Embalse de El Centenillo

Una ruta bastante desconocida, lo que le da mucho encanto y que discurre por plena Sierra Morena. Partiendo de El Centenillo, llegaremos por el Valle del Río Grande hasta la presa de dicho río, junto a la Sierra de El Puntal.

El principio de nuestra ruta coincide con el sendero señalizado del Cerrillo del Plomo. Si bien la primera bajada, paralela a un cortafuegos, es algo pronunciada y debemos tener cuidado, el resto del trayecto hasta el Cerrillo es más suave y asequible, y siempre en sentido descendente.

Pronto llegaremos al Barranco de las Higueras, donde si miramos hacia nuestra derecha podremos observar una serie de terrazas, que en su momento estuvieron ocupadas por huertos de los mineros para producir verduras y frutas. Aunque actualmente ya no existen, en el siglo pasado el pueblo contaba con más de trescientos huertos de este tipo. Después de este paréntesis imaginando la vida en torno a estas huertas, continuaremos nuestra senda y cruzaremos un arroyuelo para empezar a descender por una calzada de origen probablemente romano, cuya finalidad era conectar el Cerrillo del Plomo con otras instalaciones mineras cercanas.

Continuamos nuestro paseo y, hacia mitad del camino, cruzaremos de nuevo el arroyo mientras seguimos descendiendo hasta llegar al cruce con la pista, donde se encuentra la subida al Cerrillo del Plomo y un panel explicativo de la minería en la época romana.

Tomamos un pequeño sendero que sale a la derecha del Cerrillo, pasaremos por el conocido como "socavón de pelaguindas" y descendiendo por las escorias mineras, llegaremos de nuevo a la pista. Seguiremos por la misma (dejando a la derecha una bonita zona de helechos) hasta llegar a los restos de los primitivos hornos romanos (se trata de unos agujeros excavados en el suelo donde los romanos acumulaban material inflamable con el mineral, tras prenderlo y taparlo, se alcanzaban altas temperaturas que hacían que el plomo se derritiera, quedando como una especie de torta en el fondo del mismo)

Continuaremos el paseo bajando por un sendero que sale a nuestra izquierda (donde hemos podido ver algunos ciervos) y tras pasar junto a uno de los viejos castaños, llegaremos a "la bomba" (estación que eleva el agua potable hasta El Centenillo) y hemos podido comprobar que el río Grande por fin lleva algo de agua tras la sequía que nos azota.

Subimos a la pista que hay encima de la bomba y pasamos por el paso habilitado al efecto, continuando por el mismo en descenso hasta llegar al vado que cruza el río Grande, disfrutando de las vistas de la Sierra de El Puntal.

Tras cruzar el vado, comenzaremos a subir, pasaremos por la antigua casa de El Puntal, y no dejaremos el camino hasta llegar al gran cortafuegos que hay a los pies de la sierra. Subiremos por el mismo y encontraremos un camino que lo corta, que debemos tomar hacia la izquierda.

Volvemos a bajar y hay que estar atentos al camino (algo cubierto de maleza) que unos kilómetros más adelante saldrá a nuestra izquierda y nos llevará directamente a la presa del embalse.

Actualmente está en desuso, si bien, en su día abastecía a la localidad de Linares. Las obras de la Presa El Centenillo finalizaron en Diciembre de 1.935. Este embalse pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la superficie de cuenca de este embalse es de 111,645 km2.

El tipo de presa es de Gravedad y planta recta, con una cota de coronación de 538 m y una altura desde cimientos de 33 m. Su longitud de coronación es de 105 m, su cota de cimentación es de 505 m y su cota del cauce en la presa de 505 m.

Mas allá de los datos, para mi gusto es un remanso de paz y puesto que no abastece a ninguna localidad es difícil verlo sin agua.

Para la vuelta, hemos optado por bajar por una escalera situada en el lado contrario de la presa, lo que nos permite disfrutar de unas bonitas vistas de la misma.

Por ese lado del río discurre el conocido como "Canal de Linares" que corresponde al camino de servicio que discurre por encima de las tuberías que llevaban el agua y por el que se supone que se puede pasar (con los entendidos que he hablado dicen que hay una servidumbre de paso)

Hay que hacer DOS ADVERTENCIAS: la primera es que hay tramos del mismo que están en bastante mal estado, con mucha piedra suelta que casi ha hecho desaparecer el camino) por lo que si se decide pasar, hay que tener cuidado y la dificultad moderada la pongo por este tramo. Existe la posibilidad de volver por el otro lado del río o de desandar el camino.

La segunda advertencia es que recientemente los propietarios de la finca han colocado un cartel en la salida del camino, según nuestro sentido de marcha, en el que indica que se trata de un camino particular y han cerrado con una cadena el paso (yo lo he utilizado en otras ocasiones y estaba abierto) lo que nos ha obligado a saltar la valla para salir de la finca (pues en el otro lado, la valla estaba abierta)

Una vez superado este tramo, hemos vuelto al pueblo siguiendo en todo momento la pista (es un poco más largo, pero el desnivel es más llevadero)

Hay que tener en cuenta que este track se debe utilizar como referencia. El campo es un elemento vivo que va cambiando continuamente, que los recorridos, señalización y, cualquier otro aspecto pueden sufrir variaciones por la mano del hombre y/o de la propia naturaleza.