El Patriarca del Ombradal

El Tejo del Ombradal, el leiv motiv de esta ruta, es de esos árboles que cuando ves unas fotos te sorprenden pero cuando te enteras que es un tejo todavía mas. De forma que cuando Juane Alemany me comento que pensaba hacer una ruta para verlo, nos apuntamos enseguida. También acudió Narviteruel (Alberto) que demuestra que además de Teruel, los turolenses también existen, y este ejerce de ello.
Por su tamaño y por comparación con otros tejos se le puede estimar una edad de entre 1300 y 1350 años, lo que quiere decir que nació entre los reinados de Wamba y Witiza.
Además de esta maravilla, veremos algunas curiosidades geológicas y unos muy buenos bosques de quejigos en el entorno de las umbrías del Barranco del Carrascal.
Partimos de la Plaza de España, donde se pueden aparcar los vehículos. Ascendemos por la calle Mayor, pasando junto a la Oficina de Turismo, donde está el Museo de las Guerras Carlistas.
Tras pasar la magnífica y ahora solitaria plaza porticada vamos en búsqueda del Sendero GR 8. Después de cruzar la carretera sigue una senda de herradura que discurre a media ladera, primero pasando bajo el pueblo y luego en mitad de una pendiente cortada por pequeños barrancos, acercándose a donde se forma el río Cantavieja.
Discurre por medio de un bosque de boj, robles, agracejos incluso algún acebo; entre las fragancias que le da la abundancia del boj.
Nos deleitamos con la Cascada que forma el barranco del Ojal sobre el barranco del Carrascal, antes de seguir la senda que nos llevará a la Masía Valero.
Dejamos el GR antes de la cuenta de forma que hacemos un trozo por el lecho del barranco antes de retomar la senda, justo debajo de una canalización.
Esta senda va por la solana bordeando terrazas con algún añoso almendro abandonado a su suerte y un carrascal con algún quejigo. Enfrente lo que predomina es el roble.
Tras cruzar el barranco del Ombradal la senda sube zigzagueando hacia la Masia.
Aqui tomamos el camino que sigue subiendo hacia las ruinas de la Masía de la Rapiña.
Poco antes de abandonarlo, pasamos por un punto donde hay una muy buena panorámica del pliegue en rodilla y de los cuchillos. Abajo confluyen los barrancos del Carrascal y del Avellanar.
A los pies de un peñón extraplomado dejamos el camino para remontar los cuchillos monte a través.
El espacio entre las crestas está ocupado por antiguas terrazas con un bosque de carrascas, que son reemplazadas por quejigos conforme vamos subiendo. El tránsito por este tramo es fácil y agradable, pero se sigue subiendo.
Tras saltar un muro de piedra pasamos por un mirador antes de salir a un sombreado camino que seguiremos durante un rato.
Vamos a hacer un recorrido de ida y vuelta al magnífico tejo. Andamos por un espeso bosque de pino albar con boj y toda una cohorte de especies caducifolias, serbales, avellanos, quejigos, acirones, etc.
En un entorno así nos encontraremos al Tejo, tras un corto tramo de un fuerte subida, en el que será el punto más alto de la ruta.
Tras empequeñecernos bajo tamaño GiGanTe bajamos con precaución al camino. Este nos llevará serpenteando por este mágico bosque con una pendiente moderada hasta el fondo del barranco del Ombradal en las proximidades de la Masía Torre Pilar. Conforme vamos bajando van apareciendo algunos magníficos pinos negrales.
En la Masía tomamos el camino de acceso, tras un tramo llano lo abandonamos en el Masico la Torre para seguir una vieja senda que rodea la loma por encima de las repisas sobre el barranco del Ombradal.
Esta nos dejará en el GR 8 justo encima del Mas del Morrón.
La construcción se encuentra encima de una gran pared mirando a Cantavieja.
Bajamos por el GR hasta la cascada donde nos regalamos con un refrescante pediluvio.
En este punto había dos posibilidades de vuelta, seguir bajando junto al rio y subir por la GR que venía de Mirambel o hacerlo por donde habíamos bajado. Al final utilizamos esta segunda alternativa, ya que la senda es agradable y de pendiente suave y tendida. De forma que casi sin darnos cuenta llegamos a la fuente de la Plaza de España.
Así acabamos esta ruta de amplisimas panorámicas y grandes atractivos botánicos y geológicos, casi toda ella a la vista de Cantavieja y de la Muela Monchen, que todo lo ve.