El Pimpollar - Garganta de la Pulga, Cortes de la Frontera, 2019-04-09

Bonita ruta entre el Pimpollar y la Garganta de la Pulga, cerca de Cortes de la Frontera. Nos movemos por lugares vírgenes, de gran belleza, con paisajes idílicos y con buenas panorámicas, entre el Parque Natural de Grazalema y el Parque Natural de los Alcornocales.

La ruta es de un nivel moderado bajo y apta para adaptaciones familiares. En realidad, es una doble ruta separada por la carretera A-373. La del Pimpollar, al norte de la carretera, es más corta ( unos 3,5 Km) y fácil de seguir. Partimos desde el lugar de aparcamiento hacia el Área Recreativa e iniciamos el circuito, en el que pasamos por una calera y un mirador a Cortes de la Frontera, la Sierra La de los Pinos y el Cañuelo. Continuamos hasta el Cortijo del Cañuelo y unos grandes y viejos alcornoques de soberbio porte. Junto a unas ruinas, cerramos este cómodo circuito y atravesamos la carretera A-373.

Iniciamos el circuito de la Pulga, que tiene más cruces y ramificaciones, por lo que es necesario el gps. Primero caminamos hacia el suroeste con buenas vistas al Hacho de Gaucín y Sierra Crestellina. Luego giramos al sur y pasamos junto a la Huerta de Varea y las ruinas del Sauzal. Más adelante, desde la Fuente de la Piruja, giramos al oeste hacia el Puente del Arroyo de la Pulga. Desde aquí, continuamos hacia el norte hasta un enorme y espectacular quejigo. Seguimos ahora hacia el este hasta completar esta interesante y variada ruta.

En el recorrido se camina por pistas de tierra y empedradas, tramos de asfalto, senderos y algún pequeño tramo de campo a través. Predominan los suelos arcillosos con tramos de bellas formaciones rocosas de arenisca.

En la vegetación, sobresalen bellos bosques de alcornoques y quejigos. Encontramos, como hemos dicho, varios ejemplares de alcornoques centenarios de troncos descomunales. En la zona del Pimpollar, aparecen también pinos negrales y algunos eucaliptos intrusos. El sotobosque está formado por lentiscos, madroños, acebuches, jérguenes, aulagas, matagallos, zarzas, etc. Junto a las corrientes de agua, la vegetación se hace más espesa y hay rododendros y especies de ribera. En las herrizas, abunda el brezo.

En la fauna, estamos en el medio de los ciervos, corzos y jabalies. Entre las aves, destacan el buitre leonado, las rapaces, perdices, zorzales, abejarucos, currucas, carboneros, etc.

El recorrido es también interesante desde el punto de vista etnográfico e histórico, porque observamos una calera reconstruída y las ruinas de un horno de pan, chozos y antiguas cortijadas.

En este espacio natural, hay escasa presencia humana. Observamos varias fincas dedicadas a la ganadería y la explotación del corcho y paneles informativos para la práctica del turismo de naturaleza.