El Pico del Vilo por la cresta del Gallo, vuelta por el Lagar de Olmedo.
near Alfarnate, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
El Vilo se encuentra en la Sierra de Enmedio que, como su nombre indica, se sitúa en una zona Central de la provincia y ofrece vistas panorámicas de casi todas la Sierras de Málaga. Solo había ido a ese pico una vez, en un día de lluvia y niebla que impidieron que pudiese disfrutar de ese entorno privilegiado. Hoy amaneció un día esplendoroso y pensé que era un buen momento para repetir visita, así que bajé el track de la vez anterior y me acerqué a Alfarnate para recorrer el PR-A 267.
Comencé la ruta a las 8:45 con algo de frío, como corresponde a esta época del año, pero sin necesidad de usar la tercera capa ya que el carril comienza con un fuerte ascenso hasta alcanzar la Loma del Águila; allí me detengo a hacer las primeras fotos desde un banco con fantásticas vistas del pueblo y continúo por el carril que ahora modera su pendiente. Una vez acabada la alambrada de la finca que se sitúa a mano derecha me entra el "gusanillo" y decido modificar la ruta, encaminándome hacia la mole del Gallo; no llevaba track, pero recordaba haber visto algunas rutas que recorrían su cresta, así que fui haciendo memoria y pronto encontré una trocha que se dirigía a la cara sureste y que continuaba bastante bien marcada hasta llegar a lo alto de la cresta. No es un ascenso difícil pero si que se precisa de cierta experiencia para caminar por esas laderas tan inclinadas y de piedra suelta. Ya en la cresta hay que proseguir por la cara noroeste y en ella la escarcha formada durante la noche hace que las rocas sean muy resbaladizas, pero con paciencia se alcanza el morrón del Cerro del Gallo sin mayores contratiempos. En todo momento se disfruta de una vistas excepcionales, destacando los Tajos a mano derecha, las Sierras Gorda y San Jorge a mano izquierda y detrás la inconfundible silueta del Pico Chamizo. Desde la cima hay caminar entre piedras por una trocha levemente dibujada en el terreno y como la dirección es clara y vamos escogiendo el mejor terreno posible, es relativamente fácil seguirla sin muchas pérdidas.
Llego hasta la Era de la Hoya de Amalio, donde retomo el sendero oficial con la indicación de que quedan 1,6 km. para llegar a la cima del Vilo. El camino discurre ahora por un frondoso bosque de pino que me lleva a una loma, tras la que cruzo el Hoyo del Bombero, para después encarar el tramo final de la subida. En la cima se encuentra un vértice geodésico del IGN, un buzón montañero y en todo su perímetro unas vistas que cortan la respiración. Comienza con la visión de una blanca Sierra Nevada que asoma entre la Torca y la Maroma, que también luce un manto blanco en su cima alomada, más a la derecha el valle del Vélez con el Pantano de la Viñuela (por cierto, muy preocupante su nivel), el Mar de Alborán al fondo y toda la Axarquía a nuestros pies; a nuestra derecha los Montes de Málaga, tras los que sobresalen las Sierras de Mijas, Blanca y Bermeja y completando el círculo se abre ante nuestra vista todo el Arco Calizo Central. Realmente espectacular.
Vuelvo sobre mis pasos, bajando por el bosque de pino hasta un camino de herradura que conduce a un carril terroso que cruza el paraje de Escuchagranos, topónimo cuya historia nos cuenta un cartel en la vera del camino. Paralelo a este van las alambradas de un par de fincas privadas que se ven desde el carril; una vez termina la última alambrada encuentro una torrentera por la que bajo hasta el Lagar de Olmedo. Este camino es bastante inclinado y está muy deteriorado en varios tramos por efecto del agua, así que no creo que en época de lluvias se pueda caminar por él. Junto al Lagar pasa el PR-A 268, Sendero del Bosque de la Morillas, que seguiré en algunos tramos, utilizando atajos en otros, hasta llegar al Puerto de Malinfierno, desde donde bajo a la Colada de la Listas, que surca el incipiente Río Sabar entre el Cerro Gordo y el Morrón de Malinfierno. Se sigue durante unos cientos de metros por la ribera del Arroyo Morales, hasta encontrar otro camino de herradura que se interna en el bonito quejigal que da nombre al sendero, que me conduce hasta Alfarnate para cerrar la ruta circular.
Comencé la ruta a las 8:45 con algo de frío, como corresponde a esta época del año, pero sin necesidad de usar la tercera capa ya que el carril comienza con un fuerte ascenso hasta alcanzar la Loma del Águila; allí me detengo a hacer las primeras fotos desde un banco con fantásticas vistas del pueblo y continúo por el carril que ahora modera su pendiente. Una vez acabada la alambrada de la finca que se sitúa a mano derecha me entra el "gusanillo" y decido modificar la ruta, encaminándome hacia la mole del Gallo; no llevaba track, pero recordaba haber visto algunas rutas que recorrían su cresta, así que fui haciendo memoria y pronto encontré una trocha que se dirigía a la cara sureste y que continuaba bastante bien marcada hasta llegar a lo alto de la cresta. No es un ascenso difícil pero si que se precisa de cierta experiencia para caminar por esas laderas tan inclinadas y de piedra suelta. Ya en la cresta hay que proseguir por la cara noroeste y en ella la escarcha formada durante la noche hace que las rocas sean muy resbaladizas, pero con paciencia se alcanza el morrón del Cerro del Gallo sin mayores contratiempos. En todo momento se disfruta de una vistas excepcionales, destacando los Tajos a mano derecha, las Sierras Gorda y San Jorge a mano izquierda y detrás la inconfundible silueta del Pico Chamizo. Desde la cima hay caminar entre piedras por una trocha levemente dibujada en el terreno y como la dirección es clara y vamos escogiendo el mejor terreno posible, es relativamente fácil seguirla sin muchas pérdidas.
Llego hasta la Era de la Hoya de Amalio, donde retomo el sendero oficial con la indicación de que quedan 1,6 km. para llegar a la cima del Vilo. El camino discurre ahora por un frondoso bosque de pino que me lleva a una loma, tras la que cruzo el Hoyo del Bombero, para después encarar el tramo final de la subida. En la cima se encuentra un vértice geodésico del IGN, un buzón montañero y en todo su perímetro unas vistas que cortan la respiración. Comienza con la visión de una blanca Sierra Nevada que asoma entre la Torca y la Maroma, que también luce un manto blanco en su cima alomada, más a la derecha el valle del Vélez con el Pantano de la Viñuela (por cierto, muy preocupante su nivel), el Mar de Alborán al fondo y toda la Axarquía a nuestros pies; a nuestra derecha los Montes de Málaga, tras los que sobresalen las Sierras de Mijas, Blanca y Bermeja y completando el círculo se abre ante nuestra vista todo el Arco Calizo Central. Realmente espectacular.
Vuelvo sobre mis pasos, bajando por el bosque de pino hasta un camino de herradura que conduce a un carril terroso que cruza el paraje de Escuchagranos, topónimo cuya historia nos cuenta un cartel en la vera del camino. Paralelo a este van las alambradas de un par de fincas privadas que se ven desde el carril; una vez termina la última alambrada encuentro una torrentera por la que bajo hasta el Lagar de Olmedo. Este camino es bastante inclinado y está muy deteriorado en varios tramos por efecto del agua, así que no creo que en época de lluvias se pueda caminar por él. Junto al Lagar pasa el PR-A 268, Sendero del Bosque de la Morillas, que seguiré en algunos tramos, utilizando atajos en otros, hasta llegar al Puerto de Malinfierno, desde donde bajo a la Colada de la Listas, que surca el incipiente Río Sabar entre el Cerro Gordo y el Morrón de Malinfierno. Se sigue durante unos cientos de metros por la ribera del Arroyo Morales, hasta encontrar otro camino de herradura que se interna en el bonito quejigal que da nombre al sendero, que me conduce hasta Alfarnate para cerrar la ruta circular.
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