Puerto de la ahumada-Tajo de la Escoba

Ruta por los montes del estrcho. Partiendo desde el puerto de la Ahumada, salimos monte arriba hacia el Tajo de las Escobas, punto más alto del Estrecho. Existen dos formas de subir, por un carril medio asfaltado, perfecto para bicicleta de montaña o campo a través, que fue nuestra elección. El sendero no tiene indicación alguna mediante postes o señales. Ni siquiera con las típicas rayas pintadas señalando el tipo de sendero. Eso sí, solo hace falta fijarse un poco en el suelo, y lo veremos marcado perfectamente. Además, en este itinerario tenemos la ventaja de que nuestra meta, las antenas, están siempre visibles, por lo que es difícil desviarse del camino. La subida son unos 3km, siempre hacia arriba y con pocos sitios de descanso. A mitad de camino podemos encontrar uno donde hacer un alto si necesitamos coger aire. Desd ese sitio, y si el tiempo acompaña, nos encontraremso con unas vistas impresionantes del estrecho y de África. Tambien nos acompañaron durante la subida varias especies de la fáuna local, como ovejas, cabras, vacas y cerdos salvajes, acostumbrados todos a la compañía humana porque ninguno de ellos salía huyendo cuando nos los encontrábamos. Una vez arriba, cruzamos el parque de antenas hasta llegar a una caseta de vigilancia en una pequeña elevación. Es el punto más alto del estrecho, por encima de los 800m. En ese llano, hay un par de miradores naturales de piedra desde los cuales tenemos una visión periférica de toda la bahía de Algeciras y algunos pueblos de Málaga, como Gaucí y Casares. Bajo nuestros pies queda el bosque de niebla.
Para volver, podemos hacerlo bien por donde habíamos subido o por la pista que parte por detras del parque de las antenas. Tomamos la segunda opción. Es un poco más larga, unos 5km, pero queríamos pasar cerca del bosque de niebla y ver sus accesos. En la bajada nos seguimos encontrando con bastante fáuna local.
Es una ruta recomendada para cualquier persona y edad, siempre que tenga algo de condición física, ya que la subida tiene alguna que otra pendiente pronunciada. Y acordaros que, como mínimo, llevar un calzado en condiciones. Os encontraréis piedras, barro y agua. A nosotros el día nos acompañó, con unos 20 grados, por lo cual el terreno estaba en buen estado.