El Espinar- Cruz de Pedro Álamo- El Espinar.
near El Espinar, Castilla y León (España)
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El Espinar- Cruz de Pedro Álamo- El Espinar.
La Cruz de Pedro Álamo responde a una bonita leyenda, la de de un espinariego (natural de el Espinar) que en diciembre de 1617 fue sorprendido por una tormenta de rayos y nieve en este paraje. Invocando al Cristo del Caloco, un intenso resplandor iluminó la oscuridad de la noche y Pedro Álamo, que así se llamaba el espinariego, pudo llegar sano y salvo al pueblo. En agradecimiento, prometió levantar sobre el peñón en el que se había refugiado una cruz de piedra, que no subsiste, reemplazada por otra metálica. En el peñón puede leerse la siguiente inscripción: "ESTA † PUSO PEDRO DEL ÁLAMO. AÑO 1617".
Tenía muchas ganas de llegar a este paraje, que no conocía, un tanto escondido, pero con unas vistas maravillosas al Espinar, a la Sierra del Quintanar y, a nuestra izquierda, Cabeza Renales.
Hay diversos modos de acceder a esta Cruz, ubicada en lo alto de unas peñas. En esta ocasión he salido del casco urbano del Espinar, junto a la plaza de toros.
Subimos en paralelo al Arroyo del Boquerón, por su margen derecha (medida siempre según el cauce del arroyo, de arriba a abajo, izquierda según subimos). Esta ruta es maravillosa, porque se va entre pinares, a diferencia de la Vereda de Santa Quiteria, por la otra orilla del Arroyo Boquerón, que no tiene sombra.
Conectamos con el Camino del Ingeniero y a la altura de la zona llamada El Recodo giramos a la izquierda para hacer casi un arco completo. Aquí finaliza el Camino del Ingeniero y se toma una senda bastante abrupta y con fuerte desnivel que nos sube a un llano, en paralelo a la Boca del Infierno, donde el sendero es muy cómodo de transitar. Tendremos, como referencia, siempre a nuestra derecha, un cierre mediante una valla metálica que se extiende varios kilómetros.
Si se sigue el sendero, perfectamente marcado, se llega al objetivo de hoy, la Cruz de Pedro Álamo, sin pérdida alguna. Sin embargo, por seguir a Gerardogarri, que en este tramo describe bastante mal la ruta, salí por una portera a la derecha, en la Boca del Infierno y continué su ruta hasta una pista forestal e, inmediatamente, campo a través (aunque poco espacio y fácil de caminar), volví a cruzar la valla metálica en una zona de grandes piedras donde se permite el paso. Gerardogarri ubica aquí la Cruz de Pedro Álamo, lo que es erróneo, pues se encuentra como cuatrocientos metros más allá, siguiendo el sendero que abandoné al cruzar la portera que he mencionado. Continuando por este sendero no hay pérdida alguna y nos lleva a los pies de la Cruz. Para acceder a la misma hay un pequeño sendero a la derecha (al que luego volveremos), que sube hasta los pies de varios bloques de piedra donde, en el más elevado, se encuentra la Cruz. El acceso a la misma tiene cierta dificultad, hay que subir por una hendidura entra dos grandes peñas, pero con pasos que permiten el ascenso.
La vista desde la Cruz es, como dije, impresionante y merece, sin duda, el paseo.
Volvemos al sendero, lo seguimos hasta la zona donde se encuentra el Peñón de la Solana (no me acerqué a él) y aquí continué, equivocadamente, el sendero que traía durante unos metros, y hube de volver atrás, hasta un claro entre los pinos, donde, a la izquierda, se toma la ruta de bajada por un pequeño sendero, poco visible al principio, pero luego más definido. El sendero nos lleva al cruce, de nuevo, con el Camino del Ingeniero.
A partir de aquí, una vez cruzado el Camino del Ingeniero, y sin seguirlo, la ruta de Gerardogarri, enfila por una zona donde no hay camino definido y se va campo a través, con un tramo con ciertas dificultades, que exige prudencia. Así hasta conectar de nuevo con otro pequeño sendero y, un poco más adelante, campo a través de nuevo para bajar hasta la pista forestal (asfaltada), que une El Espinar con San Rafael. CREO QUE ESTE TRAMO ESTA MAL DEFINIDO POR EL AUTOR DEL TRACK QUE HE SEGUIDO, Y, AUNQUE NO TIENE MUCHO PELIGRO, ES MEJOR BUSCAR OTRS ALTERNATIVAS, BIEN SIGUIENDO EL CAMINO DEL INGENIERO A LA DERECHA HASTA ENCONTRAR UN PUNTO MAS FAVORABLE PARA BAJAR A LA PISTA FORESTAL, O A LA IZQUIERDA POR UN PEQUEÑO SENDERO QUE CREO PERMITIRIA VOLVER AL ESPINAR CON MAS FACILIDAD.
En todo caso, una vez en la Pista forestal, giro a la derecha para acercarme al área recreativa de las Barrancas, donde hay una excelente fuente con gran cantidad de agua.
Ahora ya solo toca seguir la pista forestal en dirección al Espinar para, en 2 kilómetros, regresar al punto de origen.
La Cruz de Pedro Álamo responde a una bonita leyenda, la de de un espinariego (natural de el Espinar) que en diciembre de 1617 fue sorprendido por una tormenta de rayos y nieve en este paraje. Invocando al Cristo del Caloco, un intenso resplandor iluminó la oscuridad de la noche y Pedro Álamo, que así se llamaba el espinariego, pudo llegar sano y salvo al pueblo. En agradecimiento, prometió levantar sobre el peñón en el que se había refugiado una cruz de piedra, que no subsiste, reemplazada por otra metálica. En el peñón puede leerse la siguiente inscripción: "ESTA † PUSO PEDRO DEL ÁLAMO. AÑO 1617".
Tenía muchas ganas de llegar a este paraje, que no conocía, un tanto escondido, pero con unas vistas maravillosas al Espinar, a la Sierra del Quintanar y, a nuestra izquierda, Cabeza Renales.
Hay diversos modos de acceder a esta Cruz, ubicada en lo alto de unas peñas. En esta ocasión he salido del casco urbano del Espinar, junto a la plaza de toros.
Subimos en paralelo al Arroyo del Boquerón, por su margen derecha (medida siempre según el cauce del arroyo, de arriba a abajo, izquierda según subimos). Esta ruta es maravillosa, porque se va entre pinares, a diferencia de la Vereda de Santa Quiteria, por la otra orilla del Arroyo Boquerón, que no tiene sombra.
Conectamos con el Camino del Ingeniero y a la altura de la zona llamada El Recodo giramos a la izquierda para hacer casi un arco completo. Aquí finaliza el Camino del Ingeniero y se toma una senda bastante abrupta y con fuerte desnivel que nos sube a un llano, en paralelo a la Boca del Infierno, donde el sendero es muy cómodo de transitar. Tendremos, como referencia, siempre a nuestra derecha, un cierre mediante una valla metálica que se extiende varios kilómetros.
Si se sigue el sendero, perfectamente marcado, se llega al objetivo de hoy, la Cruz de Pedro Álamo, sin pérdida alguna. Sin embargo, por seguir a Gerardogarri, que en este tramo describe bastante mal la ruta, salí por una portera a la derecha, en la Boca del Infierno y continué su ruta hasta una pista forestal e, inmediatamente, campo a través (aunque poco espacio y fácil de caminar), volví a cruzar la valla metálica en una zona de grandes piedras donde se permite el paso. Gerardogarri ubica aquí la Cruz de Pedro Álamo, lo que es erróneo, pues se encuentra como cuatrocientos metros más allá, siguiendo el sendero que abandoné al cruzar la portera que he mencionado. Continuando por este sendero no hay pérdida alguna y nos lleva a los pies de la Cruz. Para acceder a la misma hay un pequeño sendero a la derecha (al que luego volveremos), que sube hasta los pies de varios bloques de piedra donde, en el más elevado, se encuentra la Cruz. El acceso a la misma tiene cierta dificultad, hay que subir por una hendidura entra dos grandes peñas, pero con pasos que permiten el ascenso.
La vista desde la Cruz es, como dije, impresionante y merece, sin duda, el paseo.
Volvemos al sendero, lo seguimos hasta la zona donde se encuentra el Peñón de la Solana (no me acerqué a él) y aquí continué, equivocadamente, el sendero que traía durante unos metros, y hube de volver atrás, hasta un claro entre los pinos, donde, a la izquierda, se toma la ruta de bajada por un pequeño sendero, poco visible al principio, pero luego más definido. El sendero nos lleva al cruce, de nuevo, con el Camino del Ingeniero.
A partir de aquí, una vez cruzado el Camino del Ingeniero, y sin seguirlo, la ruta de Gerardogarri, enfila por una zona donde no hay camino definido y se va campo a través, con un tramo con ciertas dificultades, que exige prudencia. Así hasta conectar de nuevo con otro pequeño sendero y, un poco más adelante, campo a través de nuevo para bajar hasta la pista forestal (asfaltada), que une El Espinar con San Rafael. CREO QUE ESTE TRAMO ESTA MAL DEFINIDO POR EL AUTOR DEL TRACK QUE HE SEGUIDO, Y, AUNQUE NO TIENE MUCHO PELIGRO, ES MEJOR BUSCAR OTRS ALTERNATIVAS, BIEN SIGUIENDO EL CAMINO DEL INGENIERO A LA DERECHA HASTA ENCONTRAR UN PUNTO MAS FAVORABLE PARA BAJAR A LA PISTA FORESTAL, O A LA IZQUIERDA POR UN PEQUEÑO SENDERO QUE CREO PERMITIRIA VOLVER AL ESPINAR CON MAS FACILIDAD.
En todo caso, una vez en la Pista forestal, giro a la derecha para acercarme al área recreativa de las Barrancas, donde hay una excelente fuente con gran cantidad de agua.
Ahora ya solo toca seguir la pista forestal en dirección al Espinar para, en 2 kilómetros, regresar al punto de origen.
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