El Hacho de Loja, los arrieros

En el día de hoy nos desplazamos hasta la localidad de Loja para realizar la ruta de subida al Hacho.
Un poco de historia de esta localidad granadina sacada de la historia de Loja "es que su importancia la adquiere a partir de la presencia árabe en estas tierras de lo que hoy día quedan vestigios como es su alcazaba fué en el siglo XIV que nace en esta localidad un influyente personaje Ibn-Aljatib, que con el paso del tiempo llegaría a convertirse en un influyente personaje durante los reinados de Yusuf I y Muhammad V, aunque las intrigas palaciegas lo obligaron a vivir la última etapa de su vida perseguido y condenado por herejía. Murió estrangulado en prisión en la primavera de 1375. Su obra literaria, más de setenta obras, que tratan sobre aspectos que reflejan el saber de su tiempo, le han valido para que cuando nos refiramos a él lo hagamos con el sobrenombre del "Historiador de Granada". "El siglo XIX supondrá otro interesante hito en el transcurrir histórico de Loja, motivado por dos acontecimientos de singular relevancia: la rebelión del los campesinos de 1861 y la figura del general Narváez. Como precedente de lo que habría de ser los movimientos revolucionarios de la década de los sesenta, la rebelión campesina de 1861, encabezada por Rafael Pérez del Álamo, supuso la ocupación de la ciudad durante cinco días como una muestra de la desesperación reinante ante la detentación caciquil del poder por parte de la oligarquía local. Con la llegada a la presidencia del gobierno de Isabel II, el general Narváez, Loja pasaría nuevamente a ocupar un papel de cierto protagonismo dentro del transcurrir de la vida nacional, aunque excesivamente personalizado en la figura del Duque de Valencia. El General nos dejó como legado y símbolo de su riqueza y poder, varios edificios que aún perduran en nuestros días: los Jardines, el Mausoleo y el Palacio, actual edificio consistorial".
Dejamos los coches cerca de la estación de ferrocarril exactamente en en la Venta el Frontil pasado el puente a la izquierda está la venta.
Comenzamos nuestra ruta tomando una pista a que esta indicado la subida al Hacho que sale enseguida y nos conduce entre olivos, decidimos en un principio hacer la subida por la parte derecha pero pronto desistimos del intento y lo hacemos por la conocida como Cañada de Loja que en continua subida y sin dejarla nos llevara en moderado ascenso hasta nuestro destino, la pista que hemos tomado no la abandonaremos hasta el km 4,85 donde tomaremos a nuestra derecha una vereda que va buscando la linea de alta tensión hasta la cantera de áridos existente en el lugar, ya cerca de la canteratomamos otra pista a la derecha abandonando la linea de alta tensión que hemos ido siguiendo aproximádamente estaremos a unos 5,5 km desde la salida continuamos esta pista poco menos de un km donde esta señalizado a la izquierda un sendero con cartel de subida al monte Hacho el cual ya no dejaremos hasta estar en lo alto de la cima. En el día de hoy como era de reconocimiento no hemos subido al hacho por falta de tiempo lo dejamos para la próxima subida nos quedamos en la caseta con antenas que hay cerca del Hacho. Una vez disfrutado de las vistas que nos depara el lugar empezamos nuestro descenso or una nueva pista perfectamente señalizada pero sólo hasta el km 8,5 de la partida ya que aqui se recomienda para próximas excursiones tomar la pista que nos sale a nuestra derecha y realizar el recorrido de vuelta por el mismo itinerario que hemos realizado la subida es mucho más fácil y seguro, nosotros hoy hemos seguido bajando entre pinares pero tiene mucha pendiente y no se recomienda seguir esta parte de la ruta para grupos por su dificultad. En el día de hoy la hemos hecho bajando hasta alcanzar el olivar que nos deja ya muy cerca del punto de partida en la Venta de el Frontil.
En todo su recorrido a parte del olivar y alguna zona de almendros destaca por su belleza el bosque mediterraneo que no esperabamos encontrar por estos lares, también nos llama la atención la gran cantidad de cercados existentes en la cañada que hemos ido siguiendo.