El Cubillo - El Terrizo - La Naciente

Considero esta ruta de dificultad moderada por las subidas que pueden resultar muy agotadoras para alguien que no esté acostumbrado al senderismo por montañas. Por lo demás es bastante fácil de seguir.

Comienza en la puerta del quinto "El Moracho", como tantas otras rutas de la zona. Al pasar por la puerta, ´rápidamente se ven por la izuiqerda los restos de una pista de tenis abandonada y poco a poco reconquistada por la naturaleza. Debido a la nevada de enero del 2021, hay ramas enormes de los olmos caídas sobre el sendero original, por lo que se está empezando a formar uno nuevo que las esquiva.

Seguimos la senda, atravesando zonas de dehesa y de monte bajo. Tras varios kilómetros, llegamos a un cruce de caminos. El que cruza es la "Vereda del Fraile" pero nosotros seguiremos recto para subir por el Terrizo.

Aquí ya empieza la subida a ser un poco más marcada. Al llegar a un camino ancho, giramos a la derecha, hacia el oeste. Siguiendo el camino pasamos por una abrevadero y por una dehesa con bloques de sal para los grandes herbívoros. Al terminar la dehesa, a la izquierda comienza una hilera de árboles y es ahí dónde encontraremos el primer hito que nos indica la senda estrecha de subida a la cresta. La vereda está bastante bien marcada con hitos y también con el pisoteo de senderistas y de ciclistas que pasan por ella impidiendo que la vegetación crezca.

La flora de monte mediterráneo (encina, quejigo, jara) da paso a los típicos robledales (o rebollares, o melojares) de las zonas más altas. Si no estás acostumbrado a caminar, esta parte puede resultar bastante agotadora.

Finalmente, llegamos a la cresta en una zona de prado y dónde nos reciben los buitres leonados del Pico del Amor, que vienen a visitarnos. Parece que estuviesen comprobando nuestra salud para saber si van a poder cenar ese día o no...

Abrimos la puerta y saltamos la cresta. De repente, la vegetación cambia y vuelve a ser de monte mediterráneo. Seguimos la vereda que nos llevará entre jaras y romeros a un camino ancho. Al bajar a la primera curva, seguiremos recto siguiendo el hito que marca una senda estrecha en la que la vegetación crea una bóveda con gran encanto.

Cruzamos el primer cortafuegos, siguiendo la ruta y seguimos hasta el primer camino ancho que nos encontramos. En este punto puedes girar a la derecha, hacia arriba e ir por el camino ancho o seguir recto por la senda que también terminará subiendo hacia la cresta. En este caso, giré a la derecha ya que desconocía la longitud de seguir recto e iba apurado de tiempo.

Esta subida es bastante empinada también así que tomadla con calma. Al llegar a la cresta, hemos de seguir la valla dirección oeste hasta que encontremos la puerta para saltar la montaña y pasar a la finca del Castañar.

Al otro lado, el paisaje retorna a los padros de alta montaña. Seguimos los hitos hasta que comienza el robledal y tomamos el camino ancho conocido como "la Naciente".

Seguimos bajando y nos encontraremos con una puerta de frente que nos lleva al quinto "San Martín". En ese momento la vegetación cambia bruscamente del robledal al monte mediterráneo y vuelven a aparecer encinas y quejigos.

Pasamos la puerta y todo es bajada hasta llegar a un cruce. Hacia la izquierda está la finca del Castañar nuevamente y la ruta para ir a la Garganta, a las "Casa de los Caceros", a Valdepalacios o al Pico del Amor, pero vamos por la derecha para volver a nuestros coches.

Seguiremos este camino ancho y siempre que haya que elegir entre dos caminos, tomaremos el más estrecho que también va a ser el de la derecha.

Pronto llegamos a un cercado, que bordearemos dejándolo siempre a nuestra derecha hasta que lleguemos al primer cruce que nos encontramos. En este caso, giraremos a la izquierda para pasar por las dehesas nuevamente y terminar llegando a nuestro aparcamiento.