El Chorro y fuentes de Fornos, Badaín

Para iniciar la ruta nos dirigimos a la población de Lafortunada. Desde allí, atravesando un puente sobre el Cinca, accedemos a la aldea de Badaín, situada a poco más de un kilómetro
El destino es llegar hasta las Fuentes de Fornos y el Chorro, una surgencia de agua que cae desde gran altura.

Antes de iniciar la marcha visitamos la iglesia a la cual se accede a través del cementerio. Su aspecto exterior es muy esbelto y presenta la particularidad de tener adosado a la torre de planta cuadrada, un torreón semicircular. Merece la pena visitar el interior, bien conservado ( o restaurado) y con un suelo que sí parece ser el original.

Nada más salir hay una señalización que indica el inicio de la ruta. Siguiendo un camino cementado, enseguida se desemboca en el sendero que a través de un bosque que proporciona sombra durante todo el recorrido, y acompañado casi siempre por el sonido del agua, nos llevará al destino.

En el trayecto se atraviesan dos puentes. El primero de madera y en un estado lamentable, y el segundo, más largo y moderno sobre el río Irués.

Siguiendo el camino, aparece la primera bifurcación y tomamos el sendero de la izquierda, comprobando que finalmente se unen. En el camino de regreso, elegimos el otro, con un trazado de mayor pendiente y que termina en otro camino con una clara indicación de la dirección hacia Badaín y Lafortnada.
En el caso de haber elegido el sendero de la derecha en el camino de ida, al llegar a este punto, nada indica que deba tomarse el camino ascendente

Finalmente se llega a un lugar con la indicación de Fuente Fornos, con un cartel explicativo y una indicación de dirección hacia el Manantial del Chorro 30’.
En el camino encontraremos varias surgencias y un par de pasos, algo comprometidos, equipados con cuerdas.
Una vez llegados al Chorro podemos disfrutar del espectáculo desde la orilla, o bien, si el caudal lo permite, cruzar por un paso y así poder acercarnos más al chorro, y verlo caer de frente.
El dato de 1033 metros de desnivel, lo proporciona el sistema y no se corresponde con la realidad. Es un bonito paseo sin apenas pendiente.