El Real de San Vicente-Cabeza del Oso - Monte Pelados - Puerto de San Vicente.

Preciosa ruta por la Sierra de San Vicente subiendo a dos de sus cimas. También pasamos al lado de la cima del monte Venus para aquellos que quieran hacer un pico más (muy recomendable porque es el más bonito de la zona).
Empezamos (mi perra Kofi inseparable) dejando cómodamente el coche en el parking público del pueblo, junto al bar donde al finalizar tomaremos algo. Las primeras subidas son duras tan sólo para salir del pueblo cogiendo cota: preludio de lo que nos espera. Seguimos siempre, aunque a veces no sea fácil, las marcas blancas y amarillas del PR-TO-21 que vamos a hacer íntegro hoy. Así, tirando de piernas y bastones subimos hasta la cima de Cabeza del Oso por su cara sur. Las vistas son preciosas y el desfile de buitres que acabarán por estar incluso debajo nuestra recuerdan que el mural homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente que había en el parking tiene su aquel.
En lo alto del pico, como no, cilindro de vértice geodésico y 360° de entusiasmo. Gredos al Norte impone.
Bajamos hasta cruzar la carretera y atravesar una gasolinera (a 0,999 el litro de gas oil. Uhmmm, buena esa).
Ahora seguimos una cañada de subida dentro de un castañar que nos lleva cómodamente por la cara norte a la cota para atacar el Pelados. Subida muy fácil por lo accesible del terreno.
A la derecha vemos la cordillera de Gredos, es la parte final del macizo occidental en su unión con el central. Reconocemos pueblos como Iglesuela del Tietar y Almendral de la Cañada.
Subimos sin mas al Pelados, unas fotos y para abajo que hace rasca.
Por pista forestal fría y sombría apretamos el paso para llegar en llano al puerto de San Vicente. La subida al monte Venus ya la hicimos ayer, así que hoy está de más.
Ya por pista ancha bajamos siguiendo las señales y balizas del PR hasta El Real de San Vicente. En varios tramos esta pista es incluso de cemento, por lo que la bajada puede ser rapidísima. Vamos observando los castaños en su belleza de otoño, aunque los de esta cara sur son más pequeños que los de la norte. La selección natural se nota.
Pasaremos por delante de un albergue, bien situado para los traveseros de la Senda Viriato. También veremos pequeñas cabañas y casitas de aquellos que han querido buscar paz entre el castañar. Bella elección.
Así, a buen ritmo, y parando a alguna fotillo llegamos a ver el pueblo. Bajamos callejeando directos al parking y a por el aperitivo al bar de la plaza.
Hemos echado el domingo de la mejor manera posible.
P. D. : dos bocadillos de tortilla en la terraza del bar. Uno para mí y otro para Kofi. Si culminas ruta, tienes premio.