EL CABLE (1.853)-CDO. HORCADOS ROJOS (2.344)-PICO TESORERO (2.570) (Urrieles-P. Nacional de los Picos de Europa)

EL CABLE (1.853)-CDO. HORCADOS ROJOS (2.344)-PICO TESORERO (2.570) (Urrieles-P. Nacional de los Picos de Europa)

RECORRIDO: 11,8 k.
ALTURA MÁXIMA: 2.570 m.
ALTURA MÍNIMA: 1.853 m.
ASCENSO TOTAL: 774 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 4,15 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Octubre de 2017.

El MIRADOR DEL CABLE (1.853) es final de trayecto del Teleférico de FUENTE DÉ (1.126), que salva un desnivel de 753 m., con una longitud de cable de 1.840, trayecto que se realiza en poco más de tres minutos y medio. A la base del mismo se accede desde POTES (291) (Cantabria). La subida permite apreciar la vasta panorámica del circo en el que se ubica la citada población, enclaustrada entre paredes verticales y montañas de suaves ondulaciones cubiertas de hayedos.

Por su parte, el TESORERO (2.570) es un pico señero de los URRIELES (Macizo Central), situado en el corazón de los PICOS DE EUROPA, hasta el punto de que en su cima convergen los límites del concejo cabraliego asturiano, del municipio lebaniego cántabro de Camaleño y del leonés de Posada de Valdeón. Es la décima cumbre más elevada de Asturias.

El CDO. HORCADOS ROJOS (2.344) divide Asturias y Cantabria, situándose entre la vertiente oriental del citado Tesorero y la occidental de la TORRE DE LOS HORCADOS ROJOS (2.507). Es punto de paso tradicional hacia la VEGA DE URRIELLU desde Cantabria, comunidad que comparte con Asturias y Castilla-León ese Macizo Central. Los Urrieles, junto al Cornión (M. Occidental) y Ándara (M. Oriental), integran los Picos de Europa (Cordillera Cantábrica), marcando sus límites los profundos valles excavados por los ríos Cares al poniente y Duje al este.

Siendo menos extensos que el Cornión, se llevan la palma en verticalidad y altura, de manera que las catorce cotas superiores a los 2.600 metros de Picos de Europa se encuentran en el Macizo Central, con Torrecerredo (2.650) como techo del mismo y de Asturias. Especial protagonismo ostenta el Urriellu (2.518) -visible en nuestro itinerario de hoy-, por la verticalidad caliza de sus paredes -550 metros- y por las gestas de alpinismo desde su conquista en agosto de 1904. Considerando las distintas zonas en que suele dividirse tal macizo, el Tesorero (2.570) se asociaría al Grupo de Peña Vieja (2.614).

Desde el mismo punto de partida sorprende el escenario de alineadas y desafiantes cadenas montañosas a nuestra izquierda y de frente. Destacamos de oeste a norte los picos más relevantes, algunos visibles en la lejanía: PEÑA REMOÑA (2.247), TORRE DE SALINAS (2.446), LA PADIERNA (2.319), P. SAN CARLOS (2.390), TORRE DE ALTAIZ (2.335), P. TESORERO (2.570), nuestro objetivo hoy, TORRE DE LOS HORCADOS ROJOS (2.507), PICOS DE SANTA ANA (2.602), TORRE DE LAS COTERAS ROJAS (2.493) y PEÑA OLVIDADA (2.406).

Hacia esta última nos dirigimos, tomando una pista rumbo norte, que al cabo de 15 minutos nos deja a los pies de la misma, en la HORCADINA DE COVARROBRES (1.933). Es ésta una encrucijada de caminos: de frente la ruta principal, PR-PNPE- 24, hasta el REFUGIO y PUERTOS DE ÁLIVA (1.670), para descender posteriormente a ESPINAMA (875). Nosotros giramos a la izquierda, siguiendo el PR-PNPE-23 hacia el Cdo. de Horcados Rojos (2.344), senda que llanea por la base suroccidental de PEÑA OLVIDADA (2.406), con los HOYOS DE LLOROZA (1.920) y tres lagos pequeños al mediodía.

Poco después llegaremos a la VUELTONA (1.946), porque la pista hace un revuelta de 180º, de ahí el nombre, en dirección a las Minas de Altaiz (2.112) y LLoroza (2.099), ya abandonadas. Continuaremos de frente a través de un sendero irregular en subida, que nos introduce en el HOYO SIN TIERRA (1.901), inmensa cavidad sin vegetación, cubierta de rocas y peñascales, paisaje lunar de aspecto hostil. Los jous son formaciones geológicas, características de los Picos de Europa, “dolinas”, cavernas, cuyo techo se hundió en su día creando esas caóticas depresiones.

El sendero, muy marcado, sigue en ascenso, a los pies ahora de la impresionante muralla con tonos rojizos, que culmina en PEÑA VIEJA (2.614), techo de Cantabria. Tras ir sorteando los obstáculos propios del hoyo, pedreras que se desprenden de los picos, y graveras –que no escombreras- productos de la erosión alcanzamos un paso (2.225), donde una desviación, a la derecha, marca el camino al CDO. DE LA CANALONA (2.444), antesala de PEÑA VIEJA (2.614). Continuaremos de frente por el sendero principal, en dirección a la pared sur de la TORRE DE LOS HORCADOS ROJOS (2.517), con las tonalidades características que le dan nombre.

El camino baja suavemente por el pedrero, a los pies de los PICOS DE SANTA ANA (2.602), para subir de nuevo hasta una colladina (2.263), donde se toma la desviación hacia el REFUGIO DE CABAÑA VERÓNICA (2.325), que ya avistamos desde muy atrás. Pero nosotros, virando al norte, siguiendo la base occidental de la T. de los H. Rojos, en ascenso por terreno rocoso, culminamos el paso del célebre COLLADO (2.344) homónimo. Sobrecoge el fastuoso escenario del entorno. Al norte, el enigmático JOU DE LOS BOCHES (2.096), literalmente “jou de los jous”, a nuestros pies, y la cara sur del P. URRIELLU (2.519), con la SIERRA DEL CUERA (1.317) en el horizonte lejano, y LA MORRA (2.554) a su derecha.

Al oeste, de norte a sur, NEVERÓN DEL URRIELLU (1.559), TORRE DE LA PÁRDIDA (2.596), P. BOADA (2.523), PICOS DE ARENIZAS (2.520), TESORERO (2.570) y PEÑAS URRIELES (2.398) delante. Divisamos al sur CABAÑA VERÓNICA (2.325), extraño artefacto, que fue cúpula de defensa de un portaaviones americano. La escoltan por detrás el P. SAN CARLOS (2.390) y TORRE DEL HOYO OSCURO (2.417), más el P. MADEJUNO (2.513), TIRO LLAGO (2.567) y TORRE BLANCA (2.617) por la derecha.

En contraste con las abruptas y verticales paredes de la TORRE DE LOS HORCADOS ROJOS (2.507) en el resto de las vertientes, su cara oeste, a cuyos pies estamos, es fácilmente asequible por senderos muy marcados, en poco más de veinte minutos. Pero nuestro objetivo hoy es el TESORERO (2.570), destacada pirámide visible al poniente desde el collado, asequible tras unos tres cuartos de hora de ascenso, superando un desnivel de aproximadamente 250 metros.

Para ello retrocedemos unos pasos desde Horcados Rojos, tomando un sendero que, rumbo oeste, nos introduce en un laberinto de recovecos calizos, siguiendo en la a veces enojosa subida las referencias continuas de hitos de piedra, en ocasiones con ayuda de las manos. El itinerario bordea la vertiente meridional de PEÑAS URRIELES (2.398), topónimo derivado de “urro” –torre o castillo-, que presta su nombre al mismo Macizo Central y al mítico Urriellu. El recorrido desemboca en la collada que separa dichas peñas del Tesorero, atalaya que amplifica la panorámica especialmente por el este y norte.

Un tramo de fuerte pendiente nos deja en la base oriental de la pirámide. Restan apenas 50 metros de no difícil trepada, con la mirada puesta en una especie de chimenea, el tramo más vertical pero con buenos agarres de roca dura, para seguidamente virar al mediodía y conquistar la cima marcada con buzón de cumbre, epicentro del Parque Nacional.

Una intensa emoción nos embarga contemplando casi a tiro de piedra hacia el noroeste el techo de los Picos, TORRECERREDO (2.650), al que le siguen por el mediodía una cadena de colosos como el LLAMBRIÓN (2.642) y en el fondo oeste el Macizo Occidental con PEÑA SANTA DE CASTILLA (2.596) destacada. Mención especial merece asimismo el URRIELLU (2.519) luciendo su cara oeste y PEÑA VIEJA (2.614), techo de Cantabria, en el límite oriental de los Urrieles, además de otras cumbres ya señaladas. Regresamos al CDO. DE LOS HORCADOS ROJOS (2.344) para enlazar con el itinerario de ida.

Ruta no muy larga, con pequeña dificultad técnica en el tramo final de acceso al pico, que requiere cierto esfuerzo físico por su desnivel y por las irregularidades del terreno. Pero de especial atractivo para senderistas y montañeros que gusten del embrujo de los Picos, con sus singulares características geológicas. Pocas veces tendremos la ocasión de contemplar, a vista de pájaro, tantos colosos, cumbres escabrosas y solemnes, que superan con mucho los dos mil metros, enhiestas agujas y jous desconcertantes, productos del devenir caprichoso y errático de la naturaleza. ¡Una vez más, Picos de Europa en estado puro!