El Oteruelo por su portillo; Peña Nava; La Canaleja; Albuera. Desde el Portillo del Castillo, Arreba. Valle de Manzanedo.

Circular difícil por el sucio acceso al portillo del Oteruelo y por la pequeña trepada que se debe realizar para llegar al cordal de esta sierra magnífica.

Tampoco se necesita ser escalador, pero sí conviene atender a las necesidades del ascenso por una canal de piedra escabrosa.
Cabe decir que casi lo peor es llegar a su base debido a lo sucio del sendero a media ladera a causa de la vegetación y los canchales o derrubios por gravedad que se intercalan en diferentes tramos.

La subida es muy atractiva para los que desean un poco de emoción, pero para los que padecen vértigo y no coordinen conveniente en su avance por los montes de piedra y con mucha pendiente es mejor que no lo intenten.
Así se quitarán un buen calentón y a mí no me mirarán de refilón.

Partimos dede el Portillo del Castillo, perteneciente al Barrio de la Fortaleza de Arreba, Localidad adscrita al Valle de Manzanedo.
Encaramos la carretera que apunta hacia Ailanes, del Valle de Zamanzas, y cruzamos la carretera para ascender por una pista de hormigón que se fraguó para situal en dos zig zags más arriba una estación de repetidores de antenas.
Desde ahí se puede divisar gran parte del valle de Zamanzas y las poblaciones de Manzanedo qu se sitúan fuera de su valle geológicamente hablando.
también se pueden ver las líneas de horizonte de los montes rocosos que acotan la Gándara y los maravillosos crestones calcáreos de estas sierras que nos rodean.

Continuamos hacia arriba por un camino ancho de hierba ya entre el bosque de la ladera en la que ya nos hemos adentrado.
Este tramo es corto. Cuando desaparece esta lanzadera encontramos un claro en redondo.
Se comprueba que aquí giraba la caterpillar que en su día realizó las tareas de la creación del camino.

Desde aquí en adelante la senda que tomamos está para jabalíes y algún insensato más.
Se puede ir, pero raspaneras, zarzas, argomas, espinos y derrubios por gravedad hacen que parezca esto la búsqueda del Castillo de la Bella Durmiente.

Así hasta ponernos a la altura del portillo del Oteruelo.
Una canal estrecha y muy empinada nos va a permitir acceder al cordal de la sierra de Nava.
Con cuidado trepamos para evitar imprevistos y por fin llegamos desde la base a la parte superior de este paso que es más para animales que para senderistas.

Las vistas imponen cuando uno se da cuenta de por dónde ha subido.
Mejor subir que bajar.

Una vez pasado el calentón nos encaramos hacia el norte para llegar a la cruz de madera que se colocó en el collado del Oteruelo.

Una vez aquí nos damos cuenta que vale la pena el esfuerzo, pero se debe indicar que no necesariamente se debe hacer por donde nosotros lo hemos realizado hoy.

Volvemos la espalda al Oteruelo para volver a pasar junto al portillo y de ahí nos vamos a Peña Nava.
Zamanzas a nuestros pies.

Esta cima tiene punto geodésico y buzón.
En ella se localizan unas antenas de comunicaciones.

Bajamos luego entre brezos y argomas hacia la pequeña cañada de La Canaleja para llegar así a Albuera.

De ahí giramos a la izquierda y por el pinar de esta zona llegamos a la carretera que sube a Arreba.

El Castillo nos observa cómo vamos llegando a sus pies y justo en su Portillo, donde se cruzan las carreteras para ir a Zamanzas o al páramo llegamos a nuestro punto inicial de esta ruta corta, marruyera y espectacular.