Encinar de Bajil, Cueva de los Morciguillos, Cueva de la Iglesia, Toriles (Bosque Encantado), Rincón de los Huertos. (Pakoomu)

La ruta circular que vamos a realizar parte de el Bajil, aparcamos en el caserío junto a la casa de Antonio Rodriguez.

Con una docena escasa de habitantes, en una olmeda y rodeada por la explotación agraria extensiva industrial (espliego para producir esencia que se vende a la industria química y farmacéutica), además de una zona vallada de huerta para autoconsumo.

La zona del Campo de San Juan emergida desde finales del Terciario, presenta unos procesos geológicos que han erosionando y modelando estos parajes, donde la estratificación y fácil disolución de las calizas bioclásticas marinas, han dado lugar a un paisaje exokárstico.

Salimos por la carretera de ida frente a Bajil del Cenajo, para tomar pista antes del Cortijo del Tio Ramón Conesa hacia el Encinar de Bajil, altiplano calizo situado a casi 1.300 m de altura, abigarrado con encinas de bajo porte y sabinas.

Nos dan la bienvenida unas bellas peonias, en el segundo cruce doblamos por la izquierda, en el siguiente a la derecha, iremos atentos al track pues hay que cambiar de dirección, sorteando coscojas y retamas hasta enlazar con la pista, por la que regresamos de vuelta de las Cuevas de Bajil.

Por sendero ahora mejor marcado damos con la Cueva de Los Murciguillos, la cual recorremos con con ayuda de linterna.

Posee varias cavidades con estalactitas y estalagmitas, el vuelo de un murciélago nos recuerda donde nos encontramos, también restos de la presencia ganadera.

Después nos dirigimos a la cueva cercana de la Iglesia, igualmente interesante, claramente usada como aprisco, de dimensiones contenidas, con buena entrada e iluminación.

A mitad del camino antes de iniciar la vaguada paramos para tomar un almuerzo rodeados de Quercus Ilex.

Continuamos a pocos metros girando a la Izquierda por la vaguada, en el desvío poco visible al Cortijo de Cárdenas.

La traza senderil que se correspondía con un antiguo camino de paso, se halla poco pisoteada y cuesta seguirla a veces, pero no hay pérdida posible al seguir el curso del ramblizo, por la derecha acabamos descendiendo al lecho, con un pequeño curso de agua y la exuberante vegetación de Los Toriles (Bosque Encantado) salpicada de nogales, almeces y chopos.

El terreno se abre a unos pequeños prados aterrazados con vistas del Cortijo Rincón de Los Huertos, hacia la pista, que nos hace pasar por delante de la curiosa vivienda-aprisco troglodita.

Proseguimos por la pista dejando dos casas rurales, vamos ascendiendo hasta el Collado Blanco; bordeamos el Puntal de Zanco por sendero pedregoso, seguimos por la pista de la Cañada de Bajil, dejamos a nuestra derecha el Cerro del Tomagal, a nuestra izquierda la Fuente de las Pilicas rebosante de agua fresca, entramos monte arriba por sendero, para ver la pintura rupestre del Barco en la Cueva del Esquilo, una carabela datada del siglo XVI.

No está registrada la ruta hacia la última Cueva del Esquilo al quedarme sin batería, pero se llega fácilmente.