Enebro de Sabiñán y carrasca de Morés desde Sabiñán

NOTA SOBRE LA DIFICULTAD DEL ITINERARIO:
Se incluye una valoración subjetiva según los criterios de evaluación de Wikiloc (fácil, moderado, difícil, muy difícil y solo expertos) y una valoración lo más objetiva posible según los criterios de evaluación del método MIDE (Método de Información de Excursiones) —Manual MIDE—.


DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
Completo recorrido por la Sierra de Morés, la continuación de menor entidad del brazo principal que conforma la Sierra de la Virgen.
Uno de los objetivos de esta ruta es conocer dos árboles monumentales que pueblan densamente las regiones mediterráneas: el primero de ellos, un enebro de la miera (Juniperus oxycedrus), perteneciente a Sabiñán y el segundo una encina (Quercus ilex), incluida en el término de Morés.
Para ello, tomaremos una sucesión de pistas agrícolas que transcurren por un territorio de piedemonte intensamente humanizado: en un primer escalón, atravesaremos campos de frutales y, en un segundo más montano, almendreras y olivares, algunos de ellos con pies claramente centenarios.
Una vez pasada la fuente y el corral en ruinas de Valcardera, tomaremos una senda que en pocos minutos nos dejará en la punta donde se asienta el monumental enebro de Sabiñán o de Valcardera, recuperado para el pueblo por la asociación cultural Sabinius Sabinianus. Se le estiman unos 500 años de existencia y es un ejemplo vigoroso de una especie que se la considera generalmente de porte arbustivo, pero que ha alcanzado unas notables dimensiones arbóreas.
Ahora, por senderos y pasos de ganado, que se intuyen suficientemente bien, pero que no cuentan con mantenimiento oficial (habrá que buscar los mejores pasos entre retamas y escaramujos), iremos a buscar el corral de la Sierra, situado en el Boquero de Morés, de clara y vigente vocación ganadera. De ahí, primero por pista, y luego de nuevo por pasos de ganado, desembocaremos en la Caseta Garrudo, que cuenta con la preciada agua de una fuente cuya toma se encuentra algo más arriba, en un recuenco húmedo de la Hoya Gil, donde se desarrollan algunos castaños plantados tiempo atrás (el origen de los pocos ejemplares de esta especie en Aragón no es espontáneo ni natural), que se han naturalizado perfectamente, y una encina de grandes dimensiones, sin duda centenaria, conocida como la "chaparra grande".
Desde aquí, y enteramente por pistas agrícolas, regresaremos a Sabiñán, con unas amplias vistas sobre esta bella porción del valle del Jalón, que riega y fertiliza las riberas donde se asientan las poblaciones de Morés, la propia Sabiñán y Paracuellos de la Ribera.