El Guaraño - Sierra de la Cresta del Gallo - círculo mágico - Las Navetas (Algezares)

Magnífica ruta por senderos solitarios desde el cementerio de Algezares hasta la Sierra de la Cresta del Gallo, concretamente el círculo de piedras, que aún no conocía.

Aparcamos en las inmediaciones del cementerio de Algezares y lo bordeamos por una senda empinada y pedregosa que conecta perpendicularmente con otro sendero que discurre tras el camposanto y desemboca en la Casica de la Cruz, un oratorio construido en 2017.

Desde aquí seguimos a la izquierda por una senda paralela a las casas y que en unos minutos nos planta en una antigua cantera de yeso donde veremos dos hornos. Este tramo no es complicado, pero algunos pasos tienen fuerte pendiente y piedra suelta, lo que nos exige ir atentos, sobre todo cuando regresemos de bajada. Aun así, no tiene ninguna dificultad, y si la ruta la he calificado como moderada es por un tramo posterior al que me referiré más adelante.

Tras los hornos, la senda de suaviza y empieza un zigzag muy entretenido que nos plantará en la explanada de El Guaraño, un mirador natural con muy buenas vistas de la huerta sur, de la ciudad de Murcia y de la Vega Baja del Segura hasta la Sierra de Orihuela.

Salimos a la carretera que baja de la Cresta del Gallo, pero buscamos en la pared de enfrente el acceso a un sendero. Con cuidado y pisando con seguridad, subimos a ese sendero, algo difuso al principio pero bastante visible a los pocos metros.

Es este sendero que se dirige a la antena de televisión el que me ha hecho calificar la ruta de moderada. Y no es que sea difícil ni peligroso, pero sí que presenta varios puntos empinados con piso de tierra. Insisto, no es ni difícil ni peligroso, pero tampoco es una senda fácil como para ir con chanclas. De hecho es especialmente aconsejable traer buen calzado de agarre a esta excursión.

Llegamos a la imponente antena de televisión. Las vistas desde aquí también son estupendas. Estamos ahora en la carretera de subida a la Cresta del Gallo, pero la cruzamos y subimos por un ancho sendero que sigue ascendiendo hasta otra antena. En este caso se trata de una estación meteorológica, desconozco si en uso, ya que el recinto se ve algo desvencijado.

En una trifurcación escogeremos el camino de enmedio (ligeramente a la izquierda), que sigue en subida, aunque más leve y corta. Lo siguiente es buscar la pista forestal del Sequén a la Cresta del Gallo, a la que salimos en pocos minutos, girando a la derecha unos doscientos metros y abandonándola por otro sendero que sube a la izquierda. Hemos conectado con el PR-MU 21 Senda de los Veteranos 92, ya en la Sierra de la Cresta del Gallo.

Sin embargo también vamos a dejarlo muy pronto, justo cuando llegamos a un cortafuegos. Aquí nos tocará volver a subir por una senda, pero es muy corta, y además es la última subida. Haremos techo al situarnos ante un curioso círculo de piedras. El lugar es un balcón excelente para admirar el paisaje lunar, los Mamellones, Columbares y las murallas de King Kong.

Una preciosa senda junto al círculo discurre en paralelo a este balcón natural, así que disfrutamos de unas vistas inmejorables del corazón de la sierra.

Como está anocheciendo y aún me queda una bajada intensa, decido no alargar más la ruta, así que empiezo a retornar. Salgo a la pista forestal y la cruzo para caminar por sendas de viejas y abandonadas plantaciones. Estamos en el entorno de la Casa de las Navetas. Una valla nos protege de carr en un pozo abierto, aunque casi sin profundidad.

El sendero logra evitar la pista forestal y discurre en paralelo, aunque al final hay que salir a ella, pero también por poco tiempo, pues en un ensanche que vemos a la derecha nace el sendero que nos aproximará a Los Teatinos.

Esta senda es también divertidísima de caminar, y tendremos la posibilidad de acercarnos a un pequeño cerro sobre la urbanización que nos regala muy buenas panorámicas. De nuevo en la senda, pasamos junto a un viejo depósito de agua y salimos a la carretera, pero la evitamos siguiendo por la senda que baja pegada a la pared de la montaña.

Al final no habrá más remedio que pisar asfalto, y en la bifurcación de carreteras tomamos la que sirve para bajar de la Cresta del Gallo, así que caminaremos en dirección prohibida. Este kilómetro es un suave ascenso, y cuando llegamos al punto sobre El Guaraño dejamos carretera e iniciamos el descenso por el sendero de los hornos de yeso.

Está cayendo la noche, pero todavía se ve. Bajar está siendo mucho más fácil de lo que me dio la impresión cuando estaba subiendo. Al rebasar los hornos tengo que sacar el frontal, ya casi no hay luz natural, y además estoy en una zona profunda.

Enseguida vuelvo a pasar por la Casica de la Cruz, y de ahí tomo la senda del cementerio para finalizar una ruta que me ha parecido de lo mejorcito del parque regional (sin tener en cuenta los senderos homologados). Muy recomendable para disfrutar del entorno y meternos una buena dosis de actividad física.