El Pinetell y El Brugent

El Brugent es un río que limita pate de las comarcas catalanas de La Conca de Barberà (Montblanc) y el Alt Camp (Valls).
Es un río de un caudal mínimo, salvo avenidas producidas por lluvias fuertes en las que se convierte en un auténtico torrente encajonado entre paredes rocosas en algunos tramos dominados por grandes rocas desprendidas frecuentemente de las paredes verticales que lo limitan.
Por su margen derecho existen varios senderos transitables, alguno casi sobre el mismo cauce del río, con ayudas de cuerdas en varios tramos. Por ahí discurre está ruta.
Existen varios puentes y pasarelas para cruzar el rio. El más espectacular el doble tibetano que se encuentra en el Paso de l'esqueix (la escletxa/la grieta). En la zona también se pueden ver las ruinas de viejos molinos de agua (hay una ruta de los molinos con origen en el cercano pueblo de Farena) y un par de formaciones rocosas naturales como el Pas de l'esqueix y el Mirador del Brugent.
La ruta se inicia en el parking de visitantes de El Pinatell, pedanía de Montblanc, que dispone de un amplio aparcamiento para visitantes en la misma entrada del pueblo. Allí se inicia la ruta en la primera calle a la izda que entre cuatro casas del pueblo se dirige hacia una pista que baja hasta el río, hoy intransitable para vehículos y convertida en un pequeño barranco para las aguas pluviales de parte del pueblo. Descendiendo por él y un par de pistas más que nos vamos encontrando al paso y tomándolas en ambas ocasiones hacia la dcha llegamos al río donde lo cruzamos por un puente de hormigón con tubos para el paso del agua y justo en ese punto nos situamos en la orilla derecha del río para seguir el sendero aguas arriba.
Hay un punto de información y suficiente señalización para no perder el destino (en esta zona nuestro objetivo ha de ser Farena, aunque no lleguemos hasta el pueblo).
La pista inicial de este tramo pronto pasa a ser un sendero que se va estrechando y en el que hay varios pasos con cuerdas de seguridad perfectamente transitables. Así poco a poco y cada vez más cerca del cauce del río y sus grandes rocas desprendidas llegaremos hasta el doble puente tibetano.
La tentación del puente y la planificación de la ruta nos lleva a cruzarlo hasta la orilla izda y después de unas cuantas fotos volver a la orilla derecha para continuar, aunque mas tarde volveremos a verlo, a modo despedida, ya de lejos. Tiene como una gran atracción.
Continuamos el sendero muy cerca del cauce del río por una zona donde a veces casi desaparece (el sendero) por acción de las avenidas de agua. Hay que ir muy vigilantes para no perderlo en los siguientes 100/120 m. Hay que pegarse a la base de la gran pared vertical que queda a nuestra izda en el sentido de la marcha. El resto, más adelante, todo muy claro.
Continuando por el sendero llegaremos a las ruinas de un antiguo molino el de "el Castelà". El sendero atraviesa el edificio al que se entra por el arco de piedra de su antigua puerta principal que aún se mantiene en pie. Curioso paso para un sendero. Atraviesa el edificio de lado a lado.
Más adelante el sendero nos lleva a una zona del cauce donde hay una pasarela que cruza el río y que nos pone de nuevo en su orilla izda. Allí tomamos la "ruta de los molinos" para en un corto recorrido llegar hasta las ruinas del "moli del Po o del Cristì" que todavía conserva en su interior un conjunto de las originales piedras de molino.
En este punto retrocedemos un poco sobre nuestros pasos (unos 25 m) para tomar un sendero que va hacia la parte alta de la montana para dirigirnos hacia El Pinatell. El track de la ruta deja muy claros todos los vaivenes de la ruta. En algún momento se transita por un tramo de la ctra TV 7044 por una cuestión de ganar tiempo pues aún tenemos dos objetivos pendientes, pero en un corto tramo recuperamos un sendero y dejamos la ctra.
Así, al llegar de nuevo a El Pinatell, tomamos la primera calle que encontramos a nuestra dcha para tomar otro sendero que discurre al lado de un muro de piedras de unos 150 m y muy bien marcado cuando se separa del muro anterior con bordes de piedrecitas y que baja hacia el río y en donde veremos el Pas de l'esqueix y el Balcón del Brugent. Este recorrido final, con retorno por el mismo sendero hacia el pueblo, ocupa como una hora de tiempo pero es muy interesante. Descendemos por él dejando el desvío del mirador a nuestra izquierda hasta el Pas de l'esqueix. Un paso muy estrecho entre paredes verticales de unos 25 m de largo que al final termina sobre el cauce del río y desde donde se puede ver el puente tibetano que cruzamos a primera hora de la mañana a unos 50 m. El acceso al puente es bastante vertical pero hay cuerdas. Nos conformamos viendo el puente en la distancia y regresamos por el mismo sendero en sentido contrario. En la subida volvemos a encontrar el desvío al Balcòn del Brugent, que ahora sí tomamos para ir a ver desde lo alto el amplio paisaje que rodea al cauce del Brugent, al fondo del valle. El mirador está sobre unas paredes muy verticales así que, mucha precaución.
Y con esas impresionantes vistas en la retina regresamos por el mismo camino hacia El Pinatell y al aparcamiento donde nos esperaban nuestros coches.
Terminamos comiendo en el bar de la plaza mayor de La Riba unos platos combinados muy abundantes y muy bien atendidos por Ángel y María José, que llevan el negocio.
Buena caminada.