El Parque do Monte da Tomba y el Área arqueológica da Caeira (Poio - Pontevedra)

Este es un corto paseo por Campelo y Campañó, en Poio (Pontevedra) en el que vamos a visitar en primer lugar el Parque do Monte da Tomba con un magnífico mirador de vistas privilegiadas sobre la comarca de Pontevedra y a continuación el Área arqueológica da Caeira.

A Tomba (82 hectáreas en los montes de Campañó) tiene la ventaja de que se puede llegar andando desde el centro urbano y la singularidad de que acoge la primera plantación de olivos de Pontevedra con el objetivo de producir aceite.

Desde O Mirador do Chozo do Pinar do Rei las vistas son magníficas. Hay allí un panel informativo que nos señala los elementos de relieve más significativos.

El Área Arqueolóxica da Caeira es un lugar casi desconocido para las gentes que no son de los alrededores de Pontevedra. En las laderas laderas del Monte Tomba, situadas en el barrio de Boa Vista a 150 m de altitud, se encuentran una gran cantidad de grabados rupestres. Es posible ver ochro ocas con grabados. La zona se encuentra habilitada para la observación de los petroglifos por medio de pasarelas de madera y cuenta con paneles informativos.

Los petroglifos se concentran en dos grandes piedras, conocidas como “A Laxe das Lebres” y “A Pedra Grande de Montecelo”. Estas dos rocas están declaradas Monumento Nacional y los demás petroglifos se encuentran bajo la protección de Bien de Interés Cultural.

Además de los grabados desde el lugar tendremos unas fantásticas vistas de la capital de Pontevedra y del Río que forma su Ría, el Lérez.

La primera parte del paseo es en suave subida que en ningún momento se hace pesado. Casi todo el camino es por pistas asfaltadas con poco tráfico por tratarse de caminos vecinales. Hay algún que otro tramo de pista forestal y al llegar al Área recreativa do Monte da Tomba la pista es de tierra.

Después de cruzar este Área recreativo nos vamos a encontrar con un espléndido petroglifo. Nosotros subimos hasta la zona más alta llamada Cruz de San Pedro y por ello tuvimos que desviarnos del camino para poder ver elgrabado rupestre. Seguramente, sin subir a la cima de la colina y tomando un camino que la bordea nos evitaríamos tener que desandar camino (con bastante cuetas, por cierto).