EL MEDANO-MONTAÑA BOCINERO-MONTAÑA ROJA-LA TEJITA-EL MEDANO

Comenzamos esta caminata en el Médano. La marea está bastante baja y podemos realizar casi toda la ida por la playa. Pasaremos por la Charca o Lago de La Mareta: una charca de agua salada que se filtra entre la arena creando un curioso ecosistema. Esta parte del Médano corresponde con la Playa de Leocadio Machado: Una playa que encierra una curiosa leyenda. “Durante el siglo XIX vivieron en Granadilla dos amantes, María y Juan. Él se embarcó en busca de fortuna hacia América y pasados muchos años ella recibió una carta de su amado indicándole que regresaba a la isla para vivir juntos el resto de sus días, más el tiempo pasó y no llegaba y María lo esperaba continuamente en la costa olvidándose de regresar a su casa y quedándose sin hablar con nadie hasta que desapareció. Nunca se encontró su cuerpo y se dice que se quedó petrificada en lo que hoy es la roca que le da su nombre”. Nos dirigimos, contemplando uno de los bunkers de la segunda guerra mundial, hacia la Montaña Bocinero, que es un subcono piroclástico basáltico mezclado con materiales calizos. Presenta acantilados de cierta verticalidad hacia el mar, y su altura es de 36 mts. El cono de Montaña Bocinegro se encuentra bastante deteriorado, esto se debe a la apertura de pistas y caminos de manera discriminada. A continuación comenzamos el ascenso hacia Montaña Roja, un imponente cono volcánico de un curioso tono rojizo que con 171 metros de altura es el resultado de una erupción litoral que quedó irremediablemente unido a la isla por un brazo de materiales volcánicos. Su cumbre ofrece unas impresionantes vistas y una absoluto silencio que solo rompe el viento, el sonido del mar…y el tráfico aéreo del aeropuerto Reina Sofía. Desde la cumbre se divisa la playa de la Tejita, que decidimos ver de cerca, una vez bajamos de Montaña Roja. Una impresionante playa de arena fina, de color negro, con 36 mts de ancho y casi un kilómetro de largo. Volvemos hasta el punto de partida, no sin antes habernos dado un refrescante baño y reponer fuerzas.