana pero resulta que es medieval, pero aún así es una impresionante obra de ingeniería, son 2,1 Km. de longitud con un desnivel de 286 m. y una pendiente media del 13, 6%, al final de la subida nos encontramos con un pastor, su rebaño y sus mastines, el cuál amablemente nos dio una magistral clase de la zona, de su vocación de pastor, los lobos etc..., comento que es posible que el inicio de la calzada coincidiese con una antigua calzada romana.

Una vez terminada la subida nos encontramos en el páramo donde está la ermita de la Hoz, donde a principios de Julio se celebra una bonita romería, adosada a la iglesia hay una casona que sirve para guardar las ovejas pero que antes era almacén de mercancías, “La Casa de las Lanas” producto que se comerció durante siglos por esta ruta, hasta que se creó la actual carretera por el puerto de la Mazorra y la calzada cayó en desuso, muy cerca de la ermita hay un curioso aljibe que todavía tiene agua.

Continuamos la marcha ascendiendo hasta el cordal del Miravacas, donde obtenemos vistas a ambos lados, por uno el Valle de Valdivieso y por otro el páramo, seguimos por el cordal, según el pastor era la frontera de los reinos de Navarra y Castilla señalizada por una línea de mojones, hasta el pico de San Jorge y desde él iniciamos una pendiente bajada por un túnel de robles y encinas hasta llegar al precioso pueblo de Toba de Valdivielso.

Nos detenemos para visitar la Iglesia de San Esteban, otra preciosa joya del románico, de Toba bajamos hasta el río Ebro para continuar por un sendero, ya están empezando a florecer los endrinos, cerezos y demás flora de ribera, hasta llegar al pueblo de Santa Olalla de Valdivielso y desde él regresar a El Almiñé.

Es una ruta moderada, con unos kilómetros de subida y luego todo bajada, está bien señalizada y fácil de seguir con el track.

Una estupenda ruta que no te puedes perder.