Embalse del Castañar- Río Nacimiento- Cortijos del Doctor, del Recodo y del Rosal- Refugios de Ubeire y Dehesa de la Yedra

Ruta por la media montaña de la cara norte de la Sierra Nevada almeriense. Partiendo desde la Presa del Castañar, cercana al pueblo de Fiñana, ascendemos hasta el albergue de Ubeire. Sorprendente ruta por los viejos senderos que recorren los cortijos y enclaves que jalonan la cabecera del histórico Río Nacimiento, cuyo valle conformado aguas abajo entre Sierra Nevada y la Sierra de los Filabres ha servido de ancestral vía de comunicación entre el Mediterráneo y la Hoya de Guadix para las diferentes culturas que han desfilado por esta comarca andaluza.

Nuestro recorrido discurre a los pies de las impresionantes moles montañosas del Almirez y La Cumbre, agrestes montañas cuyas salvajes paredes rocosas y los frondosos bosques que tapizan sus laderas otorgan un placentero sabor alpino al paisaje, siendo un auténtico placer poder recorrer sus laderas y barrancos vestidos con las galas y colores otoñales que otorgan sensaciones inigualables al que busca sumergirse en el caleidoscopio natural que tanto apabulla al caminante.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Iniciaremos esta fantástica ruta junto al EMBALSE DEL CASTAÑAR. Para llegar a este debemos tomar la salida 326 de la A-92 y seguir 1´5 km por camino asfaltado. El Embalse del Castañar o Presa de Fiñana está construida en el Barranco del Castañar, afluente del Río Nacimiento por la izquierda y tiene por objeto el aumento de garantía para 1.400 ha de los riegos tradicionales de Fiñana, Abla y Abrucena. Cruzaremos su muro de contención siguiendo el camino asfaltado para pasar junto a LOS CORTIJOS DEL CASTAÑAR, pequeña aldea enclavada junto al Río Nacimiento. Aquí encontramos una aldeana partiendo aceitunas para aliñarlas con la que conversamos un ratillo.

El camino, ya de tierra, progresa ahora junto a una acequia remontando el curso del río por su margen natural izquierda hasta llegar a las ruinas de un viejo cortijo tras las cuales abandonamos la pista que traíamos para tomar el sendero que aparece a nuestra izquierda y que tras vadear un barranquillo nos conduce a lo que queda del CORTIJO DEL TEITE, viejas ruinas que dominan el Valle del Nacimiento y que denotan lo imponente que debió ser en su día.

El sendero desciende ahora hasta el mismo cauce del RÍO NACIMIENTO, atravesando un frondoso paso realmente hermoso que a modo de pasillo aéreo de roca desnuda nos conduce a los CORRALES DE ALMANSA, entre chopos y vegetación de ribera que nos deleitan con el colorido otoñal que irradian en estos días.

En este lugar nos encontramos el cartel que indica que aquí finaliza el sendero balizado de los Molinos de Fiñana y comienza el SENDERO UBEIRE, sendero oficial del Parque Nacional de Sierra Nevada que conduce al Albergue El Ubeire y con el que le vamos a dar continuidad a nuestro paseo.

Vadearemos el Río Nacimiento por un puente y tras cruzarlo veremos el panel informativo de comienzo del Sendero de Ubeire, desviándonos a la derecha por un pintoresco sendero que se adentra en el pinar y que en dirección sur se dirige por al cauce habitualmente seco del ARROYO DE LA CANDONGA; para posteriormente comenzar a ascender de forma exigente por la LOMA DEL CAPITÁN entre encinas y sotobosque mediterráneo.

La pendiente del sendero poco a poco se va moderando mientras éste da vista al BARRANCO DEL RÍO NACIMIENTO, por cuya ladera natural derecha progresamos de forma ya bastante cómoda mientras nos recreamos con las vistas al Cerro del Jabalí al otro lado del barranco. Vamos ganado altura mientras el Río Nacimiento serpentea bajo nosotros con la hilera de luz dorada que le confieren los chopos en su apogeo otoñal.

El sendero se sumerge en un pequeño reducto de ciclópeos QUEJIGOS por un tramo encharcado junto a un juncal lo que nos indica la presencia de la FUENTE DE LA VÍBORA unos metros por encima del sendero.

El sendero atraviesa una zona más despejada de bosque y repleta de rascaviejas, triste consecuencia del incendio que afectó a esta zona en 2007. Llegaremos al mismo cauce del Río Nacimiento, el cual cruzamos por un puente de madera unos metros por encima de la confluencia en el río del Arroyo del Estepar. El Río Nacimiento recibe su nombre justo a partir de este punto, tras la confluencia de tres arroyos: el mencionado Arroyo del Estepar, el Arroyo del Rosal y el Arroyo de Lubiere.

Tras cruzar el río ascendemos a la preciosa y empedrada ERA DEL CORTIJO DEL DOCTOR, que nos brinda una buena panorámica de los Cortijos del Rosal, magníficas muestras de la arquitectura tradicional de la zona donde la pizarra y la madera se muestran como los principales materiales de construcción de estos cortijos. Veremos al otro lado del río el Cortijo del Doctor, el único que se mantiene habitado y con uso mientras que el sendero nos lleva al CORTIJO DEL RECODO, conjunto de construcciones que nos permiten descubrir sus múltiples estancias y rincones donde no es difícil recrear imaginariamente la vida de sus antiguos moradores.

Un estrecho sendero nos hace cruzar el Arroyo del Rosal y tras una empinada y corta ascensión accederemos a las ruinas del cercano CORTIJO DEL ROSAL; otro claro ejemplo de la vida que tenía este valle en otra época. Tras pasar este último cortijo el sendero se zambulle en el ARROYO DE LUBIERE O UBEIRE, que tendremos que vadear en seis ocasiones por varias pasarelas de troncos de madera que nos facilitan el paso, rodeados de una frondosidad y un verdor que torna a amarillos y ocres; y que junto al rumor sosegado de las aguas del arroyo transmiten una tranquilidad y una paz que te llegan al centro del alma. Las copas de encinas y pinos; y las hojas esparcidas por doquier de castaños, chopos y otros árboles de ribera conforman un collage natural multicolor que dota de una dosis de bella hipnosis colectiva a nuestro caminar por este paraje.

El Arroyo de Ubeire está rodeado de enormes castaños que nos brindan sus frutos de una calidad excepcional; y que puñado a puñado van engrosando nuestras mochilas. Vamos dejando el PRADO DE LOS LUCAS a la izquierda y una impresionante chopera con un espectacular e intenso amarillo a la derecha. Un pequeño esfuerzo más y llegaremos al REFUGIO DE UBEIRE. Un conjunto de típicas edificaciones de montaña, placitas y rincones extremadamente encantadores donde se ha respetado hasta la máxima expresión de la arquitectura rural de la zona. Este albergue es gestionado por el Ayuntamiento de Fiñana y posee capacidad para 30 personas repartidas en distintos módulos. El enclave es realmente idílico, destilando serenidad y montaña en estado puro, con EL ALMÍREZ mostrando su cara más abrupta y bella como dominador del paisaje sensacional que se presenta desde este lugar. Un refugio de alta montaña que parece estar dibujado en el paisaje; rodeado de castaños, con plazuelas, fuentes y mucho encanto. Un lugar donde el tiempo se ha detenido y que está perfectamente integrado en la naturaleza. Un espacio natural donde perderse en largos paseos, disfrutar de un fin de semana, evadirse en toda la esencia de un parque nacional y alejado de toda señal de vida.

El Refugio de Ubeire cuenta con 30 plazas, un total de 5 habitaciones de diferentes tamaños. Si quieres reservar algo más personal está «la casa del guardia» y el «módulo 1», únicos alojamientos de complejo para realizar una reserva mínima de dos personas. El precio ronda los 14 euros por persona y hay ciertos suplementos por necesitar: ropa de cama, leña para las habitaciones… Queda claro que esto es un albergue, si no quieres pagar más ¡llévate tus sábanas!

Una vez realizado el receso de rigor para comer en unas mesas de piedra bajo un precioso emparrado que hay junto a las barbacoas y los lavaderos; y tras realizar las fotos de rigor iniciamos el descenso. Para ello subiremos a la parte alta de la pequeña aldea que conforma el refugio y tomaremos una amplia pista desde el aparcamiento. Aquí encontraremos paneles informativos. Un corto ascenso de unos 500 metros por esta pista nos hará llegar a un cruce con otra pista de entidad mayor que tomaremos a la izquierda. Aquí estaremos en la cota máxima de esta ruta. Ahora nos toca un largo y cómodo descenso de unos 5 km, antes de tomar el próximo desvío, disfrutando de unas excepcionales panorámicas: el Valle del Río Nacimiento tras el que se erigen las altas cumbres nevadenses del Almirez, La Cumbre, la Cruz del Pescadero y los Peñones del Mediodía como telón de fondo de esta impresionante estampa. En este de 5 km recorrido pasaremos junto a un precioso cedral en el Paraje conocido como El Cajite; un poco antes de llegar al ARROYO, BARRANCO Y FUENTE DE LAS CANDONGAS que desciende por las laderas del Cerro de la Cruz.

Después veremos un cortafuegos a la izquierda, señalado con waypoint, por el que se puede recortar la ruta, pero nosotros decidimos continuar por la cómoda pista disfrutando de las bellas panorámicas. Llegaremos a una encrucijada de caminos, donde hay un panel que indica 5km al refugio de Ubeire, de donde venimos, y 6 al refugio la Dehesa de la Yedra, que es el que tomaremos.

Posteriormente y en uno de los muchos zigzags que hace la pista a tajaremos por el cortafuegos que en esta parte tiene mucho menos desnivel y acorta considerablemente el camino hasta llegar directamente al REFUGIO LA DEHESA DE LA YEDRA; otro bonito refugio, pero carente del mágico encanto del de Ubeire. El de la Dehesa de la Yedra tiene capacidad para 12 plazas, salón comedor con chimenea, amplia terraza y porche, cuarto de baño y cocina totalmente equipada. Cuenta, además, con horno de leña y energía solar. Está enclavado en un montículo a 1.160m de altitud con impresionantes vistas, rodeado de masa forestal y junto al río Fiñana.

Proseguiremos por el cortafuegos un tramo más y nos desviaremos a la izquierda por un pinar y en descenso llegaremos nuevamente al cauce del Río Nacimiento. Lo vadearemos y seguiremos un sendero que enlazará con el camino de ida. Solo tendremos que desandar el camino hasta llegar al punto de inicio y final de esta gratificante, espectacular y muy recomendable ruta.