ENCINACORBA - PEÑA CUEVA - CARRALAMANTA - ERMITA S.CRUZ - ENCINACORBA

En un fin de semana que anunciaban muy lluvioso optamos por un recorrido senderista alrededor de Encinacorba dada la posibilidad de ir y volver en tren desde Zaragoza.

Finalmente, no llovió en toda la mañana y pudimos disfrutar de los paisajes que ofrece la sierra de Algairén. En esta época aún resultan más atractivos ya que al verde habitual se unen los colores rojizos y amarillentos de las viñas en otoño.

Desde la estación que se encuentra un poco alejada, descendemos hacia el pueblo. Pasamos por la parte posterior de la iglesia de N.S. del Mar y junto a un torreón. Pronto abandonamos sus calles y seguimos por pistas. Pese a que ha llovido bastante durante la noche anterior presentan un buen firme y se puede andar sin problemas y sin embarrarnos.

A medida que ascendemos por la pista pasamos junto a las viñas y poco a poco nos acercamos a la parte más boscosa del recorrido. El camino incluso mejora en lo que al firme se refiere, pero la subida es cada vez más fuerte.

Después de unas curvas cerradas con fuerte pendiente llegamos al acceso a la Peña de la Cueva. Tras pasar junto a una mesa ubicada en un buen lugar para tomar un respiro, se llega al mirador por un corto sendero. Desde allí la vista es magnífica, podemos disfrutar del mosaico colorista que forman los viñedos y al fondo ver como la niebla se ha asentado en el valle del Ebro.

Un poco más adelante se encuentra el acceso a la fuente de la Corza. Se llega hasta el manantial bajando unos metros por un sendero que en la actualidad se encuentra despejado. En la fuente mana un pequeño y cantarín chorro de agua.

Siguiendo el camino se llega al lugar donde nace el acceso a la Atalaya cuyo vértice situado a 1.237 metros es el más elevado de la zona. Como íbamos condicionados por el horario del tren de regreso optamos por no subir al mismo y continuar en busca del descenso.
El mismo se inicia abandonando la pista y en fuerte bajada. En la bajada encontramos un pozo de nieve al que se llega desviándonos ligeramente de la senda. Tras ver la explicación que sobre el mismo hay regresamos de nuevo a la senda hasta que enlazamos con otra pista. Ésta pasa sobre la boca este de uno de los túneles del ferrocarril.

Allí mismo podemos optar por seguir la pista y acortar el regreso al pueblo o por tomar campo a través e iniciar la subida al alto de Carralamanta, que es lo que hicimos. El terreno está despejado y se anda con facilidad. Pronto se llega al alto y ya vemos enfrente la ermita de la Santa Cruz a la que nos encaminamos en línea recta.

La ermita está en un alto con buenas vistas sobre el pueblo y tiene una zona de barbacoas. Tras las fotos de rigor iniciamos el regreso por camino asfaltado pero muy pronto lo abandonamos para coger un buen sendero que se interna en el bosque que rodea la ermita.
Volvemos a coincidir con el camino frente a la ermita, muy deteriorada, de Santa Quiteria y rápidamente llegamos al pueblo que recorremos contemplando algunos de sus elementos más significados, como son, el lavadero, el arco de entrada y el ayuntamiento. A la salida del pueblo dirección Cariñena encontramos un mural y un peirón.
En ese lugar volvemos hacia la estación pasando antes junto a la iglesia, con la suerte de que estaba abierta y pudimos contemplar la riqueza que alberga en su interior, el retablo barroco, el dedicado a la patrona del pueblo (N.S. del Mar) y el órgano entre otros.

Desde allí se llega enseguida a la estación para coger el tren de regreso.