El Cerrón desde El Cardoso de la Sierra

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Reseña de la ruta en Adventoorer: El Cerrón desde El Cardoso de la Sierra.

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Ahora que el tiempo empieza a cambiar y los días son más largos, hay que empezar a darse alguna palicilla para mejorar la forma. Yo pensaba ir poco a poco, pero parece que no va a ser el día de rutas suaves…

Pintaba mal la cosa cuando me di cuenta en el Cardoso de que venía demasiado abrigado. Entre el tiempo raro que va y viene, y que cojo las cosas por inercia, me he venido con pantalones gordos y camiseta térmica, y a las nueve ya hace un calor notable. En fin, me veo sudando a mares hoy, pero no hay forma de evitarlo.

Pasado el Cardoso sale una pista a mano izquierda que lleva hasta lo alto. Un poco incómoda y embarrada, pero no me entero, ya que el desnivel repentino y el solitrón no me dejan pensar en nada más que en que me voy a derretir. No hay ni una nube y la temperatura sube. De momento hay árboles que tapan un poco el sol, pero al cabo de un rato desaparecerán. Ay.

A la altura del Collado de la Calahorra giramos para subir el Santuy. Por aquí sopla un poco de aire, así que la cosa va un poco mejor. La subida es cómoda y enseguida estamos arriba. Al norte se ve el Cerrón, medio cubierto aún de nieve. Ya queda tan poca que no parece que vayamos a pisar mucha para subir.

Descendemos y seguimos pista arriba. Al rato me doy cuenta de que va a ser mi día de suerte, porque en cuestión de pocos minutos, el cielo se cubre de nubes que han salido de no sé dónde, y la temperatura se suaviza lo suficiente como para que la ropa no me moleste. Genial, oye. Esto me ha salvado. El resto del día lo hacemos bajo las nubes.

Con tranquilidad llegamos al Cerrón por el cordal, comemos un rato y seguimos. Desde arriba se ve el resto del camino, primero hacia el norte, hasta el Cervunal, y luego al oeste hasta el Reajo del Puerto, para bajar por el cordal hasta el Cardoso. Mmmmm… Parece que queda mucho aún. Luego veré que en realidad queda muchísimo.

Descendiendo por el norte, cogemos la pista que sube hasta el Cervunal, saliéndonos un rato para hacer el Alto de la Majada de los Carneros, porque está ahí en medio y hay que hacerlo, claro.

Y luego, despacito, al Cervunal, por una cuesta que ya empieza a ser algo dolorosa.

Desde ahí hasta el Reajo por el cordal, más comodamente porque ya es casi todo hacia abajo. Eso sí, queda aún la mitad de la ruta, buf. Por lo menos es mucho más fácil y rápida que lo que hemos hecho ya. Ahora el camino es sencillo, con algún tramo un poco lioso donde puede ser fácil confundirse. Pero la bajada va siempre por la parte alta del cordal, y hay marcas viejas de GR, así que estando atento se avanza bien.

Una pena ver que algún mamón se ha dedicado a pintarrajear las rocas señalizándolas con un espray fosforescente. Lástima que abunden tanto los zoquetes así.

Después de un buen rato, pero un buen rato, eh, bajando, con las piernas ya congestionadillas, digamos, se coge de nuevo una pista, que va directa hasta el Cardoso. Y por la pista queda aún un tramo largo, largo…

Así que es una ruta larga y dura pero muy bonita. Para hacerla con tiempo y, eso sí, eligiendo adecuadamente la ropa.

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