El Camino de Santiago. Tramo aragonés del Camino Francés, etapa 4/6: Arrés - Artieda.

En Arrés fragüé un par de planes alternativos con la ayuda de los hospitaleros. Durante la jornada anterior ya no pude usar las zapatillas y tuve que andar con unas sandalias de senderismo que, aunque muy buenas, por estos caminos no dan el suficiente soporte para un caminante de 90 kg, con otros 10 a la mochila (veo a gente haciendo el Camino de esta forma pero no es para mi), así que tenía claro que no podía hacer etapas de más de 20 km. y tenía que evitar desniveles; así mismo, había dos lugares que quería visitar forzosamente, la Foz de Lumbier y Sta. María de Eunate. Os sigo contando como fue el resto del Camino.

Empecé la jornada un poco después de la 8 bajando por el sendero de la Boleta de Arrés hasta el canal de Berdún, está zona es un prolífico granero de todo tipo de cereal que se recorre por amplios carriles con buen firme. Si miramos para atrás todavía podemos ver el curioso perfil de la Peña de Oroel y si miramos al frente tendremos la imagen del pueblo de Berdún, que se asienta sobre una pequeña colina. Durante el trayecto hay múltiples intersecciones muy bien señalizadas y no pasamos por ningún pueblo, aunque en caso de necesidad podríamos desviarnos un poco y llegar a Martos o a Mianos; así pues hay que hacer buen acopio de agua en la salida, ya que encontraremos muy pocas sombras y solo hay una fuente en esos 20 km. Como anécdota os comento que me dijeron el Camino se desviaba antes de esta fuente y han cegado la ruta anterior para que los caminantes tengan la oportunidad de refrescarse en ella. De hecho, en este track veréis que me voy por la ruta original y tengo que volver atrás.

Llegué sobre las 13:30 a Artieda y allí paré a tomar unas cervezas y comer (por cierto un menú muy bueno) en el albergue del pueblo. La ruta planificada era de 30 km e iba hasta Ruesta, que queda en lo alto de una colina con un desnivel moderado, pero en el replanteamiento del día anterior ya había quedado claro que eso lo debía evitar, así que llamé a un taxi que me dijo que me podía recoger a las 16:30. Por tanto disponía de 3 horas que pasaron muy rápidamente; primero hice unas fotos a la iglesia (cerrada) y desde el mirador y después me senté a la sombra a tomar unas jarras de cerveza; conforme pasaban las dos de la tarde la terraza se iba llenando de gente, pero no de peregrinos, sino de gente del pueblo y me llamó la atención que había muchos mayores y también bastantes jóvenes que se sentaban juntos en las mesas charlando animadamente. Después los mayores empezaron a entrar en el albergue donde parece que comen 3 veces a la semana. Me comentaron que en Artieda han iniciado un proyecto llamado "Empenta Artieda" contra la despoblación, intentando fijar a los mayores a su pueblo proporcionándoles facilidades de alimentación, desplazamiento, etc. y atraer a gente joven con una serie de iniciativas como es la adaptación de un espacio de trabajo compartido, wifi, espacios de reunión, etc. La verdad es que salí maravillado del ambiente que se respira en Artieda.

Poco después de las 4 llegó el taxi en el que me fui hasta Sanguesa, lo que suponía saltar un tercio de la etapa de hoy (Arrés-Ruesta 30 km.) y la mitad de la del día siguiente (Ruesta-Lumbier 32, km). La otra alternativa que había barajado era dormir aquí y al día siguiente ir hasta Undués de Lerda, donde ya había confirmado que había un hostal abierto, pero durante la etapa de hoy me había dado perfecta cuenta que si hacía esas subidas y bajadas podía lesionarme en serio, pues en el pie izquierdo tengo además una tendinitis crónica del Aquiles y notaba como se iba cargando cada vez más. Así pues, reduje en un día la duración de mi Camino y me fui hasta Sanguesa donde dormí en el hotel Yamaguchi.