El Quempu -El Escachanal -Las Navariegas -Las Coronas -Peña Parda -La Nidia -El Sendón-Axeite-Songacho-Trambosríos-El Quempu

Una vez en la población de Campomanes, se sigue por la LN-8 hasta el desvió de Tuiza Baxo (Tuiza de Abajo), que tomamos hasta el núcleo del pueblo. Una estrecha carretera tiene continuación hacia la aldea de El Quempu, al que se llega en unos 3 Kilómetros. Aparcado el vehículo en una pequeña explanada junto a la iglesia de Ntra. Sra. de Acebos, hacemos acopio de agua en la fuente, y nos ponemos en faena. Un camino carretero desciende hacia el arroyo dejando a la izquierda un antiguo molino, lo cruzamos por un puente girando al E., dando vista por un momento al pueblo, antes de adentrarnos en la espesura del bosque que rebosa humedad y un verde rabión. Seguimos el camino del Culinar, embarrado en algún tramo cruzando el fayeu (hayedo), en una diagonal ascendente alterada por débiles curvas hasta un espolón conocido como los Picos. El camino da un giro al SO., por terreno más ralo de arbolado, sigue pegado al muro de piedras que cierra el prau (prado) de la Escachonal, cercana, en el camino se encuentra la cuadra a medio caer de la Escachonal. Descendemos suavemente por camino hacia el Arroyo la Anseca, lo acompañamos unos metros, franqueados a la derecha, por el muro de piedras que cierra el prau (prado) de la Churina. Vadeamos el arroyo a la altura de la portilla que cierra el prau (prado) donde hay una manguera que capta el agua para el ganado. En la otra orilla del arroyo, el camino gana altura rápidamente a cobijo del tupido hayedo, con ejemplares de hayas retorcidas, el lugar rebosa, paz y una belleza....solo alterada por el sonido del arroyo y el repicar de las esquilas (cencerros), en apretadas zetas llegamos al prau (prado) con cabaña de El Cabanón. En un principio, el camino gana decididamente altura por la margen izquierda del prau entre hayas y algún que otro roble. El camino principal pasa por lo cimero del prau, que suaviza unos metros, apareciendo de nuevo la pendiente algo embarrada salimos al Cabanón Riba, menos poblado de arbolado donde se encuentra la cabaña de Flor. Afrontamos un tramo de subida por detrás de la cabaña, entrando en Las Navariegas, giramos a la derecha (SO) avanzando por pradera. Inmediatamente estamos en el mayáu las Navariegas con numerosa chozas en ruinas, seguimos por la parte alta del mayáu con rumbo O., por camino bien marcado entre hayas y carracos (acebos) llegamos a los prados de las Coronas. Nuestro nuevo camino, ya más bien un sendero, sube paralelo al muro hasta una choza derruida a la derecha del sendero e inmediatamente después, cruzamos el muro. Tenemos que cruzar el prado al O., en busca de una pista carretera que nace en la loma, una vez en ella, la seguimos hacia la parte opuesta donde hay una cabaña (Cabaña el Carteru), y una portilla. La pista se prolonga por encima de Acebos hasta converger con la carretera que baja del Alto'l Palo. A partir de aquí, debemos seguir por carretera, en ligera subida durante unos (800 metros±) hasta una curva cerrada a izquierdas, donde nos salimos de ella. Frente a nosotros aparece Peña Parda, nuestro próximo objetivo. Nos acercamos a ella a través de Valdeovejas, cruzamos un pequeño llamargal al principio, luego por sendero poco definido, paralelos a una riega hasta situarnos a la altura del col.láu Miriuredondu situado a nuestra derecha, ganando la cumbre de Peña Parda en poco tiempo. Magnifica vista en todas direcciones. Retornamos por el mismo camino de subida hasta Valdeovejas, y continuamos el ascenso hasta el cierre que hace de linde con
la Vega Candioches, lo seguimos al N., hasta la Boquera de Axeite, donde cruzamos el cierre para coger un sendero que traza alguna zeta, y culmina en la Carba los Sol.lones. La ascensión a La Nidia (Peña), ya visible desde nuestra posición, la culminamos al N., ladera arriba hasta la cima, de La Nidia. La Peña Nidia tiene en su cumbre, además de un montón de piedras, una cantidad importante de parapetos y trincheras de La Guerra Civil. Podemos disfrutar desde esta balconada de una vista fantástica. Toca seguir camino con rumbo N., en ligero descenso hasta unas estacas, que tomamos como referencia donde nosotros iniciamos el descenso hacia Axeite (antes hicimos una prolongada parada para comer). Giramos al S., iniciando una bajada con un desnivel importante, prestando atención, vamos en busca del Sendón o Sendón los Ganchos, una vez localizado seguimos al E., el camino esta poco transitado y en ocasiones se pierde. Poco a poco nos acercamos al mayáu de Axeite, perdemos altura en vueltas pasando por El Yanu'l Té, donde giramos al N., situadas las cabañas de La Muela y una fuente a nuestra derecha, nos dirigimos hacia la cabaña de el mayáu el Rexior (con el techo de tapin), donde por ladera abajo enlazamos con la carretera, que cruzamos a la altura de las Fuentes o las Fuentes de Axeite. Comenzamos, pues, el descenso al E. por camino algo embarrado que poco a poco se adentra en el bosque llegando al prado con cuadra de Songacho, aquí el camino pierde altura decididamente entre hayas, ablanos y algún roble, prácticamente seguido se encuentra el Vachinón, y la cuadra de los Carbayeros que pasamos pegados a ella. Al poco se converge con un camino que seguimos a la derecha, tras un corto trecho, el camino vadea el Arroyo; aquí llamado el Vachinón, situado un escalón por encima de Trambosríos y gira al E., trazando una diagonal prácticamente llana. Esta cruza la ladera del monte hasta un espolón rocoso, estamos en la col.lá Cabanón, asomándonos al pequeño cordal de La Almagrera, La Mesa, La Tesa y al pueblo de El Quempu. Solo nos queda seguir el camino que entra en el pueblo por la parte alta, a la altura del deposito de agua, unos metros más, y finalizamos esta circular al lado de la iglesia.

NOTA de AVISO: El Track aquí descrito y la información que el autor aporta, son apreciaciones personales, orientativas y sin animo de lucro. Las condiciones climatológicas, lo cambiante del medio así, como la preparación física y técnica de cada persona o grupo de personas que realicen esta actividad, puede variar o no coincidir. Por ello, el autor queda excluido de responsabilidad alguna, ante cualquier percance acaecido a quien por voluntad propia o inducida realice esta actividad.