Embalse de Burgomillodo. Ermita de San Frutos y miradores
near Burgomillodo, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
El embalse de Burgomillodo es uno de los parajes más bonitos, y peculiares, de la geografía española. Enclavado en el curso del río Duratón, que ha excavado profundas y muy retorcidas hoces en la meseta castellana, es un lugar idílico para hacer piragüismo, en el que el placer de palear se une al gran número de avistamientos de buitres leonados, que anidan en gran cantidad en las paredes rocosas del cañón, que se pueden hacer a lo largo de una jornada. El embalse mantiene un nivel alto de agua durante el verano, aunque a partir de septiembre el nivel baja y el paisaje cambia algo. El año pasado tuve la oportunidad de recorrer la práctica totalidad del embalse en piragua, desde el Monasterio de la Hoz hasta las cercanías de la presa, pero no grabé ese track. Al volver ahora pretendía hacer la ruta senderista desde Burgomillodo a la ermita de San Frutos, o alternativamente desde Burgomillodo al Monasterio de la Hoz, por el otro lado del cañón, pero el tiempo (con llovizna y aviso de fuertes lluvias) hizo imposible hacerlo como pretendía, así que he reducido la primera de las dos posibilidades a un itinerario corto desde el aparcamiento de San Frutos a la Ermita y el Cementerio, añadiendo el paso por los distintos miradores sobre el embalse que hay en esa zona tan especial. Además de las fotografías obtenidas durante el recorrido, al final he añadido algunas fotos de la ruta en piragua realizada el pasado año, para brindar soporte adicional a la presentación.
Para llegar a San Frutos, saliendo de Sepúlveda, hay que tomar la SG-241, coger la salida a Castrillo de Sepúlveda, desde donde se pasa a la SG-V-2418 en direccción a Villaseca, y dsesde aquí seguir las indicaciones a Ermita San Frutos, que se alcanza por una pista no asfaltada que comienza al lado de la iglesia del pueblo. A algo más de 1 km de la ermita hay una amplia zona de aparcamiento, donde hay que dejar el coche (el acceso solo puede hacerse a pie, encontrando un primer mirador señalizado a la derecha con excelentes vistas al embalse).
Además de la Ermita se puede visitar la tumba de los hermanos de San Frutos, y es posible realizar un paseo por un sendero que recorre la periferia del promontorio donde está asentado, pudiendo llegar a bajar hasta el nivel del agua en un par de puntos (hay incluso escalones tallados en la piedra en algunos puntos), aunque se recomienda no hacerlo para evitar posibles caídas.
La ermita es parte (la mejor conservada) de un monasterio románico de siglo XII, construído sobre una iglesia visigótica del siglo VII; su fundación se atribuye a San Frutos (642 - 715), a quien acompañaron sus dos hermanos, San Valentín y Santa Engracia. Posteriormente, además de otras edificaciones del monasterio, se construyó un cementerio.
El acceso a la ermita pasa por un corto puente de piedra, que salva una grieta denominada La Cuchillada, originada según la mítica del lugar por un milagro de San Frutos para salvarse cuando era perseguido por soldados musulmanes. Se dice que entre la grieta y la ermita hay restos de un monasterio benedictino, y también hay una cruz metálica sobre un pedestal, en el que figuran las siete llaves de Sepúlveda.
Al lado del ábside de la ermita hay varias tumbas antropomórficas de la Alta Edad Media, reutilizadas por los monje. Al fondo y a la izquierda del promontorio hay un cementerio y, al lado, una caseta con una inscripción que la describe como cementerio de los santos. En los alrededores se ven algunos abrigos, algunos utilizados como refugios para las ovejas y otros como probables construcciones habitadas por humanos (eremitas o refugiados). Algo más lejos, más allá de los meandros visibles se encuentran las ruinas del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz, fundado por franciscanos en 1231; tras un derrumbamiento en 1492 fue reconstruido, pero fue abandonado definitivamente tras la desamortización de 1835, estando actualmente en ruinas; es posible acceder a el, si el nivel del embalse no es muy alto, pero se recomienda precaución por el riesgo de derrumbes.
Uno de los grandes atractivos de la visita al embalse es el avistamiento de aves en gran cantidad. La especie más notable en la zona es el Buitre Leonado, que alcanza una envergadura próxima a 2.5 metros y anida en los huecos de los cortados (los nidos se distinguen fácilmente por el color blanquecino que producen de estas aves. Hay un gran número de buitres, varios cientos de parejas reproductoras, número que sigue creciendo año a año; remando al mediodía se ven los buitres muy cerca, a veces parados en la orilla y a veces volando a pocos metros por encima de tu cabeza cuando vas remando en una piragua. A mí me pareció una experiencia fantástica. Hay que recordar que durante la época de cría del buitre (enero a junio) no se les debe molestar, por lo que el acceso a ciertas zonas del parque está limitado y controlado, o prohibido.
Con todo lo dicho sobran alicientes para realizar una visita a la zona. Para mí es muy, muy, muy, muy recomendable, aunque lo más es verlo desde abajo y desde arriba.
Para llegar a San Frutos, saliendo de Sepúlveda, hay que tomar la SG-241, coger la salida a Castrillo de Sepúlveda, desde donde se pasa a la SG-V-2418 en direccción a Villaseca, y dsesde aquí seguir las indicaciones a Ermita San Frutos, que se alcanza por una pista no asfaltada que comienza al lado de la iglesia del pueblo. A algo más de 1 km de la ermita hay una amplia zona de aparcamiento, donde hay que dejar el coche (el acceso solo puede hacerse a pie, encontrando un primer mirador señalizado a la derecha con excelentes vistas al embalse).
Además de la Ermita se puede visitar la tumba de los hermanos de San Frutos, y es posible realizar un paseo por un sendero que recorre la periferia del promontorio donde está asentado, pudiendo llegar a bajar hasta el nivel del agua en un par de puntos (hay incluso escalones tallados en la piedra en algunos puntos), aunque se recomienda no hacerlo para evitar posibles caídas.
La ermita es parte (la mejor conservada) de un monasterio románico de siglo XII, construído sobre una iglesia visigótica del siglo VII; su fundación se atribuye a San Frutos (642 - 715), a quien acompañaron sus dos hermanos, San Valentín y Santa Engracia. Posteriormente, además de otras edificaciones del monasterio, se construyó un cementerio.
El acceso a la ermita pasa por un corto puente de piedra, que salva una grieta denominada La Cuchillada, originada según la mítica del lugar por un milagro de San Frutos para salvarse cuando era perseguido por soldados musulmanes. Se dice que entre la grieta y la ermita hay restos de un monasterio benedictino, y también hay una cruz metálica sobre un pedestal, en el que figuran las siete llaves de Sepúlveda.
Al lado del ábside de la ermita hay varias tumbas antropomórficas de la Alta Edad Media, reutilizadas por los monje. Al fondo y a la izquierda del promontorio hay un cementerio y, al lado, una caseta con una inscripción que la describe como cementerio de los santos. En los alrededores se ven algunos abrigos, algunos utilizados como refugios para las ovejas y otros como probables construcciones habitadas por humanos (eremitas o refugiados). Algo más lejos, más allá de los meandros visibles se encuentran las ruinas del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz, fundado por franciscanos en 1231; tras un derrumbamiento en 1492 fue reconstruido, pero fue abandonado definitivamente tras la desamortización de 1835, estando actualmente en ruinas; es posible acceder a el, si el nivel del embalse no es muy alto, pero se recomienda precaución por el riesgo de derrumbes.
Uno de los grandes atractivos de la visita al embalse es el avistamiento de aves en gran cantidad. La especie más notable en la zona es el Buitre Leonado, que alcanza una envergadura próxima a 2.5 metros y anida en los huecos de los cortados (los nidos se distinguen fácilmente por el color blanquecino que producen de estas aves. Hay un gran número de buitres, varios cientos de parejas reproductoras, número que sigue creciendo año a año; remando al mediodía se ven los buitres muy cerca, a veces parados en la orilla y a veces volando a pocos metros por encima de tu cabeza cuando vas remando en una piragua. A mí me pareció una experiencia fantástica. Hay que recordar que durante la época de cría del buitre (enero a junio) no se les debe molestar, por lo que el acceso a ciertas zonas del parque está limitado y controlado, o prohibido.
Con todo lo dicho sobran alicientes para realizar una visita a la zona. Para mí es muy, muy, muy, muy recomendable, aunque lo más es verlo desde abajo y desde arriba.
Waypoints
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Easy to follow
Scenery
Easy
Excelente!. Vistas memorables, el recorrido en piragua parece espectacular.
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Easy
Corta y fácil ruta por la zona de meandros más bonita del Duraton
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Scenery
Easy
Buen paisaje y vista de buitres
Gracias por tu valoracion. Efectivamente la hoz es fantástica y hay una gran cantidad de buitres. Hace un par de años hice la ruta en piragua y es impresionante. Si puedes, prueba.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Buena ruta para observar buitres y poder fotografiarlos.
Gracias por tu valoración.