El Rodenal de Boniches. Anthercas

Accesos por la N-4290 entre Carboneras de Guadazaón y Cañete a Boniches.

Salimos desde la zona de juegos infantiles del pueblo, hacia el puente sobre el Arroyo de Valhondo y Los Cerezos; en el cruce a la derecha alcanzamos el puente sobre el Rio Cabriel en El Pozo Las Mulas; por pista, llaneamos por el PR-CU 66 hacia el Corciol; entramos por la Rambla del Navazal a ver su cascada pero no cae agua; de vuelta a la pista, vemos un dique de contención y desagüe.

En la bifurcación seguimos a la derecha, atentos, porque tenemos que tomar seguidamente una traza pistera poco visible por la derecha, nos cruza el Barranco hacia la Boca de la Cueva, en pronunciado ascenso eludiendo jaras pringosas y pisando hojas dispersas de roble melojo hasta la Artiga del Rubio, donde descendemos para cortar un ramblizo, subir por sendero de conglomerados de cuarcitas bordeando El Cenajo del Arte; ya en pista, continuamos ascendiendo al collado (1189 m) bordeando Las Cabezas en La Mina, las vistas de la Serranía son fantásticas.

En la próxima bifurcación, comenzamos a descender por la derecha hacia la Erilla Empedrada, la pista, con grandes charcos y algún pino caído, nos deja en un cruce, para seguir descendiendo por la derecha hasta un hito de piedras, desde donde, monte través, paralelos a la Rambla del Rincón del Álamo, llegar al Chorrero y su pequeña caída de agua donde tomamos el mantente.



Seguimos faldeando por sendero bajo los pinos rodenos, negrales o resineros, con muestras de la extracción de resina para la producción principalmente alcanfor y aguarrás, se realizaba en la cercana aldea abandonada del Cañizar de Abajo, ubicación de una antigua resinera; salimos al final de una pista que hacemos de vuelta; en el cruce de la Peguera de Bolenque, continuamos a la izquierda cruzando Arroyo Hondo, ascendemos un tramo y lo seguiremos haciendo a la derecha en el siguiente cruce.
Alcanzamos el Collado de la Horadada y su monumento natural compuesto de cuarcitas, La Obrada, con su arco majestuoso y grandes vistas; atajamos a la pista y tomamos por la izquierda la que no asciende; se encuentra destruida por los trabajos de tala, más adelante vemos que también está invadida por la vegetación llegando a cerrarse parcialmente el paso hasta que retomamos el pinar; cortamos la pista forestal cruzando la Rambla de la Peguera, para ascender hacia su Puntal por traza senderil.

Encontramos en un tocón, restos de piñas con su eje central completamente limpio, comidas por ratoncillo de campo o Lirón careto; cuando aparecen piñas con hilachos o escamas en el eje central de la piña, las responsables son ardillas; por último, si se hallan cascarillas de la piña alrededor, posiblemente el autor sea un pájaro carpintero o un piquituerto. Alcanzamos la pista que nos traerá de vuelta al cruce, donde por la derecha en claro descenso final, nos permite enlazar con el track de la ida a Boniches, el pueblo donde no sobra ningún niño.

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