El Hoyo de Pinares: valles del Palizas y Valdecobos

Lo mejor, los paisajes de las tres partes de la marcha: (1) El valle del Palizas, que discurre entre antiguos terrenos de cultivo, abandonados para pastos, y ocasionalmente encajonado entre roquedales que dan origen a vistosos rabiones. (2) Las praderas de la parte alta, muy animadas de ganado en esta época. (3) El valle del Valdecobos, más ancho que el primero y también cubierto de prados con ganados, flanquado por atractivos riscos.

Lo peor: No hay nada negativo en esta marcha. Los arroyos bajaban crecidos pero encontramos puentes para cruzar los principales (waypoints 2 y 4), y los menores no ofrecieron dificultad. El paisaje menos atractivo está entre los waypoints 4 y 5 cuando ascendemos entre bosque sin perspectiva.


La primera parte de la marcha asciende por el valle del Palizas campo a través sin dificultad, con enorme gozo de andar entre aguas cantarinas y prados poblados por vacas autóctonas (negra avileña), con sus terneros. Copiamos esta parte de las marchas de “asturcon” (id=4553522) y “pinhonal” (id=3927605) a quienes agradecemos el saber de antemano que era fácil moverse por el fondo del valle. (Si hubiéramos optado por la pista que sube a nuestra derecha, habríamos perdido todos los encantos del río.)

En la segunda parte, abandonamos el valle subiendo por ancho camino hacia el oeste al alto de Las Dehesillas, que cubren inmensas praderas festoneadas de enebros y ocupadas por multitud de vacas, esta vez charolesas, también con sus crías. El lugar es ideal para el bocadillo y la siesta.

En la tercera parte descendemos por antiguos caminos al valle de Valdecobos, cubierto por amplios prados, ya poco cuidados, en los que también pastan vacas, ahora limusinas. Es curiosa esta segregación por razas en los tres tramos de nuestra marcha. Este valle lo flanquean agrestes riscos, como el de Las Canchas y el Yuste, sobre los que viven esforzados pinos.