El Pelayo - Tarifa

Ruta de Pelayo a Tarifa pasando por:
- Ruinas del Cortijo del Tocinero (6.3 km)
- Fuerte Del Tolmo (6.9 km)
- Cala Arenillas (8.9 km)
- Mirador del Flysch (10.0 km)
- Torre de Guadalmesí (12.0 km)
- Castillo de Guzmán el Bueno (21.3 km)

Crónica: Breve descripción del recorrido:

Aunque teníamos previsto haber iniciado esta ruta desde Getares, dado que el chófer decía que la carretera era demasiado estrecha para llegar hasta allí con el bus, cosa que dudamos, el caso es que recurrimos al Plan B de empezar desde la barriada del Pelayo, coincidiendo el inicio de ruta con el primer tramo del sendero señalizado Cerro del Tambor, que abandonamos poco antes de completar el 2º kilómetro de recorrido, para continuar por la Colada de la Costa-Huerta Grande, teniendo a nuestra izquierda una curiosa perspectiva del Peñón de Gibraltar presidiendo la bahía de Algeciras, y frente a nosotros el “Yebel Musa”, que con su imponente silueta al otro lado del mar, nos acompañaría la mayor parte de la ruta, siendo nuestro principal hito orográfico al sur de nuestra posición, junto con otras montañas del Rif que en esta jornada podíamos contemplar con gran nitidez.

Tras 4,5 km descendiendo suavemente por pista terriza en dirección S-O, por una pista terriza con bellas vistas hacia el mar, después de habernos cruzado con varios grupos de motoristas de cross, ciclistas, un hortelano quemando ramas de olivos y numerosos grupos de vacas mansas retintas, con algunos ternerillos, abandonamos la pista toando una angarilla, que en dirección predominantemente sur nos llevó hasta el antiguo “Fuerte del Tolmo”, que contaba con un muelle muy cercano, ambos se construyeron en 1741, lejos de Gibraltar, para abastecer a Ceuta si quedaba aislada durante una posible guerra contra los ingleses. Este temor se materializó en 1740 cuando estalló una nueva guerra con Inglaterra. Entonces, ante el peligro de que Ceuta quedara aislada, se pensó habilitar un puerto de embarque alternativo a los de Algeciras y Tarifa en la costa del Estrecho para asegurar el abastecimiento de la ciudad norteafricana. Ese lugar debería hallarse cerca de la costa ceutí y fuera del control de los navíos ingleses que fondeaban y actuaban desde el puerto de Gibraltar. De esta manera podría servir de punto de embarque de las vituallas y el armamento necesarios para el abastecimiento y la defensa de una posesión española que se hallaba aislada por la parte de tierra y amenazada de bloqueo y asalto por las cabilas marroquíes.

Desde el Fuerte del Tolmo, donde hicimos la “parada del plátano”, descendimos a su ensenada, parcialmente invadida de algas, y a partir de aquí siempre caminamos, paralelos a la línea de costa, a veces por sus pequeñas playas, a veces por encima de su línea de acantilados, normalmente de “baja” altura. Una de las principales señas de identidad a lo largo de este recorrido son los denominados “Flysch” que forman esa especie de canales paralelos a la línea de costa.

Destacando también las baterías de costa o coloquialmente conocidos como “nidos” o “bunkers”. Estas estructuras fueron construidas a comienzos de la Segunda Guerra Mundial, debido al creciente movimiento de buques aliados para ocupar posiciones estratégicas y posteriormente facilitar el envío de tanques en la famosa batalla del Norte de África entre Rommel y Montgomery. El caso es que Franco y sus asesores, temerosos de ser atacados por una posible invasión marítimo terrestre para volver a instaurar una república en España con el apoyo de Gibraltar, se pusieron, rápidamente manos a la obra para la construcción de estas enormes fortificaciones, que fueron levantadas con la mano de obra de unos 15.000 prisioneros republicanos.

El sistema de defensa del Campo de Gibraltar está compuesto por tres sectores, que se extienden por la costa gaditana desde la desembocadura del Guadiaro hasta las playas de Conil. Y que de Este a Oeste son sector La Línea-San Roque; sector Algeciras-Getares-Guadalmesí y sector de Tarifa, que, abarca hasta Conil, pasando por Bolonia, Faro Camarinal, Zahara de los Atunes, Barbate y Caños de Meca, y que, al contar con las playas más extensas del Campo de Gibraltar, fue un lugar especialmente fortificado durante la Segunda Guerra Mundial, llegándose a instalar hasta seis campamentos, con un gran número de baterías de costa, caminos militares, senderos, puestos de vigilancia… que aún se pueden apreciar. De hecho, la Isla de las Palomas es un verdadero museo al aire libre de las fortificaciones de la costa española.

Una vez reagrupados en la desembocadura del arroyo Maraber, donde habríamos llegado directamente, en caso de haber continuado por el sendero del cerro del Tambor, continuamos por la línea de costa, llevando siempre el mar a nuestra izquierda, hasta la desembocadura del río Guadalmesí, cuyo vado estaba totalmente invadido de agua, pero acercándonos a la línea de mar, sepodía vadear sin problemas caminando sobre unas rocas redondeadas de gran tamaño, tras las cuales un pequeño grupo de compañeros estuvimos almorzando con los pies en el agua, bajo la línea del pequeño acantilado que preside la Torre del Guadalmesí, que teníamos unos 30 m por encima nuestra. Mientras que el resto del grupo, prefirió comer en un bonito mirador-merendero quehay un poco más allá de la torre, en la parte superior del acantilado.

La torre del Guadalmesí es una torre almenara (fuera de una ciudad), hito emblemático de este itinerario, en el parque natural del Estrecho y fue declarada bien de interés cultural el 29 de junio de 1985, toma su nombre del arroyo, que desemboca en el mar justo a sus pies. Fue construida en 1588 por Don Luis Bravo de Laguna (responsable de fortificaciones durante el mandato de Felipe II. Su función principal, además de la vigilancia de tránsito por el Estrecho manteniendo contacto con la torre de la Isla de las Palomas a Poniente y la torre del Fraile a Levante, fue la de evitar que embarcaciones enemigas hicieran acopio de agua en el ríoGuadalmesí, único punto en un amplio tramo de costa donde podía hacerse en verano. De hecho, antes de esa fecha, solían repostar agua, los piratas berberiscos.

Desde la Torre del Guadalmesí podemos contemplar, el parque de antenas del Tajo de las Escobas, que también hemos hollado en rutas combinadas con el bosque de niebla de “Los Llanos del Juncal”; el cerro del Tambor, y la punta de la Parra. Además del Yebel Musa, siempre omnipresente al otro lado del mar.

Cerca de la Torre del Guadalmesí nos encontramos con un observatorio de aves migratorias. A lo largo de este recorrido además de admirar espectaculares ejemplos de flysch, panorámicas privilegiadas hacia la costa de Marruecos, y pasar junto a antiguos bunquers y cuarteles de la Guardia Civil, atravesaremos numerosas angarillas, pertenecientes a fincas que cuentan con vacas sueltas, si bien, normalmente son mansas y están muy acostumbradas a ver pasar senderistas.

En nuestra trayectoria, dirección Oeste, con el mar siempre a nuestra izquierda, ascenderemos a una pequeña elevación desde donde obtendremos las primeras vistas del puerto de Tarifa, así como del faro de la isla de las Palomas. En este tramo algunas veces vamos a caminar por dentro de unas cárcavas cerradas, como si fuésemos por dentro de una “V” que localmente se conodcen como “Parentones”. Conforme nos vamos acercando a tarifa el tamaño de los Flysch parecen aumentar de tamaño, algunos alcanzan casi los dos kilómetros de longitud, y llegan a meterse tierra adentro, hasta el punto de que en más de una ocasión caminaremos sobre ellos o junto a ellos.

Son muy fáciles de identificar, porque siempre aparecen ante nosotros como largas líneas rocosas sumergidas o semisumergidas (según la marea) a escasos metros de la orilla, y que son de origen sedimentario compuestas por alternancia rítmica de capas de rocas duras cohesivas (calizas, pizarras y sobre todo areniscas muy compactas) intercaladas con otras más blandas friables (margas o lutitas).

Los Flysch suelen aparecer intercalados con la “Rasa Mareal”, también denominada “Plataformas de abrasión”, se trata de una plataforma rocosa costera, al nivel de la marea baja, que aparece por delante de los acantilados rocosos, formada por la erosión del mar sobre éste, que se produce sólo si se da una serie de factores como son los tipos y disposición en capas de las rocas y una diferencia intermareal significativa (entre la marea alta y la marea baja). De manera que “la rasa” queda ligeramente por debajo del nivel marino y es visible en la marea baja, cuando se retira el oleaje o contemplamos el mar en un día tranquilo.

La llegada a Tarifa la hacemos por la zona del Puerto, pasando junto al histórico castillo fortaleza de Guzmán “El Bueno” que dejaremos a nuestra derecha, mientras que el Puerto quedará a nuestra izquierda..

NOTA:
Si disponemos de tiempo suficiente, lo ideal para complementar esta ruta es finalizar con una visita a la Isla de las Palomas, donde se localiza la Punta de Tarifa, el extremo que separa el Mediterráneo del Atlántico. Actualmente, el acceso a la isla requiere una reserva previa:
http://www.turismocampodegibraltar.com/tarifa/que-visitar/Isla-de-las-Palomas/

Punta Paloma, con la playa de Valdevaqueros en su flanco este, es un cabo que comprende más allá de la gran duna de Tarifa, donde destacan las instalaciones militares conocidas como Paloma Alta, compuestas por tres cañones que dominan el estrecho de Gibraltar.

Estos magníficos ejemplares se encuentran inactivos desde 2008, cuando realizaron su último disparo. A día de hoy están deteriorados y el Ministerio de Defensa ha aceptado que esta batería de costa, no se desmantele dado su importante valor histórico y monumental.


Curiosidades del ESTRECHO DE GIBRALTAR:
A lo largo de la historia, el Estrecho de Gibraltar ha sido conocido por diferentes nombres. Los fenicios lo llamaban “Las Columnas de Mekart”. Los griegos lo conocieron como “Las Estelas de Heracles” o traducido por los romanos posteriormente como “Las Columnas de Hércules”, el último lugar del mundo conocido en su tiempo. Aunque los navegantes romanos, también lo conocían como “FretumGadinatum” o Estrecho de Cádiz.

El nombre actual de “Estrecho de Gibraltar” proviene de la época de Al-Ándalus. Es una evolución de “Montaña de Tarik” (en árabe, «Jabal Tariq»). Desde que se iniciara la conquista musulmana de la Península Ibérica, ya que Tarik fue el caudillo que encabezó la invasión. Para los árabes, el Estrecho de Gibraltar también era conocido con el curioso nombre de “Puerta de la Caridad”.

A lo largo de la Historia, el paso de África a Europa ha sido considerado un punto estratégico y su control ha sido objeto de deseo, desde el comienzo de la conquista musulmana a la toma de Gibraltar, pasando por la cesión de Gibraltar a los Ingleses incluida en el humillante tratado de Utrech, la posterior
Batalla de Trafalgar o el impresionante tráfico de navíos por parte de la Armada de la Alemania Nazi, y posteriormente de la Armada Británica y Americana, para el transporte de la guerra de tanques del Norte de África entre Rommel Alemania) y Montgomery (Inglaterra) y el general Patton (USA), que a la postre sería crucial para desalojar las tropas alemanas de Italia y derrocar a Mussolini. Hoy día es un importantísimo paso para el tráfico naval, como lo demuestran el puerto de Algeciras o el deTánger.

El hecho de albergar un tráfico que sobrepasa los 82.000 buques al año, con una media de 300 barcos diarios -uno cada cinco minutos-, hace que sea considerado uno de los pasos más transitados del planeta y uno de los lugares más importantes para la geoestrategia mundial, como nos recuerda el “Coronel Baños”.

Desde los tiempos en que los Fenicios cruzaron el Estrecho para fundar la ciudad de Gades (Cádiz), la capital más antigua de España, ya empezamos a tener noticias escritas sobre la Leyenda de este histórico lugar. Hasta los griegos lo incluyeron en su maravillosa Mitología, siendo uno de los 12 trabajos de “Heracles” (en Grecia) o “Hércules” (en Roma): separar las columnas que metafóricamente veían representadas en el Peñón de Gibraltar y el Jebel Musa, columnas que hoy forman parte del escudo de Andalucía, ´Hércules con dos leones a sus pies (inspirados en la siempre apasionante Mitología Griega) e incluso en el escudo de España a partir del reinado de Carlos I de España y V de Alemania. En el siglo XVI el lema que las acompañaba era “Non Terrae Plus Ultra” (que significa: “no hay tierra más allá”). Una vez fue descubierto el continente americano, el lema fue cambiado a “Plus Ultra” o “más allá”.
En este sentido, algunos expertos aseguran que el símbolo del dólar proviene de las Columnas de Hércules rodeadas por una banda con este lema. Un símbolo que apareció reflejado en los antiguos reales de a ocho españoles, que fue la moneda que se utilizó durante los Siglos XVI y XVII de hegemonía española en el comercio internacional entre América, Asia y Europa. (Como hoy se utilizan los dólares o los euros).

Pero mucho antes que todo eso, hace Millones de Años cuando los continentes se estaban formando en su desplazamiento geográfico, al lugar donde hoy los vemos situados en los mapas y en nuestros GPS, cabe preguntarse. ¿Pudo cruzar algún homínido por el Estrecho de Gibraltar en la prehistoria, convirtiéndose de esa forma en el primer homo sapiens de Europa? ¿Y por lo tanto llegó el hombre desde este pasillo a Europa? ¿Era el Estrecho de Gibraltar más estrecho en el pasado?. El caso es, que, hace unos seis Millones de años, se cerró la separación entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, lo que provocó un aumento de la salinidad del agua que estaba aislada en la cuenca mediterránea. Poco a poco, el mar Mediterráneo se secó, convirtiéndose en un gigantesco desierto de sal, con montañas que alcanzaban los 3000 metros de altura. Tres millones de años después, la frontera entre Europa y África se hundió levemente y el agua del Océano Atlántico comenzó a fluir hacia la cuenca del Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar. Comenzó poco a poco, pero la fuerza del agua hizo que el flujo fuera cada vez más grande.

El Estrecho de Gibraltar son 14 kilómetros de agua que separan las dosorillas de España y Marruecos. Y por lo tanto, entre dos continentes: Europa y África, donde el Océano Atlántico se encuentra con el Mar Mediterráneo. La fisura de dos de las placas tectónicas más importantes del planeta: las placas euroasiática y africana. Nunca en un estrecho habían sucedido tantos acontecimientos.

Además del famoso “atún rojos” y otras especies típicas de los mares del sur de Europa, estas aguas son frecuentadas, por cetáceos como rorcuales, orcas, cachalotes, delfines, calderones, etc ….El relieve del Estrecho de Gibraltar marca la pauta al viento, que normalmente suele soplar en dos direcciones diferentes: de oeste (Poniente) y del este (Levante), pues, debido a la fisionomía del lugar, rara vez soplan aquí vientos de componente norte o sur. Esta circunstancia natural, unida al escaso número de kilómetros que separan ambas costas, hace que sea un paso natural de aves migratorias entre Europa y África. DE manera que miles de aves pasan el Estrecho de Gibraltar dos veces al año. El primer paso es en primavera, en sentido sur-norte, hacia las áreas de cría. Y el segundo paso en otoño, en sentido Europa-África, tras el periodo de cría y para pasar el invierno en zonas más cálidas. Esto hace que también sea un lugar de gran interés para los amantes de la Ornitología.

En estos tiempos que están tan de moda los grandes desafíos deportivos, la travesía a nado de una orilla hasta la otra se ha puesto de moda como un reto a superar para quienes practican las grandes travesías en aguas abiertas. Desde hace décadas Tarifa es la meca del Windsurf y del “Sky surf” en Europa y punto de referencia a nivel mundial. Los vientos en la zona de Tarifa son tan frecuentes, que desde hace tiempo circula la leyenda urbana de que Tarifa alberga el mayor porcentaje de personas afectados por este motivo. El caso es que, científicamente está demostrado que las personas que están expuestas al viento durante largos periodos de tiempo sufren: trastornos como la depresión, la ansiedad, el síndrome de agitación psicomotriz, irritabilidad, jaquecas, disminución de la atención, excitación nerviosa y aumento de la agresividad.

Por desgracia, desde hace décadas, estas aguas son escenario cada semana de desembarcos de cayucos de las mafias de la emigración ilegal, cuando no de fuera bordas de gran cilindrada del narcotráfico, en más de una ocasión, en un mismo día se pueden producir, no varios, sino muchos desembarcos de este tipo, desde las playas más concurridas a plena luz del día hasta los rincones costeros más insospechados, entre Estepona y Conil, siendo la franja costera entre Algeciras-Tarifa y Zahara de los Atunes la más frecuentada.

El túnel de Gibraltar para unir África con Europa, está en etapa de planificación El proyecto se inició en la década de 1980, descartada la opción de construir un puente en 1961. Lo Gobiernos de España y Marruecos llevan décadas estudiando un proyecto de vibilidad de un túnel bajo el Estrecho, similar al túnel de “La mancha” entre Francia e Inglaterra.

Pero la idea de un túnel para vehículos con motor a explosión (hidrocarburantes) se desestimó por la incapacidad técnica, hoy por hoy, de poder ventilar y eliminar los gases de escape de los automóviles de un túnel de unos 14 kilómetros de largo. Y, finalmente, en 2003, se consolidó la idea de un túnel de carácter ferroviario.

El estrecho de Gibraltar tiene 14 kilómetros de ancho en su punto más estrecho y 284 metros de profundidad en su punto menos profundo. Que es el paso submarino de Camarinal, unos 20 km al oeste de tarifa. Proyecto que será financiado por los Gobiernos de España y Marruecos.

Pasajes de la Historia sobre GUZMÁN EL BUENO:
Guzmán el Bueno nació en León, pero su vida está unida al sur de España
Alonso Pérez de Guzmán nació en León en 1256, aunque sus títulos y gran parte de sus hazañas están asociadas al sur de España. Su madre murió en el parto, habiendo recibido la promesa de su padre, Pedro Núñez de Guzmán, de que se casarían cuando él volviera de la conquista de Jerez de la Frontera. Como vemos, de una forma u otra Guzmán el Bueno siempre tuvo algo que ver con Andalucía.

Su vida fue apasionante, y en un tiempo en que luchaban mezclados cristianos y musulmanes contra otros cristianos y musulmanes, Guzmán el Bueno peleó un buen tiempo en el norte de África a las órdenes de AbūYūsuf, un emir benimerín.

En ese periodo ganó dinero y hasta acaudaló una pequeña fortuna con la que compró poco a poco dominios importantes en el sur de la Península.
Sirvió también a Alfonso X y posteriormente a su hijo Sancho IV de Castilla. Cuando este segundo emprendió una campaña de conquista en la zona del Estrecho, Guzmán el Bueno jugó un papel importante, por ser buen conocedor del enemigo además de un importante señor.

Es más, llegó a actuar como diplomático y también le prestó dinero a su rey, Sancho IV, para que pudiera financiar la campaña. En estas estaba nuestro protagonista cuando en 1292 las tropas de Sancho IV tomaron Tarifa, encomendando en un primer momento su defensa a los caballeros de la Orden de Calatrava.

Un año después, Tarifa empezaba a estar amenazada y su gobierno fue a parar a las manos de nuestro Alonso Pérez de Guzmán, esto es, de Guzmán el Bueno. En la primavera y verano de 1294 Tarifa fue asediada por los enemigos con una fuerza importante.

Entre los asediadores, por cierto, estaba Juan de Castilla, que también era hijo de Alfonso X y por lo tanto hermano de Sancho IV. Como vemos, la edad media española es un auténtico juego de tronos, aunque sin dragones ni magia.


El honor antes que el propio hijo
La leyenda de Guzmán el Bueno demuestra que este hombre puso su honor por delante incluso de la vida de su propio hijo.

Los atacantes, tras ver que el asedio no avanzaba a pesar de que llevaban ya varios meses y sabiendo que la ayuda llegaría a los asediados más pronto que tarde, pusieron en marcha un plan entre desesperado y cruel. Ya habían intentado rendir la plaza por las armas, sin éxito, y tampoco lo habían conseguido mediante sobornos. Por ello y por la urgencia en conseguir algo fueron un paso más allá, esperando que el defensor claudicara.

El hijo de Guzmán el Bueno estaba en poder de sus enemigos y entonces (aquí es donde entra un poco la leyenda) asomado a las almenas del castillo escuchó a los de fuera lanzarle una amenaza que haría temblar a cualquiera.
Le avisaron de que si no rendía la plaza, es decir, si no entregaba Tarifa a los enemigos de su señor, asesinarían a su hijo cortándole el cuello. No era la primera vez que Juan de Castilla hacía una amenaza como esta para tomar una plaza, ya que había usado la misma tetra para tomar el alcázar de Zamora. Pero esta vez tenía al otro lado de los lienzos del castillo a un hombre muy recto en cuanto a su honor.

Frente a este dilema, Guzmán el Bueno puso su honor por delante de la vida de su propio hijo y dice la leyenda que tomó su propia daga y lo lanzó desde la almena. Y les dijo a los asediadores que con esa daga mismo podían matar a su hijo, pero que él no cedía al chantaje y que no entregaba el castillo. Que prefería mantener la honra y perder a un hijo, que tener un hijo vivo y no tener honra.

Por ese motivo, cuando vemos una estatua o un cuadro de Guzmán el Bueno, siempre lo vemos con la daga en la mano.

No se sabe con certeza cómo llegó el hijo de Guzmán el Bueno a manos de sus asesinos, pero incluso parece posible que fuera su propio padre el que lo pusiera en manos de Juan de Castilla, antes de estar enfrentados. Y que lo hiciera para que este llevara a su hijo a Portugal, para que fuera educado.

Pero sí son hechos probados que aquel pobre muchacho fue asesinado.
La amenaza fue cumplida, como decíamos, y el hijo de Guzmán el Bueno fue asesinado, y lo más triste es que perdió la vida para nada. Era la segunda quincena de agosto de 1294 y poco después llegó la ayuda para Tarifa desde el mar. Una flota castellano-aragonesa, junto con tropas terrestres, rompió el asedio y todo acabó.

El caso es que las labores de este noble leonés en tierras andaluzas fueron muy destacables. Por este motivo la estatua de Guzmán el Bueno en su ciudad natal, León, está arrojando una daga mientras mira desolado en dirección contraria. Al igual que vemos en Tarifa, donde aparece con su daga en la mano.