El Empedraillo, en el Parque Natural de Despeñaperros.

• Ruta de senderismo por el Parque Natural de Despeñaperros y sus jarales, hasta la vieja calzada romana del Empedraillo, pasando por el charco del Jaral, el manantial del Hornillo, el Salto del Fraile y el camino de la ruta de las Navas de Tolosa.
• Accesos: Desde Santa Elena, pasado el núcleo de Miranda de Rey, aproximadamente a un kilómetro, en un pequeño ensanche de la pista forestal, camino del aula de la naturaleza de las Nogueras, hemos dejado el coche.

• El pequeño Parque Natural de Despeñaperros se encuentra en la Sierra Morena jiennense, como barrera entre Andalucía y Castilla y aunque su altitud no sobrepasa los 1300 m/snm, en su interior nos encontramos con grandes farallones rocosos formados por las aguas de sus torrentes, arroyos y manantiales. Además su fauna y flora, con presencia de encinas, alcornoques, pinares y sus jarales que en estas fechas se presentan floridos; hacen de la zona un lugar ideal para andar por sus senderos y caminos, algunos con historia como él de la batalla de las Navas de Tolosa o la vieja calzada romana del Empedraillo, que en esta ocasión hemos recorrido.
• La caminata la hemos iniciado en el entorno de la escuela de naturaleza de las Nogueras, con sus animales, por la pista forestal que en algo más de un kilómetro llega a la barrera del Parque Natural. Allí en su entrada hemos girado por la pista forestal de la derecha en ascensión hasta el siguiente cruce, desde donde, descendiendo y con las vistas del Cerro de la Estrella (máxima altura del P.N.) , hemos llegado al arroyo de las Bañas, prácticamente sin agua, pero con una vegetación esplendorosa que nos ha acompañado toda la ruta. Continuamos y en 1,5 kms llegamos a un nuevo cruce de caminos y junto a él al Charco del Jaral, un pequeño oasis para la fauna (se dejó ver fugazmente un ciervo), de uso rural y ganadero y de origen natural que acumula el agua de una cercana surgencia de escaso caudal y de la lluvia.
De regreso al cruce, nos hemos dirigido, pasando por el arroyo, al cortijo del Hornillo, con grandes olivos en su entorno, y que se encuentra ruinoso quedando solamente restos de unas instalaciones con balsas y unos tanques en donde se realizaba la explotación del ládano, un producto resinoso que fluye de las hojas y ramas de la jara pringosa. Al norte del cortijo seguimos por un sendero desbrozado recientemente, que discurre por una antigua acequia que utilizaron para proveer de agua a la explotación, y después de 300 metros llegamos al entorno del manantial, un roquedal con un salto de agua y abundante vegetación, donde observamos la antigua caseta de captación y protección, que además se ha utilizado para abastecimiento urbano.
Desde el manantial del Hornillo, por el mismo sendero retornamos al cortijo y desde allí continuamos por la pista forestal en ascensión y en el segundo cruce nos hemos girado a la izquierda para en 100 metros llegar a los restos de la antigua calzada romana, conocida como “El Empedraillo", de la que se dice que probablemente conectara Cástulo con las minas del Centenillo. Se trata de un pequeño tramo de unos 100 metros que se conserva en buen estado.
Desde la pequeña explanada situada al final, parten varios caminos que ascienden al cerro de la Estrella y al collado que sirve de límite con Castilla, y en su cercanía se encuentra la conocida como la Pantaneta del Empedraillo, una pequeña, pero profunda, presa que acumula agua en la cabecera del Salto de Fraile; objetivos que dejamos para próximas ocasiones.
• En la vuelta, descendemos hasta el cruce anterior y continuamos unos cien metros donde nos desviamos a la izquierda por un sendero que nos lleva al entorno del manantial del Salto del Fraile, y que en los últimos metros se observa que discurre por las conducciones realizadas para el abastecimiento (de La Carolina) de las captaciones de los seis manantiales con un caudal que oscila entre los 3 y 6 l/s. En sus fracturas rocosas destacan las tonalidades oscuras producidas por las características químicas de las aguas que en el salto se desprenden. Por un senderillo poco definido ascendemos a la poceta alta, con unas vistas magnificas del arroyo del Rey.
De nuevo en la pista forestal, ya en dirección sur, caminamos entre jarales en flor, por la denominada como ruta de la batalla de las Navas de Tolosa, que dicen fue aprovechada para sorprender y derrotar a los almohades, pasando por el cruce que lleva a la Mesa del Rey y adentrándonos brevemente en un senderillo para divisar el campo de batalla. En el siguiente cruce descendemos al arroyo del Hornillo, que vadeamos, y por la pista forestal continuamos hasta la unión de los arroyos, caminando un buen tramo sin senda definida entre una vegetación primaveral, atravesando una valla junto al cauce del arroyo, y en unos 200 metros, junto a otra valla, para llegar al inicio y final de la ruta.

• La ruta no tiene grandes dificultades, por lo que la consideramos como moderada, según nuestro criterio, al discurrir por pistas forestales y senderos bien definidos, salvo el último tramo junto al cauce del arroyo de las Bañas, donde además ha habido que cruzar dos vallas. También ha habido que tener mayor cuidado en el manantial del Hornillo y en el del salto del Fraile, si se accede a la poceta alta.
• La información obtenida para la preparación de la ruta la hemos conseguido en las páginas de: Manatiales y Fuentes de Andalucía, https://www.juntadeandalucia.es/.../aguas_subterraneas/GuiaAguaDespenaperros.pdf, elsenderistaloco.blogspot.com.es y http://www.redjaen.es/francis/. También, como en otras ocasiones, para su desarrollo hemos utilizado referencias de rutas subidas en Wikiloc, en este caso las de “jamaroto” y “litle boy”.