El Camino de Santiago. Camino Olvidado, etapa 2/15: Puente Almuhey - Cistierna.

Podemos dividir la etapa en tres partes bien diferenciadas, la primera discurre por un carril terrizo hasta Taranilla, para después bordear el valle del río Tuéjar, que nos deja unas preciosas vistas de campos blancos por el rocío de la noche. Llegamos a la laguna de San Martín que tiene en todo su espejo los reflejos de la intensa vegetación que la rodea, tras lo que me encamino a la iglesia de San Martín de Valdetuéjar que data del siglo XIII y tiene unas interesantes tallas en el exterior. Prosigo hasta Renuedo de Valdetuéjar donde se pueden visitar los restos del que fue el palacio de los Marqueses de Prado, que fue trasladado piedra a piedra a León, pero del que quedan unos paños de la muralla y toda una serie de escudos en las que fueron las casas de los nobles relacionados con ellos.

Desde Renuedo tenemos casi 6 km. de un anodino asfalto que nos conduce a través de Otero de Valdetuéjar hasta el Santuario de la Virgen de la Verilla, del que se tienen referencias desde el siglo X. Sabía que su hora de apertura era las 11 de la mañana, pero no sabía que cerraba los sábados, con lo que me consolé tomando un prolongado descanso para recuperar los pies de cara al tramo con mayor pendiente de la etapa.

Comienza el ascenso entre unos árboles centenarios de gruesos troncos y amplias copas que me cuesta llamar robles, para mi son y serán "carballos". Nos encontramos en un tramo coincidente con la ruta perímetral de Peñacorada que ya no abandonaremos hasta Cistierna. Esta montaña es realmente espectacular y ya me venía llamando la atención desde el principio de la etapa, tanto que en Taranilla le había preguntado por ella al único paisano con el que me crucé y que resultó ser un montanero que me dijo que había subido más de 50 veces y me explicó las vías de acceso (algo que después sirvió para indicarles por donde subir a 4 chicas que iban sin gps). Pasado el collado que lo separa de Peña Villa encontramos unas curiosas formaciones pétreas y tras ellas otra preciosa "carballeira". Pero después llega la parte más espectacular de la etapa, un frondoso hayedo que se desarrolla en la falda del Pico Corbero; está vez sí que lo aproveché, salí del carril y me metí en el bosque donde me quedé sentado dejando que su energía recargarse todas mis células y al final, como hago en los momentos "trascendentes" del Camino, deje que sonará por primera vez en el Olvidado el aria de la Reina de la Noche.

Seguimos con preciosas vistas a los pueblos y valles por los que discurren los arroyos Niales, Freules, Santa Marina, etc., hasta que cambiamos de dirección para cortar la parte más baja del largo cordal de Peñacorada y emprender el descenso hasta Cistierna por un hermoso pinar. Mi alojamiento fue el Hostal Moderno (20 eur. y menú que creo es de 12 eur., no lo puedo asegurar ya que también pedí media botella de Rioja).