Activity

Encinacorba-Cabezo de la Atalaya, 1237 mts. Sierra de Algairen

Download

Trail photos

Photo ofEncinacorba-Cabezo de la Atalaya, 1237 mts. Sierra de Algairen Photo ofEncinacorba-Cabezo de la Atalaya, 1237 mts. Sierra de Algairen Photo ofEncinacorba-Cabezo de la Atalaya, 1237 mts. Sierra de Algairen

Author

Trail stats

Distance
8.61 mi
Elevation gain
1,578 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
1,578 ft
Max elevation
4,214 ft
TrailRank 
42
Min elevation
2,598 ft
Trail type
Loop
Moving time
2 hours 33 minutes
Time
2 hours 36 minutes
Coordinates
2406
Uploaded
March 7, 2023
Recorded
March 2023
Be the first to clap
Share

near Encinacorba, Aragón (España)

Viewed 94 times, downloaded 0 times

Trail photos

Photo ofEncinacorba-Cabezo de la Atalaya, 1237 mts. Sierra de Algairen Photo ofEncinacorba-Cabezo de la Atalaya, 1237 mts. Sierra de Algairen Photo ofEncinacorba-Cabezo de la Atalaya, 1237 mts. Sierra de Algairen

Itinerary description

El Cabezo de la Atalaya es el último gran bastión de la Sierra de Algairén antes de declinar suavemente hacia las primeras tierras del Campo de Daroca.

El pueblo de partida es Encinacorba, uno de los últimos del Campo de Cariñena por el sur. Su refundación como pueblo cristiano en el siglo XII se asocia a la presencia de una encina curvada, que ha quedado inmortalizada en su escudo y su bandera.

La vid sigue moviendo la economía del pueblo, con parcelas que escalan con brío hasta el vientre del Cabezo de la Atalaya. Todavía se dejan ver bancales de frutales, olivos y almendros, aunque tristemente abandonados.

Su mayor riqueza forestal es su pinar, mezclado con la autóctona carrasca. Por esos pagos ascienden varios caminos hasta la Atalaya, el punto culminante que, paradójicamente, pertenece a Mainar y no a Encinacorba, ya en la vecina comarca del Campo de Daroca.

La primavera ha resultado inesperadamente fría y lluviosa. El monte destila aromas silenciados por el invierno y los barrancos bajan con un caudal inesperado. Tanto es así que nos encontramos el camino cortado por el barranco del Viaducto, un más que modesto afluente del río Frasno, nacido en las faldas de los Ginestones.

Conforme vamos tomando altura, se hace palpable una notable ruptura de la continuidad de la masa forestal. Si miramos de frente a nuestro objetivo, el pinar está bruscamente partido por la mitad.

Solo el fuego ha podido provocar semejante desastre. El primer incendio calcinó 300 ha de pinar y matorral en julio de 2003; el segundo, en agosto de 2005, se llevó por delante 50 ha de maltrecho pinar.

En ambas ocasiones, RENFE está detrás del origen de las llamas. Un tren y una desbrozadora. Ni pirómanos, ni especuladores, ni desalmados, ni siquiera causas naturales. El tren, en tanto sinónimo de progreso, generador de retroceso. Lo absurdo.

Demasiadas hectáreas para una población que siempre miró con orgullo y deleite a su verde pinar de repoblación, plantado con mucho esfuerzo y mimado desde la década de los 50 del pasado siglo. Un castigo inmerecido.

Escuchamos el cucú de un cuco encaramado a un peñasco silíceo. Y, mejor aún, conseguimos verlo y tomarle al menos unas fotos desde la distancia. Esquivo por naturaleza, pocas aves gozan de un simbolismo igual y arrastran una carga mitológica tan densa como el cuco. Su ambivalencia es fruto de su despertar de entre los muertos (el invierno) para anunciar la llegada de la vida (la primavera). Suerte la nuestra.

El collado de la Hoya Vedada podría considerarse la antecima de la Atalaya. Hemos superado hace un rato los 1000 metros de altitud. Apreciamos desde aquí cómo desciende impetuoso el barranco de la Hoya Vedada, con una melodía poderosa, impropia de un arroyo modesto.

Las últimas lluvias han envalentonado a un río como el Grío, discreto por naturaleza, que nace en estos terrenos ahora casi yermos. Sus aguas furiosas causaron, muy pocos días atrás, gran dolor en Codos, al otro lado de Algairén. Un joven pastor falleció arrastrado por la fuerza terca de su torrentera desbocada. Quiso salvar a sus ovejas. Y no hay pastor que no quiera salvar a sus ovejas.

Alcanzamos la cima con un viento helador que no invita a quedarse contemplando las estupendas vistas. Aun así, desde allí, podemos atisbar la fotogénica Sierra de Vicor, la sucesión de lomas y vaguadas de Algairén, el llano de Cariñena que antecede a la inmensidad del valle del Ebro y los páramos elevados de Daroca, puerta de entrada del Jiloca turolense. Como en toda atalaya, y esta no podía ser menos, lección gratuita de geografía.

Waypoints

PictographPhoto Altitude 2,614 ft
Photo ofFoto

Foto

PictographIntersection Altitude 2,676 ft
Photo ofIntersección

Intersección

PictographIntersection Altitude 2,843 ft
Photo ofIntersección

Intersección

PictographIntersection Altitude 2,850 ft
Photo ofIntersección

Intersección

PictographIntersection Altitude 3,118 ft
Photo ofIntersección

Intersección

PictographIntersection Altitude 3,152 ft
Photo ofIntersección

Intersección

PictographPhoto Altitude 3,639 ft
Photo ofFoto

Foto

PictographPhoto Altitude 4,117 ft
Photo ofFoto

Foto

PictographSummit Altitude 4,203 ft
Photo ofCima

Cima

PictographPhoto Altitude 3,493 ft
Photo ofFoto

Foto

PictographIntersection Altitude 2,666 ft
Photo ofIntersección

Intersección

Comments

    You can or this trail