El Hombre de Guayadeque (Gran Canaria)

La ruta comienza en el barrio de Las Crucitas, en la carretera GC-100, justo a la entrada de Agüimes. Se sigue una pista en sentido ascendente hacia dos elevaciones que albergan unas cuantas antenas. El entorno es muy desolado, sin apenas vegetación, pero vamos cresteando, con buenas vistas panorámicas del núcleo de Agüimes a la izquierda, y la costa del sureste de Gran Canaria a la derecha.

Al poco de iniciar la subida, nos desviamos por un sendero hacia la izquierda. Una decisión errónea, puesto que lo que pensábamos que podía ser un atajo, no era más que un camino mal trazado que termina desembocando en la pista 200 metros más adelante.

Una vez alcanzada la primera elevación, que es prácticamente un mirador privilegiado, a pesar de acoger su correspondiente nido de antenas, se avanza por una degollada hasta el segundo promontorio. A partir de aquí el entorno empieza a estar dominado por un mar de tabaibas, que en nuestro recorrido estaban secas, pero que es de suponer que con un poco de lluvia cubrirán la zona de un manto verde.

Un poco más adelante, siguiendo el camino en un continuo descenso, alcanzamos el Morro del Cuervo, que es una formación rocosa que alberga unos interesantes petroglifos de los aborígenes canarios, especialmente el conocido como "El Hombre de Guayadeque".

La ruta continúa en sentido descendente hasta alcanzar otro pequeño promontorio en el que hay un conjunto de cuevas de los antiguos canarios, con alguna pintura todavía visible.

La vuelta la hicimos bordeando por la falda de los promontorios, pasando muy cerca del núcleo de Agüimes.

La vegetación es muy escasa en todo el trayecto. Aparte de las tabaibas que ya he comentado, apenas unas cuantas tuneras y las palmeras canarias que se aprecian al acercarse al pueblo. Pero en la primera parte del trayecto, las vistas son magníficas, porque se domina prácticamente toda la comarca sureste de la isla.