El Cañon de las Buitreras

La Ruta comienza en la pedanía del El Colmenar (Estación de Gaucín), perteneciente al extensísimo término municipal de Cortes de la Frontera, pueblo malagueño. Seguiremos el curso del bellísimo Río Guadiaro, que horada en este extremo septentrional del PN de los Alcornocales, el Cañón de las Buitreras. Un Monumento Natural protegido que atesora una inmensa colonia de Buitres Leonados. Nuestros compañeros de viaje.

Los primeros 3 Km son muy sencillos, un auténtico paseo campal, alcanzando la Charca del Moro. Eso sí, si van con niños tengan cuidado, porque algunas zonas de la senda podrían propiciar una caída peligrosa. Cuidado. La primera parte atraviesa la Central Hidroeléctrica de Colmenar, y acompaña una inmensa tubería blanca durante unos metros. Es curioso.

La Charca del Moro es, para mí, la parada estrella de esta ruta. Se alcanza casi en los primeros 2 km. Nosotros paramos a la vuelta y nos permitió recuperarnos maravillosamente. El lugar es precioso, aunque es muy frecuentado. Es tentador darse aquí un chapuzón, nosotros nos conformamos con remojar los pies. Que alivio.

Al reanudar la marcha comienza el ascenso, poco a poco, hasta convertirse en una temible cuesta que en solo 600 metros supera un desnivel de 200m. Os ayudarán mucho los escalones de madera que la Junta a instalado en este repecho, algunos incluso con refuerzo de obra. Sin esta ayuda, la ruta sería muy difícil. Os lo aseguro. A mitad del ascenso se encuentra el fabuloso Mirador del Cañón de las Buitreras, espacioso y con unas vistas estupendas.

Quien me sigue y sabe que me gusta bautizar lugares, casi siempre con fines didácticos. En esta ocasión he llamado la "Senda del No" a la que une la Charca del Moro con el Mirador del Cañón de las Buitreras. Las razones son muy divertidas y me las reservo. He llamado "Senda del Sol" el calvario que une el Mirador con el Collado de las Buitreras, porque literalmente nos derretimos con el sol. Os recomiendo hacer esta ruta en épocas frías, que últimamente son no más de 4 meses al año. A mediados de Octubre hemos muerto.

Finalmente, agotados, hemos descendido por la "Cuesta del Silencio" (otra licencia del autor del texto). Se trata de una serpenteante senda, con sus escalones de Sherpa, que vence un desnivel de 100 metros en solo 300 metros de distancia. Sí, el final de ruta es algo agotador.

Llegamos al famoso "Puente de los Alemanes" del que tengo que documentarme mejor antes de contaros algo. Es obvio que guarda relación con la Central Hidroeléctrica, pero no acabo de entender bien que demonios estoy viendo. Al puente se accede desde un mirador, atravesando un curioso y cortísimo túnel. Desde el Puente tendréis hermosas vistas del desfiladero y podréis subir a un último Mirador elevado, tallado en la roca a pulso, para contemplar el puente.

Una bonita ruta, excelentemente trazada. No es posible perderse. Buen trabajo de las autoridades. Si en algún momento sufriera de abandono, sin duda, seria catalogada como difícil.