El Celemín (Benamarías)

Punto de partida: Benamarías.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año.
Elementos de interés: Embalse, pinar y tierras de labor.
Tipo de camino: Pista de tierra balizada por la asociación Cuatro Valles.
Servicios: Benamarías cuenta con un bar.

Descripción del itinerario.

El Celemín es un itinerario que parte de Benamarías, localidad que pertenece al municipio de Magaz de Cepeda, a doce kilómetros de Astorga, en plena comarca cepedana. El itinerario son 12 kilómetros, circular y llevadero, propuesto por el grupo de acción local Cuatro Valles.

Partimos de Benamarías donde se encuentra el cartel que nos muestra toda la información acerca de la ruta (figura 1). A los pocos metros hay que girar a la derecha, donde encontraremos una señal que indica la duración hacia el embalse de la localidad (figura 2).

El camino es amplio, no muy pedregoso con pocas sombras hasta llegar al robledal, donde se asciende ligeramente, hasta alcanzar el embalse (figuras 3 y 4).

Llegamos al embalse de Benamarías, donde, si tenéis suerte, encontraréis libre una mesa de merendero, lugar ideal para darse un bañito y comer/merendar (figura 5). El embalse no es más que una balsa construida por los lugareños para regar las antiguas tierras centenales que se cultivaban antaño. Hay mucha gente de la zona que se acerca a pescar. Recorreremos la zona sur del embalse siguiendo una dirección este (figuras 6, 7, 8 y 9).

Continuamos con el itinerario hacia la pedanía de Zacos, de la cual nos separan 5,5 kilómetros (figuras 10 y 11). Para ello tendremos que tomar la pista que asciende por la izquierda en un trayecto donde las tierras centenales de secano serán el mayor interés con el que cuente este paraje.

El camino progresa, ganando algo de altura, muy cerca del llamado "Celemín", que es un monte de 1136 metros de altura el cual le bordearemos no sin antes tener un percance. En el kilómetro 4,4 (figura 12) me topé, no sé si yo con él o él conmigo, con un lobo. Era la primera vez que me encontraba con uno y me quedé petrificado. Por suerte él no me vio y decidí continuar hacia delante, eso sí, con el susto metido en el cuerpo a lo largo de toda la ruta.

Bordeamos pues, el monte Celemín por levante, girando el camino hacia el sur, en dirección a Zacos. En esta zona se obtienen las mejores vistas panorámicas del entorno por donde transitamos siendo la cota más elevada del itinerario. De todos modos, el desnivel acumulado continúa siendo muy bajo. El pinar que cruzaremos en este punto es bastante guapo (figuras 13 y 14).

Tras salir del pinar giraremos hacia la derecha siguiendo la pista que desciende entre cotos de caza (figura 15). Si pones atención es seguro que veas algún corzo (yo llegué a ver hasta cuatro cerca del camino sin que me diese tiempo a tirarles una foto).

Sin habernos quitado el susto en el cuerpo del lobo, antes de entrar en Zacos, nos encontramos con un mastín con malas pulgas que se dirigía hacia nosotros. Tuvimos que pasar esta zona sin muchas dilaciones.

Zacos conserva interesantes muestras de arquitectura popular cepedana como su ermita o su bonita iglesia (figura 17).

Salimos de Zacos hacia el cementerio, iniciando así el camino de retorno por el "camino del Aspra". Multitud de enjambres nos custodian aunque con pocas abejas, por suerte (figura 18).

Entramos ya en los últimos tres kilómetros por un paraje con tierras de labor y frutales cercanas al antiguo castro prerromano de Vega de Magaz. Desde esta zona hay buenas vistas de Vega de Magaz, Magaz de Cepeda y nuestro destino, Benamarías (figuras 19 y 20).

Impresiones.

En los días de calor, es recomendable llevar bastante agua y sombrero o algo para protegerse la cabeza. También recomiendo llevar un silbato o un palo para evitar cualquier percance con animales, como fue mi caso, con el lobo.