El Cordel de Merinas (Abelgas de Luna)

Punto de partida: Abelgas de Luna.
Espacio protegido: Reserva de la Biosfera Valles de Omaña y Luna.
Época recomendada: Todo el año.
Elementos de interés: Ermita de los Pastores, robledal de Abelgas, callejón de las Focicas y la central eléctrica de Láncara.
Tipo de camino: Utilizaremos los antiguos cordeles por donde antaño pasaban miles de ovejas merinas. Los últimos 3 kilómetros les realizaremos por la carretera que conecta Abelgas con Sena de Luna. El itinerario se encuentra balizado por la asociación Cuatro Valles.
Servicios: En la parte trasera de la iglesia de Abelgas encontraremos el bar del pueblo.

Descripción del itinerario.

La Reserva de la Biosfera (y Parque Natural) de Omaña y Luna era uno de los pocos espacios protegidos de la provincia de León por donde aún no había pateado, en concreto la comarca de Luna. Entrado el otoño me acerco hasta la localidad de Abelgas de Luna, o para los locales Abelgas a secas, para completar el recorrido propuesto por Cuatro Valles titulado "El Cordel de Merinas".

El recorrido empieza en frente de la moderna iglesia de san Pelayo donde también encontramos una fuente (figuras 1, 2 y 3). Tendremos que atravesar la localidad por la calle Real no sin antes pasar por la ermita de los Pastores (figura 4) todo ello con un fuerte aroma a ganado...

Abandonamos la localidad por su extremo sur donde rápidamente entramos en la foz de Abelgas, un estrechamiento calizo que en su parte baja ve nacer al cordel por donde antaño pasaban miles y miles de merinas. A ambos lados del cordel tendremos pequeñas fincas y campos de cultivos que son regados por el arroyo del Cuartero (figuras 5, 6 y 7).

Iremos ganando progresivamente altura por un camino de gran anchura donde todos sus desvíos están perfectamente indicados por lo que no tendremos problemas en seguirlo (figura 8). En el kilómetro 2,5 tomaremos el cordel de la izquierda que pone rumbo hacia el collado de san Lorenzo evitando tomar el que sigue de frente, que acabará llegando hasta Mallo de Luna (figuras 9 y 10).

El paisaje se abre, disfrutando a 1400 metros de altitud de una preciosa panorámica del pico Cirbanal, techo de la comarca, así como de la sierra de la Filera. Los pastizales, que parecerán inacabables, dominarán la escena (figuras 11, 12 y 13).

Entre vacas, caballos y algún burro nos iremos abriendo paso, y una vez superado el collado de san Lorenzo, el cordel comenzará a perder altura. Éste recorre parcialmente la ruta, conocido como cordel de Babia de Abajo, deriva de la cañada real de León, cuyo nacimiento se da en campo de Dios finalizando en el puerto de la Mesa, canalizando todas las reses que provenían desde distintos puntos de la geografía (figuras 14, 15, 16 y 17).

La zona de mayor atractivo la tendremos a continuación. Será en un estrechamiento calizo donde las paredes verticales de la roca se separan para dejarnos pasar entre ellas. Es lo que se conoce como el "Callejón de las Focicas" (figuras 18, 19 y 20).

Tras salvar un descenso bastante pedregoso entraremos poco a poco en el robledal de Abelgas, que domina tanto la cara norte como la sur de "El Monte". El roble albar será el árbol dominante formando un tupido bosque favorecido por las condiciones climáticas que se dan en esta zona (figuras 21 y 22).

Las piedras volverán a aparecer cuando conectemos una zona de descenso prácticamente en línea recta donde tendremos un "face to face" con Sena de Luna (figuras 23 y 24). Esta parte requiere sumo cuidado pues no es sencillo caminar entre tanta piedra.

El cordel llegará a su fin en el kilómetro 6, momento en el cual el camino muere en la carretera que conecta Sena con Abelgas. Simplemente tendremos que girar hacia la izquierda. Nos quedan 3 kilómetros los cuales les realizaremos por la carretera (figuras 25 y 26).

Seguidamente veremos la central eléctrica de Láncara, que empleaba la fuerza del agua que provenía del canal de la Fábrica del río de Pereda para producir energía. Es una de las centrales eléctricas más antiguas de la provincia de León aunque actualmente se encuentre en desuso (figuras 27, 28 y 29).

Los últimos kilómetros serán los más tediosos en ligero ascenso, aunque bien es cierto que es una carretera sin apenas tráfico cubierta por el robledal lo que se nos hará más llevadero. Además contaremos con el aliciente del agua y múltiples regueros que desembocan en la misma carretera (figuras 30, 31, 32 y 33).

Impresiones.

Bonito y lúdico itinerario el que podemos hacer por las inmediaciones de Abelgas, un recóndito pueblo que no es ni de Babia, ni de Luna ni de Omaña. Caminar por sus cordeles nos invita a remontarnos a un pasado no tan lejano donde ganaderos, arrieros y pastores caminaban anualmente para ganarse honradamente la vida. El estrechamiento de las Focicas, el extenso robledal de Abelgas y la antigua central de Láncara serán los atractivos de una ruta ideal para hacer en cualquier época del año.
Y por último, para hacernos una idea de lo que eran estos caminos...

La red de caminos por los que trasladaban los ganados era de unas dimensiones colosales, ocupando en superficie casi el 1% del territorio español: 400.000 hectáreas repartidas en unos 125.000 kilómetros lineales, o lo que es lo mismo, más de tres vueltas alrededor de la Tierra.
¿Cómo diferenciar entre cañada, cordel y vereda? Las cañadas reales eran las vías principales con hasta 75 metros de ancho. Hoy en día lo podríamos equiparar con las autopistas y las autovías. Los cordeles eran las bifurcaciones de las cañadas con hasta 38 metros de ancho, lo que hoy en día vendrían siendo las carreteras nacionales y autonómicas. Y por último, las veredas, serían las ramificaciones de los cordeles, con escasos 21 metros de ancho, a lo que las podríamos equiparar a las carreteras locales o vecinales.