Rambla del Cañar- Senda de los Mineros bajo Peñas Blancas

******NOTA IMPORTANTE*****:
LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA QUIENES ESTEN HABITUADOS A ESTE TIPO DE ACTIVIDADES Y QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODO TIPO DE TERRENOS Y NO PARA AQUELLOS QUE LAS PRACTICAN OCASIONALMENTE. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS. 👍

Iniciamos la ruta desde la zona de aparcamientos junto al manantial donde se encuentra la ermita; una explanada ideal para pasar el día provista de agua, abundante vegetación y barbacoas, en la rambla del Cañar.

Desde aquí salimos siguiendo la rambla hacia arriba, en bastante buen estado y que se puede caminar fácilmente. Más adelante tomamos un pequeño atajo para pasar por delante de la Ermita nueva. Continuamos por la rambla hasta llegar a un cortijo con una cerca vallada para ganado, un buen rebaño de ovejas y cabras, con su peculiar olor. Aquí tomamos el sendero que sale a la derecha y que va a la casa de Nene, nada más pasarla hay que tomar un pequeño sendero a la izquierda que va hasta otra casa, nosotros tomamos el de la derecha y al acabar el camino tuvimos que subir campo a través.
Una vez subes la empinada cuesta empezamos a tener unas espectaculares vistas de las paredes de Peñas Blancas. Tomamos el sendero de la derecha y en bajada nos enfilamos hacia la morra de la Yesera. Y en una empinada cuesta ahora hacia abajo con bastante piedra suelta, por lo que hay que tener cuidado, llegamos al collado del Labajo. Desde este punto las paredes son mucho más impresionantes. Tomamos ahora un pequeño sendero que vas justamente por toda la falda de estas paredes, la senda de los mineros, una senda muy bonito con mucha vegetación, por donde los mineros iban a las minas de la Calera. Este sendero viene a terminar en el Collado Morales, desde donde se pueden observar la zona minera de la Calera. Seguimos ahora por un sendero algo difuso y marcado con hitos en con bastante pendiente, adentrándonos en un pinar, que poco a poco nos ira llevando hacia la parte baja de la sierra, pasando junto a una balsa de riego y una simbólica línea de palmeras, que miran deleitadas hacia estas blancas paredes y ya solo nos quedan unos metros para llegar hasta el punto de inicio de esta ruta.