EL SUEVE: Lineal Alto de la Llama - Casa Julia

Ruta estupenda por el Sueve con Alberto y Amelia… bueno, para ser exactos recorrimos el Sueve de oeste a este, para lo que dejamos un coche en Casa Julia, que será el final, y fuimos con el otro al Alto de la Llama donde empezamos a caminar.

Tomamos una pista que va ascendiendo poco a poco durante unos 3 kilómetros, por donde circulan todoterrenos sin problema e incluso vimos algún coche “del montón” subiendo. Llegamos a un llano y dejamos la pista para iniciar el cresteo por el Sueve. A partir de aquí conviene intentar seguir algún sendero que va entre las rocas, porque el terreno es el típico de la zona, con muchas rocas incrustadas en el suelo que hacen el avance entretenido pero con las que hay cuidar los tobillos.

La ruta lineal admite variantes subiendo diferentes picos menores. En nuestro caso pasamos sucesivamente por el Maladín y el Fontanielles. Al bajar de éste giramos a la derecha pasando por alguna bonita cabaña de piedra y tenemos quizá la mayor subida del día al Mirueñu. Como dije se sigue más o menos un sendero, aunque podemos apartarnos en algún punto para ir más por roca si queremos hacerlo más entretenido. Llegamos al Mirueñu e hicimos una pequeña parada de repostaje para disfrutar de las apabullantes vistas, que en un día de sol así abarcan toda la Asturias oriental. A un lado el Mar Cantábrico, desde el Musel hasta Llanes, y al otro todos los montes desde la Sierra del Cocón y Picos de Europa hasta la Sierra de la Manteca, pasando por Peña Ten, Tiatordos, Torres, Estorbín, Ubiñas… ESPECTACULAR. Se ve todo un poco lejos, pero es un recital.

Bajamos del Mirueñu y seguimos durante una media hora en un sube-baja suave hasta llegar a la base del Pienzu, cuya subida por este lado es muy cómoda comparándola con la habitual desde el Fito. Otra paradina en la cima para recrearnos en las vistas, muy parecidas a las del Mirueñu, e iniciamos la bajada.

Seguimos el camino habitual hacia el Fito y a medio camino tomamos un sendero que baja hacia la izquierda que nos lleva al hayedo de La Biescona. Es un tramo en el que apenas da el sol y que hay que tener cuidado de no resbalar, pero no tiene mayor dificultad y es una zona realmente bonita, con muchos troncos caídos y mucho musgo verde brillante que dan un aire místico al bosque. Así recorremos unos 3 kilómetros hasta salir a una pista que nos lleva en corto paseo a Casa Julia, donde habíamos dejado un coche.

Rutón, sobre todo para un buen día como el que tuvimos. Un poco farragosa la logística de los coches, ya que hay media hora larga entre los dos extremos, pero mereció la pena.