El Gran Meandro del Río Duero y Mirador de la Peña del Cura - Pinilla de Fermoselle

Preciosa ruta para hacer en cualquier época del año recorriendo 3 miradores privilegiados del Duero.

Dejo el coche a la entrada del pueblo, y voy caminando hacia la plaza donde encuentro la señalización del GR-14 (La Senda del Duero), la dejo a mi derecha y comienzo a descender por un buen camino verde y con agua como es la tónica habitual de estos días. Olivos, jaras, encinas y escobas acompañan el camino. Los Arribes se empiezan a vislumbrar pronto

No muchos metros después dejo el GR-14 y continuo por una bifurcación a la derecha. Continuamos por este hasta llevar a una barrera (que puede subir y bajar) que prohíbe el paso a vehículos agrícolas. Aunque tendremos que volver aquí, de momento seguimos por el mismo camino hasta que nos encontremos con un chivitero de piedra o refugio, no sé bien que es . Desde allí tenemos una vista magnífica del meandro del Duero llamado en Pinilla "Recodo de Fallas Malas".

Vuelvo sobre mis pasos hasta la barrera y allí giro a la derecha (de nuevo está indicado como GR-14). Este camino primero nos hará descender algo más y después nos hará recorrer, ascendiendo, por una ladera, teniendo siempre a nuestra derecha unas vistas del río preciosas.

Desde este recorrido se vuelven a tener unas magníficas vistas del meandro. Continuo el camino con intención de hacer la ruta que voy siguiendo pero de pronto y después de ver una bonita cascada y los restos de un molino, aparece ante mi la desolación más absoluta, los restos del incendio que hace unos años asoló la zona. Es un paisaje dantesco y fantasmagórico que solo tengo ganas de acabar, las siluetas de las encinas se recortan sobre las piedras y unas tímidas escobas empiezan a nacer con pocas ganas y sin ocultar el desastre.

Al final vuelvo a enlazar con el GR-14 que me lleva al pueblo en un suave descenso por una zona muy frondosa y verde que descansa la vista. Ya en el pueblo seguimos las indicaciones hacia el Mirador Peña del Cura (no hay pérdida posible porque está muy bien indicado).


Este mirador lo encontramos poco después de pasar las últimas casas del pueblo. Está acondicionado con bancos, una fuente, paneles informativos y sorprende que estén en braille pero no encuentras más que información, ninguna vista que merezca la pena. Te preguntas por qué se llamará mirador. Para poder volver a ver el río debes descender por la ladera abajo hasta una gran mole de piedra y desde ahí si tienes unas buenas vistas, pero nada que no hayas ido viendo todo el camino.

Desando lo andado y callejeando vuelto al inicio de la ruta con un sabor agridulce. Por una parte la enorme belleza de la zona no quemada por otra el dolor de los árboles sin vida con sus raídas ramas acusadoras. No hay perdón para quien destroza la vida.