El bosque de Oma pasando por el pico Ereñozar (adjunto mapa del bosque pintado)

Queríamos ver el bosque de Oma y ante el cierre del mismo debido a una plaga de hongos, así que decidimos echar kilometros desde la Cueva de Santimamiñe.

El amplio parking en el que te dicen de aparcar tanto si vas a Oma o la cueva es el punto de partida, y nos dirigimos en dirección de la cueva (cerrada evidentemente, ya que solo es posible acceder con la visita guiada que realizan, pero que no posibilita ver las pinturas rupestres directamente sino en una proyección virtual).

A partir de la cueva el camino se empina, cada vez más, hasta el punto de que es necesario apoyarse frecuentemente con las manos para trepar. el recorrido es cerrado entre vegetación pero en buena parte se va vislumbrando el camino, que apenas es del tamaño de una persona.
he colocado un waypoint de precaución pues aunque estamos prácticamente en la cima, no se vislumbra y el camino se confunde bastante. Recuperamos la senda (el track esta limpiado) al localizar unas pequeñas marcas rosas que marcan el camino a la cima.
Ya en lo alto tenemos los restos de una antigua fortificación sobre la que hay asentada una ermita.
A esta altura se contemplan muchos kilómetros de entorno y poblaciones, así como de Urdaibai reserva de la biosfera.

Por detrás de la ermita sale un camino cómodo, semiescalonado y con barandilla de madera que acaba en una pista y nos dirigimos de visita hacia Elexalde que está en lo alto de un collado y que tienen un gran frontón, bonita iglesia, y un mirador al otro lado.

Volvemos por el camino hasta el cruce. La "salida del camino" se distingue a pesar de que el camino empieza a estar ocupado por vegetación. No supone mayor problema y se avanza bien, si bien al girar a la derecha para ir en dirección a Oma, comienzan las complicaciones y aparece bastante zarza. No es mucho problema si se va con cuidado pero acabamos con varios arañados y cansados. No es mucha distancia pero se hizo muy pesado pues hasta el mismo pueblo de Oma-Bolunzudo donde paramos a comer junto al antiguo molino, zona bastante sombría y fresca donde quedan los restos de un antiguo molino y el agua cae en cascada, aunque por las fechas no traía mucha agua.

Nos dirigimos al bosque de Oma que aparece cortado y vallado, sin embargo se apreciará que el track se adentra, saltando fácilmente . Que conste que el que avanza es el GPS, no nosotros 😏.
El GPS se adentro (solito) por el bosque pintado de Ibarrola, y en un momento dado se percató de que sobre el terreno hay unos números que apuntan hacia donde mirar en cada caso. Debió buscar el 1 y empezar a recorrer todos uno tras otro, por eso el track repite algunas zonas.

Cuando parece que el recorrido se completa, salió por el camino que subía escalonado hacia la salida que evidentemente también estaba vallada. Por los laterales se pasaba bien, y allí nos volvimos a encontrar con el GPS 😎.

El camino es una pista que desciende poco a poco en dirección al parking donde nos esperaba un tranquilo bar con mesas a la sombra de los árboles donde recuperar con una bebida fresca.

P.D.: Que conste que había una persona encargada del bosque de Oma por allí y no nos dijo nada, y lo bueno es que estábamos nosotros solos y una pareja con sus dos hijos pequeños.