El Valle de Samario (La Garandilla)

Punto de partida: La Garandilla.
Espacio protegido: Reserva de la Biosfera Valles de Omaña y Luna.
Época recomendada: Todo el año.
Elementos de interés: Sebes, vegetación ribereña del arroyo Valdesamario y el molino y la iglesia parroquial de Ponjos.
Tipo de camino: Senda de tierra bien delimitada por las propias sebes y en algunos tramos utilizaremos el arcén de la carretera LE-460. Se encuentra balizada por la asociación Cuatro Valles.
Servicios: Los establecimientos más cercanos se encuentran en Valdesamario.

Descripción del itinerario.

Antes de nada quiero indicar que es una ruta de mucha longitud, 26,5 kilómetros, por lo que si no contamos con una buena preparación física y disponemos del tiempo suficiente es mejor que la fraccionemos.

OPCIÓN 1. DE LA GARANDILLA A BARRIO DE LA PARTE. 5,4 KILÓMETROS.
La ruta comienza a las afueras de la localidad de La Garandilla en un camino que discurre entre pinos (figuras 1 y 2). Desde la carretera que va a La Utrera se toma el sendero que conduce, entre arbolado, hasta el barrio de La Velilla (figura 3). La Velilla es un barrio de La Garandilla que cuenta con unas bonitas casas. Desde allí se puede continuar hasta otros de los barrios de Valdesamario, Barrio de la Parte. Este tramo discurre entre los prados de siega y los setos arbustivos, que sirven de linde a las parcelas que en la provincia de León se les llama sebes (figuras 4, 5 y 6). Sin duda serán el elemento protagonista de la ruta, nos hartaremos de caminar por las sebes...

OPCIÓN 2. DE BARRIO DE LA PARTE A PONJOS. 13,2 KILÓMETROS.
Barrio de la Parte es uno de los barrios de Valdesamario en el que por desgracia apenas vive gente. Atravesaremos el pueblo por su calle principal en dirección hacia Ponjos (figuras 7, 8 y 9). Esta segunda opción será la de mayor distancia aunque también la que reúne mayor belleza. Tendremos aproximadamente 6,5 kilómetros hasta Ponjos, localidad ubicada en el tramo medio del valle de Samario (figura 10).

La fértil vega del arroyo Valdesamario ha sido tradicionalmente fuente de múltiples recursos para los habitantes del valle: forraje para el ganado, varas, mimbres, frutos, hierbas... (figuras 11, 12, 13, 14 y 15).
A mitad del recorrido cruzaremos por primera vez el arroyo Valdesamario por un bonito y largo puente que salva las aguas de un arroyo que para ser finales de verano traía mucha agua (figuras 16, 17 y 18).
Al poco de pasar el puente encontraremos un panel informativo sobre la vega de Valdesamario así como la flora y fauna que puebla la vega donde destacan la nutria y el raposo cuyos excrementos se dejan ver en la superficie de las rocas del camino (figuras 19 y 20). Seguidamente cruzaremos un puente pero unos metros más adelante volveremos a la orilla derecha del arroyo cruzando otro nuevo puente (figuras 21 y 22).

Poco antes de Ponjos el itinerario pasa cerca de las escombreras de la mina que, a pesar del indudable impacto ambiental producido, resultan interesantes por haber puesto al descubierto gran número de fósiles del Carbonífero (figuras 23 y 24).
Tras recorrer un tramo por la carretera entraremos a la senda cercanos al arroyo por un tramo poblado nuevamente por los robles hasta llegar a la entrada de Ponjos (figuras 25, 26 y 27).

En Ponjos llama la atención su arquitectura montañesa donde destacan las típicas casas omañesas con corredor y cubierta de pizarra o teja en algunos casos. Pero sin duda lo que más me llamó la atención fue su molino de agua (figuras 28, 29, 30, 31, 32, 33 y 34).

OPCIÓN 3. DE PONJOS A MURIAS DE PONJOS. 7,9 KILÓMETROS.
El último tramo parte de Ponjos y recorre el soto, bien conservado, del arroyo hasta llegar a Murias de Ponjos, final de la ida del recorrido. Serán 4 kilómetros aproximadamente donde buena parte de ellos les recorreremos por el arcén de la carretera, con continuas entradas y salida de la misma (figuras 35, 36, 37, 38, 39 y 40).
Tras un tramo bastante tedioso donde el cansancio comenzaba a hacer mella, llegamos al desvío final que nos indica la entrada a Murias de Ponjos (figuras 41 y 42). El itinerario de ida finaliza en el área de descanso de la localidad, muy bonito por cierto, que cuenta con dos merenderos, una fuente y además tenemos el aliciente de que nos podemos mojar los pies en el arroyo pues pasa justo por ahí (figuras 43, 44 y 45). Si nos hemos quedado con ganas de más, podemos visitar el pequeño embalse donde se realiza la captación de aguas para el embalse de Villameca.

Impresiones.

Ruta ideal para hacer con toda la familia para pasar un bonito día en el campo. La mayor dificultad de la ruta serán sin lugar a la duda la distancia a salvar, aunque como he explicado, podemos fraccionarla en 3 tramos, siendo con diferencia el 2º el que concentra mayores elementos para disfrutar de los bosques y la vega del arroyo Valdesamario. Los tramos que se realizan por la carretera hay que extremar la precaución aunque el tráfico es muy pobre y hay arcén suficiente para caminar seguro.