EL HIERRO LAS CASAS MIRADOR PLAYAS EL PINAR

Permitidme esta licencia que aquí quiero relatar, que de no haberme ocurrido donde me ocurrió tal vez hubiera acabado en el cuartelillo dando muchas explicaciones.
Cojan cojan todos los higos que quieran, les dijo un buen paisano a mis dos amigas compañeras de esta ruta al paso de nuestra marcha por una finca de frutales. A mi pregunta de si los higos eran suyos, el muy socarrón me respondió que no. Pero no importa tomenlos de la sombra. Y si los que acabamos en la sombra somos nosotros, pregunte. Mis dos acompañentes haciendo caso omiso a mis consejos, estos higos tienen dueño, y el dueño no es quien con esa alegría aconseja recogerlos, se adentraron en la finca tomando higos a distro y siniestro.
Y como es lógico apareció el dueño de los higos, de la higuera y de las tierras. Y ¿a quien piensan que se dirigió?, pobre de mi, que ni un solo higo había tomado ni pisar las tierras siquiera. Estos higos tienen dueño me dijo, y el dueño soy yo. Ya me lo imagino le respondí, pero dígaselo a quienes los higos están robando.
Me sentí un tanto culpable por no haber convencido a mis dos amigas, y al rato aparecí en casa del dueño de los higos de la higuera y de las tierras. Permítame excusarme en nombre de mis dos amigas, le ruego me acepte mis disculpas y esta botella de vino. Mucho y buen vino hay por estas tierras, pero no tengo otra cosa a mano que ofrecerle. He venido muchas veces a este lugar de encanto y no quiero que se me recuerde como un ladrón, máxime cuando mis manos no han tocado un solo higo, ni mis botas han pisado sus tierras.
La respuesta memorable del dueño de los higos de la higuera y de las tierras es digna de aparecer en los anales que describen la grandeza del hombre. Aqui en lo bajo de mi casa guardo más de mil litros de vino, más otros tantos que guardo en mi bodega. Le agradezco que haya venido a mi casa que siga viniendo cuando quiera y que siga visitando esta isla. Guárdese hombre esta botella de vino que me trae y disfrútela con sus amigas. Aquí cerca de mi casa hay otra higuera y tome cuantos higos quiera y véngase a mi bodega que ayer vendimiamos y llévese unos racimos de uvas.
Total que por la femenina compañía ahora tengo un amigo, tengo vino higos y tengo uvas.