EL REALENGO - CRUZ DE CAMAROLOS - CHAMIZO

¡ATENCIÓN! Esta ruta es durilla y hay que ser previsores con el tiempo en realizarla. Yo llegué a mi vehículo a las 21:30 de fines de marzo bajo noche cerrada.

He de advertir, también y antes de explicar el itinerario, que corregí unos 100/200 metros de mi track, superponiendo a éste 100/200 metros del track original que seguía en ese momento. Ese pequeño tramo, que señalizo con el waypoint "BAJADA PRONUNCIADA", hay que acometerlo con mucha precaución. Yo acabé metiéndome en un sitio aún más complicado, por decisión equivocada, unos 50 metros antes y me he negado a subirlo tal cual yo lo hice por vuestra seguridad, así que lo he corregido gracias a un amigo y lo he dejado tal estaba en el track que me guiaba. Eso sí, os conmino a hacer la ruta al revés para evitar esa bajada, pues subir ese tramito se me antoja mucho menos complicado que descenderlo. Así lo hizo el compañero que subió el track original.

Ofrecidas estas advertencias y consejos voy a resumir el periplo tal cual yo lo hice aunque, reitero, es aconsejable realizarlo a la inversa, esto es, según retrocederían las agujas del reloj.

EL gran paseo es fruto de unir tres tracks ya subidos antes a Wikiloc y algún tramito que otro de cosecha propia. Agradezco a los compañeros el detalle de subir las rutas, sobre todo (y que me disculpen los demás) a mi primo guirro.

Aparcaremos nuestro vehículo a unos pocos metros de un mojón antiguo que marca el PK 532 en la carretera actual MA-115, carretera que une Colmenar con Alfarnate. Supongo que ese mojón antiguo refleja una carretera nacional de antaño que uniría Málaga posiblemente con Madrid. Es sólo un suponer. Hay un ensanchamiento terrizo al margen del asfalto donde caben varios coches.

Inmediatemente abandonamos el asfalto para tomar una pista de tierra que tomaremos hacia el oeste durante casi 3 km. Justo al pasar junto a una cortijada rodeamos ésta y pasamos una angarilla. Frente a nosotros obviamos un claro sendero y caminamos a la izquierda junto a un murete de piedra.

A partir de aquí iremos ascendiendo guiados por múltiples senderines de cabras que irán apareciendo por doquier hasta el waypoint "ESCALA", que representa una escalera metálica de paso sobre una alambrada.

Pasada la valla ascenderemos hacia una collada que divide los cerros de El Realengo y La Cruz de Camarolos, a los que ascenderemos por ese orden.

Ahora nuestro destino, que se divisa muy en lontananza, es el Chamizo. Llegaremos a un par de prados, hallaremos otra escala metáliza para salvar otra valla, cruzaremos una angarilla y pasaremos alguna que otra alambrada más sin apenas dificultad, todo hasta la base del Chamizo, sita en otra collada o puerto.

La subida a esta última y más alta cima de la jornada no es complicada. Yo usé muy pocas veces las manos como apoyo. Encontraremos, además, unos hitos que nos ayudarán a encumbrar, aunque yo obvié éstos en los últimos metros por creer más cómodo otro trazado.

Como me fue muy bien en el ascenso intenté repetir lo máximo posible el tramo en el descenso hasta la base, algo que acabé realizando bastante satisfactoriamente.

Ahora viene la parte que más me gustó de la ruta: transitaremos entre una especie de circo con una impresionante peña a nuestra derecha. Me encontré allí con varias manadas de amigables cabras monteses y también hallé un pozo con agua fresquísima, algo que me vino fetén porque ya escaseaba la que portaba.

Ahora nos dirigimos al único punto conflictivo del trazado, punto que describí ya arriba y que señalé como "BAJADA PRONUNCIADA". Si no os veis capaces no descendáis aunque el tramo sea corto. Os propongo otra bajada y os la explico: EL tramo de ida hacia el Chamizo lo tenéis ahí cerquísima, así que regresáis al trayecto conocido. Justo cuando paséis por la segunda escala que tomásteis debéis girar a la izquierda por un sendero que os llevará a la primera escala. Os he marcado el waypoint como "ESCALA 2: OPCIÓN BAJADA", Ahí está, por añadido, el nacimiento del Río Guadalmedina y discurren sus primeras aguas.

Si decidís seguir mis pasos, tras la bajada pronunciada no habrá ninguna más complicación. Lo sé porque lo hice exclusivamente con la luz del GPS, que no alumbra mucho, por cierto. A oscuras sólo vi que crucé un regato, que parecía que transcurría por senderines de cabras y que alcancé, al fin y no mucho más allá, un carril que me abocó a la pista que conocí al principio de la jornada. Eso sí, casi me como una cancela que tuve que saltar.

Ya sólo queda regresar a nuestro vehículo por la pista.

La ruta es chulísima. Lo dicho: Empezad a caminar lo más temprano posible, id con linternas por si las moscas (siempre deben estar éstas en vuestras mochilas) y no bajéis por donde he avisado si dudáis lo más mínimo.

¡Disfrutad de la montaña, que aquí encierra muy bellos rincones!