El Pino - Peña Redonda (1.836) - El Pino

Dejamos el coche en el llamado Molín de Peón que tiene aparcamiento como para media docena de coches y se encuentra a poco menos de un km desde El Pino.
Allí mismo cruzamos un puente que tiene un cartel indicando las Foces del Río Pino.
Caminamos siempre en subida por una pista hasta que a los 3 km aproximadamente llegamos a las Foces del Pino, allí comienza un bonito camino empedrado a la vera del río. Cuando salimos de las Foces nos encontramos con una bifurcación donde indican a la izquierda Caniella y a la derecha Peña Reonda. Continuamos por la izquierda en dirección a la majada Caniella o Caniecha. El camino está perfectamente conservado, sin barro, sin arbustos que lo invadan y libre de árboles caídos, además, se encuentra perfectamente indicado cada pocos metros con pintura blanca y amarilla. Este camino de subida transcurre en su mayor parte entre un bosque, lo cual se agradece sobretodo en un día en el que a medio día se alcanzaron más de 30 grados de temperatura. Cuando salimos del bosque, cerca de la majada Caniella, nos encontramos con extensas praderias y muchas vacas hasta llegar a la base de Peña Redonda.
En la majada Caniella hay varias cabañas y cuadras muy bien conservadas. Desde allí giramos a nuestra derecha y subimos, siempre pisando hierba, hasta llegar al collado Palmián donde nos encontramos con una hermosa cabaña al lado de un gran fresno y con una fuente con buen caudal de agua.
Continuamos subiendo siempre por senda que transcurre entre praderias hasta llegar al collado que está justo al lado de Peña Redonda.
Desde allí bajamos un poco y rodeamos un canchal para llegar a la base de Peña Redonda y comenzar su ascenso.
La subida la hicimos por libre en continua trepada hasta llegar a la cima. Recomendamos usar guantes protectores de las manos pues en muchas ocasiones necesitamos agarrarnos o apoyarnos en arbustos con pinchos.
Las vistas desde la cima son en 360 grados a nuestro alrededor y muy aéreas.
La bajada la hacemos por zona con menos inclinación y con mucha más vegetación. Si se asciende por donde bajamos será más fácil que hacerlo por donde subimos.
Una vez descendidos regresamos hasta la collada y allí pasamos un rato disfrutando del aire que allí corría en compañía de muchas vacas que parece buscaban lo mismo.
El regreso lo hacemos por libre siempre pisando hierba buscando la senda que nos llevará a un puente que se encuentra justo antes de adentrarnos en las Foces del Pino. Esta senda se encuentra embarrada en bastantes tramos y nada tiene que ver con la marcada y buena senda de subida.
Desde allí, regresamos por donde habíamos subido y agradecimos la fuente de Las Gavilanceras cuando ya nos encontrábamos a punto de deshidratación con bastantes más de 30 grados.