El Condado (Jaén): Castellar - Béas de Segura
near Castellar de Santisteban, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Realizado el 24.09.23
Partimos de Castellar, desde la plaza de España nos introducimos en la avenida de Andalucía, eje vertebrador de la villa donde, en un palmo, encontraremos numerosos lugares admirables. La calle se encuentra repleta de casas señoriales de amplios ventanales y balconadas, da gusto caminar por aquí embobado. Pronto divisamos un torreón, la torre del homenaje, resto del castillo de Pallares que dio nombre a la población y donde se aloja el museo de arte Íbero y centro de interpretación de la cueva Lobera. Enfrente nos vemos sorprendidos por la iglesia-colegiata de Santiago, que data del S. XIII, construida sobre una mezquita. Continuamos disfrutando de esta preciosa calle que a partir de aquí torna el nombre por Paseo de la Consolación y que poco a poco nos va sacando del pueblo. Descenderemos para dejar la meseta donde se asentó el castillo y dio origen a la villa, acercándonos por un bonito paseo a la fuente de los caños, a la salida del pueblo, junto a la carretera del Condado. Poco antes, a la derecha se desprende el sendero que nos lleva a la cueva Lobera.
Cruzamos la carretera y por el lado contrario tomamos el camino de la Capilla hasta que llegamos a un amplio cruce de caminos. Se trata de la vía pecuaria que seguiremos por la derecha, es el camino del Condado que no entra en Castellar. Continuamos en ligero ascenso y si dirigimos la vista a la derecha, veremos el farallón rocoso donde se sitúa el santuario Íbero de la cueva Lobera. Alcanzamos un lugar donde, aunque el paisaje no cambia, sino que el olivar se extiende por donde vamos, el horizonte si que es diferente ya que, ál fondo, comenzamos a divisar la sierra de Segura y las Villas con sus cimas características. Estamos en el conocido como Portichuelo, donde señalábamos que los cronistas de la zona ubican el lugar donde descansó la madre Teresa a la sombra de un vergel que ya no existe actualmente, pero que con mucha probabilidad se encontraba en esta zona, ya que, muy cerca, se ubica la caudalosa fuente del Portichuelo, actualmente cerrada y protegida por una edificación.
Entramos pues en tierras de Segura, justo donde el camino desemboca en la carretera asfaltada que lleva a la atalaya de Chiclana. Tendremos que transitar por este tramo de vía algo mas de un kilómetro, hasta encontrarnos de nuevo, por la derecha, con el camino de tierra de la vía pecuaria que inicia un vertiginoso descenso en busca de la pequeña localidad de El Campillo. Atravesamos el pueblecico y casi llaneando llegamos a divisar la siguiente población de estos extensos llanos olivareros: Camporredondo. Vadeamos el arroyo de Gutarrajas a la salida del pueblo y continuamos en este incesante y anodino caminar. Llegaremos a un amplio cruce donde giraremos a la derecha poniendo dirección en busca del conocido puente Mocho del Guadalimar o río colorao, como se conoce localmente. Para ello, nos toparemos previamente con la carretera del Condado que debemos cruzar, entrando en un antiguo trazado de la VP que nos lleva a atisbar pronto el río Guadalimar, ruidoso por aquí, debido a la cerrada que tiene que atravesar. Franqueamos el recientemente remodelado puente, conscientes de estar haciéndolo por un lugar cargado de historia, donde cada año se repite el tradicional vadeo de la trashumancia.
En la otra orilla, descansamos bajo una buena sombra, para retomar el aliento y acometer la subida hacia la meseta de El Cornicabral, donde se ubica un aeródromo civil junto al que caminaremos en casi toda la extensión de la pista de aterrizaje. Ya percibimos en la lejanía las blancas casas de nuestro destino, para llegar a ellas, tomaremos un tramo de la vieja carretera que descendía a la ventilla de Beas, pero la abandonaremos por un carril que se nos presenta a media altura por la derecha y que no dejaremos hasta llegar a Beas. El camino, entre olivares primero, atraviesa bajo un túnel el impresionante talud que se levantó para la realización del trazado ferroviario a utiel que nunca se puso en servicio. A partir de aquí, aparecen los huertos junto al río Beas, que acompañaremos, teniendo como referencia, en la otra orilla, el campo santo, para orientarnos sobre la distancia restante. Ya a su altura, cruzamos el río Beas por un puente junto a la depuradora de aguas residuales y salimos a la carretera que se dirige a la población de la que nos resta, a penas, un kilómetro, que haremos por una vía acondicionada para caminar sin peligro.
Partimos de Castellar, desde la plaza de España nos introducimos en la avenida de Andalucía, eje vertebrador de la villa donde, en un palmo, encontraremos numerosos lugares admirables. La calle se encuentra repleta de casas señoriales de amplios ventanales y balconadas, da gusto caminar por aquí embobado. Pronto divisamos un torreón, la torre del homenaje, resto del castillo de Pallares que dio nombre a la población y donde se aloja el museo de arte Íbero y centro de interpretación de la cueva Lobera. Enfrente nos vemos sorprendidos por la iglesia-colegiata de Santiago, que data del S. XIII, construida sobre una mezquita. Continuamos disfrutando de esta preciosa calle que a partir de aquí torna el nombre por Paseo de la Consolación y que poco a poco nos va sacando del pueblo. Descenderemos para dejar la meseta donde se asentó el castillo y dio origen a la villa, acercándonos por un bonito paseo a la fuente de los caños, a la salida del pueblo, junto a la carretera del Condado. Poco antes, a la derecha se desprende el sendero que nos lleva a la cueva Lobera.
Cruzamos la carretera y por el lado contrario tomamos el camino de la Capilla hasta que llegamos a un amplio cruce de caminos. Se trata de la vía pecuaria que seguiremos por la derecha, es el camino del Condado que no entra en Castellar. Continuamos en ligero ascenso y si dirigimos la vista a la derecha, veremos el farallón rocoso donde se sitúa el santuario Íbero de la cueva Lobera. Alcanzamos un lugar donde, aunque el paisaje no cambia, sino que el olivar se extiende por donde vamos, el horizonte si que es diferente ya que, ál fondo, comenzamos a divisar la sierra de Segura y las Villas con sus cimas características. Estamos en el conocido como Portichuelo, donde señalábamos que los cronistas de la zona ubican el lugar donde descansó la madre Teresa a la sombra de un vergel que ya no existe actualmente, pero que con mucha probabilidad se encontraba en esta zona, ya que, muy cerca, se ubica la caudalosa fuente del Portichuelo, actualmente cerrada y protegida por una edificación.
Entramos pues en tierras de Segura, justo donde el camino desemboca en la carretera asfaltada que lleva a la atalaya de Chiclana. Tendremos que transitar por este tramo de vía algo mas de un kilómetro, hasta encontrarnos de nuevo, por la derecha, con el camino de tierra de la vía pecuaria que inicia un vertiginoso descenso en busca de la pequeña localidad de El Campillo. Atravesamos el pueblecico y casi llaneando llegamos a divisar la siguiente población de estos extensos llanos olivareros: Camporredondo. Vadeamos el arroyo de Gutarrajas a la salida del pueblo y continuamos en este incesante y anodino caminar. Llegaremos a un amplio cruce donde giraremos a la derecha poniendo dirección en busca del conocido puente Mocho del Guadalimar o río colorao, como se conoce localmente. Para ello, nos toparemos previamente con la carretera del Condado que debemos cruzar, entrando en un antiguo trazado de la VP que nos lleva a atisbar pronto el río Guadalimar, ruidoso por aquí, debido a la cerrada que tiene que atravesar. Franqueamos el recientemente remodelado puente, conscientes de estar haciéndolo por un lugar cargado de historia, donde cada año se repite el tradicional vadeo de la trashumancia.
En la otra orilla, descansamos bajo una buena sombra, para retomar el aliento y acometer la subida hacia la meseta de El Cornicabral, donde se ubica un aeródromo civil junto al que caminaremos en casi toda la extensión de la pista de aterrizaje. Ya percibimos en la lejanía las blancas casas de nuestro destino, para llegar a ellas, tomaremos un tramo de la vieja carretera que descendía a la ventilla de Beas, pero la abandonaremos por un carril que se nos presenta a media altura por la derecha y que no dejaremos hasta llegar a Beas. El camino, entre olivares primero, atraviesa bajo un túnel el impresionante talud que se levantó para la realización del trazado ferroviario a utiel que nunca se puso en servicio. A partir de aquí, aparecen los huertos junto al río Beas, que acompañaremos, teniendo como referencia, en la otra orilla, el campo santo, para orientarnos sobre la distancia restante. Ya a su altura, cruzamos el río Beas por un puente junto a la depuradora de aguas residuales y salimos a la carretera que se dirige a la población de la que nos resta, a penas, un kilómetro, que haremos por una vía acondicionada para caminar sin peligro.
Waypoints
Waypoint
2,313 ft
WP-02
Camino de la Capilla
Waypoint
2,247 ft
WP-04
Bifurcación-Derecha
Waypoint
2,306 ft
WP-05
Portichuelo-Salida de camino para buscar la Fuente del Portichuelo
Waypoint
2,254 ft
WP-07
Regreso al camino del Condado-Vía Pecuaria
Waypoint
2,215 ft
WP-08
Conexión con carretera Castellar a Chiclana
Waypoint
1,693 ft
WP-12
Cruce carretera El Campillo - Chiclana
Waypoint
1,660 ft
WP-13
Camino del Condado
Waypoint
1,703 ft
WP-15
Izquierda-dirección a Puente Mocho
Waypoint
1,686 ft
WP-16
Cruce carretera A-312
Waypoint
1,818 ft
WP-20
El Cornicabral-Aeródromo
Waypoint
1,821 ft
WP-23
Puente sobre río Beas
Waypoint
0 ft
WP-19
Rampa exigente
Waypoint
0 ft
WP-21
Camino de la vega de Beas
Waypoint
0 ft
WP-22
Tunel bajo talud del ferrocarril
Waypoint
0 ft
WP-24
Fin -Beas de Segura
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