204. Entre Rebolledillo de la Orden y Rebolledo de la Torre
near Villela, Castilla y León (España)
Viewed 181 times, downloaded 1 times
Trail photos
Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 50 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' (justo en el límite con 'Media') para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 355 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
--“¿A dónde vamos?”.
--“¡To the West; to the West!”. (En realidad, tampoco era el ‘oeste, oeste’; era el oeste tirando a norte. Vamos, el noroeste, que también tiene mucho de provecho).
--“¿Y eso…?”.
--“Porque de allí ha estado viniendo estos días ese (remedo de) temporal, que no ha traído sino una birria de lluvia y sólo ha servido para incordiar”. “Barriendo de oeste a este, por donde primero se irá será por donde venía, lógicamente”.
Sin ser buena, era la mejor opción de tiempo atmosférico: El cielo estaría algo más despejado que en otras partes. Para disfrutar de la naturaleza y la paz del espíritu, no hay opciones ‘menos malas’; sólo, si acaso, ‘menos buenas’ (todas valen).
La ruta prevista por allí era, sin embargo, artesanal y exploratoria. No teníamos referencia previa de ella. Era de diseño propio, sobre mapa, combinando campo y monte sin senda clara con otras zonas donde sí parecía haberla.
Cerca de Peña Amaya y Peña Castro, seguro que tendría atractivo paisajista, y más en primavera. Y también tendría interés cultural: la iglesia de Rebolledo de la Torre, el regalo de alguna ermita, y ese desconocido Rebolledillo….
Los posibles inconvenientes e incomodidades del terreno y la incertidumbre sobre el trazado no nos echarían para atrás. Al contrario, eran un aliciente más. Una fuente para la sorpresa, para la exigencia de adaptarnos a lo inesperado.
“¡A ver qué pasa…!”. Ilusionados….
Por si acaso (…nos entraba ‘canguis’ a última hora), teníamos otra ruta (ésta, trillada y fácil, un PRC-BU) en la recámara. Estaba en el trayecto, 30 km antes. En Villadiego decidiríamos.
…/…Cuando llegamos a esa villa, seguíamos envalentonados con la idea inicial. Además, allí vimos una evidente amenaza de lluvia en la dirección de la ruta alternativa.
…“!Sigue, sigue…; más hacia el oeste!”. Y allí (Rebolledillo-Rebolledo) terminaríamos; disfrutando de un espléndido día de sol y alguna nube ornamental.
LA RUTA
En Rebolledillo de la Orden nos desviamos hasta su iglesia y luego tomamos un camino hasta el km 2,2. Desde allí hasta el 3,4 vamos por un sendero que juega al escondite: ‘ahora me ves…’. Hay que salvar el río Villova y dos alambradas. Sin dificultades.
Seguidamente, tenemos un cómodo camino hasta Rebolledo de la Torre (km 5,7). Sería inexcusable no llegar hasta su iglesia y detenerse a contemplar el excelso pórtico románico con fantásticos relieves de mil filigranas; también el torreón, al lado.
La siguiente etapa nos lleva hasta la ermita de Nuestra Señora de Villova (km 9,4), en un bello enclave a los pies del extremo occidental de Peña Castro. Hasta ahí hemos transitado por buenas veredas y por una agradable campiña.
A partir de allí desaparece cualquier traza de senda hasta el km 11,5. Primero, hay que bordear varios sembrados y cruzar dos arroyos (afortunadamente, encontramos unas pasarelas). Después hay que ascender por un arisco monte (ver Posibles Dificultades).
Ya arriba, en el lomo, el monte se vuelve más amistoso. Enseguida nos encarrilamos por cameras herbosas hasta la pista principal (km 12,6). Ésta nos lleva en sosegado descenso de regreso a Rebolledillo. Los últimos 600 m son por carretera local.
Posibles Dificultades:
La ruta tiene inicialmente un tramo de leve exigencia física y de orientación entre los km 2,2 y 3,4. Basta con seguir la presente guía. En casi todo el resto, los desniveles son livianos y por buen terreno.
Hay, sin embargo, una importante excepción con notables demandas entre los km 9,4 y 11,5; es puro campo o monte a través. Son superables, si bien con algunas incomodidades, aunque sin peligro:
(a) Primero, es importante localizar dos pasarelas metálicas para sobrepasar sendos arroyos. Están muy próximas entre sí en el km 10,4. Sin ellas, los arroyos parecen difícilmente franqueables; son muy profundos y llevaban agua.
(b) Segundo, sobrepasados los arroyos, enseguida tendremos que afrontar una fuerte pendiente de subida (del km 10,9 al 11,5). Tiene, además, mucha maleza (la argoma puede llegarte a las rodillas) y cerrados arbustos.
La gran ‘ventaja’ de esa última parte es que, cuando llegas arriba, lo que ves, ya todo fácil, aparte de bonito, te parece el paraíso (…te lo parecería igualmente…).
Si existe una alternativa más placentera para estos tramos (a y b), conllevaría alargar la ruta en varios km, continuando desde la ermita en dirección sureste. Yo repetiría; sin problema. Pero lo aviso para quien desee desahogo.
DESTACADO
Es ésta otra de las muchas rutas que combina naturaleza y cultura. Naturaleza variada: valle, campiña, sotomonte, riscos y loras; y, a lo lejos, elevadas sierras. Y cultura de excelencia, por su valor artístico y arquitectónico, religioso e histórico. Merece la pena.
(1) La Naturaleza:
Estamos en las estribaciones occidentales de Peña Amaya y Peña Castro. Los dos pueblos visitados están apartados, especialmente Rebolledillo. La naturaleza que los envuelve es magnética y aislante.
Los paisajes son heterogéneos y hacen la travesía sumamente entretenida:
(a) Quizá la presencia mayoritaria corresponde a la campiña cerealista, ahora frondosa y colorida. Cubre suaves valles surcados por arroyos, aunque también hay cultivos en las zonas de altiplano, casi tan bucólicas como la campiña.
(b) Bordeando por el norte y el este están las loras, con sus anillos rocosos. Destacan la Lora de la Mesa (norte) y la de Peña Amaya (este). La más inmediata y omnipresente, imponente, dominadora, es Peña Castro (este).
(c) Algunos montes cruzan trasversalmente la ruta, y algún precioso vallejo los secciona a ellos. A pesar de la aspereza para subir a uno de los montes, todos aportan contraste al conjunto con su tupida vegetación y sus roquedos.
(d) No podemos olvidarnos de las vistas panorámicas a lo lejos. Desde las zonas altas, se nos ofrecen los picos de la cordillera cantábrica. El Curavacas aún resistía nevado. Son un magnífico telón de fondo.
(2) La Cultura:
Rebolledillo de la Orden, como tantos otros pequeños núcleos de población por estas latitudes, tiene un origen alto-medieval; allá por el año 1.000. Su iglesia sigue en pie; su ermita (Domo David) del siglo XII, en ruinas y engullida por la vegetación.
La historia ha sido más generosa con Rebolledo de la Torre. No obstante, el paso del tiempo y la cruda intemperie han dañado su legado cultural. Es inevitable cuando las obras de arte, por muy de piedra que sean, desafían al cielo abierto durante siglos.
Destaca en su iglesia la galería de diez arcos de medio punto con capiteles finamente esculpidos (finales del siglo XII). Declarada Monumento Nacional. Desde dentro del pórtico, mirando por entre los arcos hacia Peña Castro, el silencio te lleva a otro tiempo.
Menos sublime, el castillo de Rebolledo (finales del siglo XIII y principios del XIV) también es Monumento Nacional. Destaca en él su torreón desmochado, más un cercado exterior sobre una plataforma rocosa. Un edificio adosado, ‘reciente’ y de ladrillo, lo (requete)afea.
ANÉCDOTA
‘Todo el mundo’ sabe el porqué del apellido (de la Torre) de Rebolledo: Un gran torreón medieval se mantiene en pie en el recinto de un antiguo castillo. Eso, aparte de la suntuosa y escultural galería porticada bajo la otra torre, la de su iglesia.
Pero, ¿alguien conoce el porqué del sobrenombre (de la Orden) de Rebolledillo? ¿Tendría algo que ver en sus orígenes con la orden de los caballeros Templarios (u otra orden de monjes-soldado)? (Es el caso de otros pueblos). Me intrigaba.
Mis indagaciones iniciales (apresuradas, antes de ir) en internet no proporcionaron respuestas. Decidido a averiguarlo, me propuse preguntar a los vecinos. Al inicio, temprano, las calles estaban vacías. A la vuelta, a medio día, alguno había.
A dos hombres vi en lugares diferentes del pueblo. Les abordé. Afables, nos contaron cosas interesantes. Pero, sorprendidos por la cuestión de marras, ninguno sabía nada. Se quedaron tan intrigados como yo.
Por fin (después de la ruta) di con un archivo en el repositorio del municipio de Sotresgudo, al que Rebolledillo pertenece. El nombre el pueblo aparece en un documento del año 1.011, en el otrora poderoso monasterio de San Salvador de Oña.
Así pues, inferimos que el apellido ‘de la Orden’ hace referencia a la orden benedictina, dueña de ese monasterio, señor del pueblo de Rebolledillo. No eran los Templarios, aunque quizá aquél era un tiempo de caballeros-y-monjes (no juzgo).
(Nota: Oña está a 99 km, 1h y 27 min, por carretera [70,5 km en línea recta] de Rebolledillo de la Orden, según Google Maps; salvando un sinfín de montes y valles).
Pero, ya puestos, se me ha contagiado el espíritu guerrero:
--“A ver, ahora el nombre”. Rebolledo alude a ‘monte de rebollos’ (tipo de roble).
--“Ya, pero, ¿por qué al de la Orden le endilgan el diminutivo –illo?”. “¿¡Eh!?”.
--“¿Lo del ‘-illo’ será tal vez por ser más pequeño?”.
--“Hombre, sólo por eso…. Y tampoco es tan 'más pequeño’…. Además, también Rebolledo de Traspeña es igual de ‘más pequeño’ (y está cerca del de la Torre) Sin embargo, mantiene su nombre íntegro y sin atildamiento. Así que…, ¡¿por qué?!”.
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 50 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' (justo en el límite con 'Media') para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 355 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
--“¿A dónde vamos?”.
--“¡To the West; to the West!”. (En realidad, tampoco era el ‘oeste, oeste’; era el oeste tirando a norte. Vamos, el noroeste, que también tiene mucho de provecho).
--“¿Y eso…?”.
--“Porque de allí ha estado viniendo estos días ese (remedo de) temporal, que no ha traído sino una birria de lluvia y sólo ha servido para incordiar”. “Barriendo de oeste a este, por donde primero se irá será por donde venía, lógicamente”.
Sin ser buena, era la mejor opción de tiempo atmosférico: El cielo estaría algo más despejado que en otras partes. Para disfrutar de la naturaleza y la paz del espíritu, no hay opciones ‘menos malas’; sólo, si acaso, ‘menos buenas’ (todas valen).
La ruta prevista por allí era, sin embargo, artesanal y exploratoria. No teníamos referencia previa de ella. Era de diseño propio, sobre mapa, combinando campo y monte sin senda clara con otras zonas donde sí parecía haberla.
Cerca de Peña Amaya y Peña Castro, seguro que tendría atractivo paisajista, y más en primavera. Y también tendría interés cultural: la iglesia de Rebolledo de la Torre, el regalo de alguna ermita, y ese desconocido Rebolledillo….
Los posibles inconvenientes e incomodidades del terreno y la incertidumbre sobre el trazado no nos echarían para atrás. Al contrario, eran un aliciente más. Una fuente para la sorpresa, para la exigencia de adaptarnos a lo inesperado.
“¡A ver qué pasa…!”. Ilusionados….
Por si acaso (…nos entraba ‘canguis’ a última hora), teníamos otra ruta (ésta, trillada y fácil, un PRC-BU) en la recámara. Estaba en el trayecto, 30 km antes. En Villadiego decidiríamos.
…/…Cuando llegamos a esa villa, seguíamos envalentonados con la idea inicial. Además, allí vimos una evidente amenaza de lluvia en la dirección de la ruta alternativa.
…“!Sigue, sigue…; más hacia el oeste!”. Y allí (Rebolledillo-Rebolledo) terminaríamos; disfrutando de un espléndido día de sol y alguna nube ornamental.
LA RUTA
En Rebolledillo de la Orden nos desviamos hasta su iglesia y luego tomamos un camino hasta el km 2,2. Desde allí hasta el 3,4 vamos por un sendero que juega al escondite: ‘ahora me ves…’. Hay que salvar el río Villova y dos alambradas. Sin dificultades.
Seguidamente, tenemos un cómodo camino hasta Rebolledo de la Torre (km 5,7). Sería inexcusable no llegar hasta su iglesia y detenerse a contemplar el excelso pórtico románico con fantásticos relieves de mil filigranas; también el torreón, al lado.
La siguiente etapa nos lleva hasta la ermita de Nuestra Señora de Villova (km 9,4), en un bello enclave a los pies del extremo occidental de Peña Castro. Hasta ahí hemos transitado por buenas veredas y por una agradable campiña.
A partir de allí desaparece cualquier traza de senda hasta el km 11,5. Primero, hay que bordear varios sembrados y cruzar dos arroyos (afortunadamente, encontramos unas pasarelas). Después hay que ascender por un arisco monte (ver Posibles Dificultades).
Ya arriba, en el lomo, el monte se vuelve más amistoso. Enseguida nos encarrilamos por cameras herbosas hasta la pista principal (km 12,6). Ésta nos lleva en sosegado descenso de regreso a Rebolledillo. Los últimos 600 m son por carretera local.
Posibles Dificultades:
La ruta tiene inicialmente un tramo de leve exigencia física y de orientación entre los km 2,2 y 3,4. Basta con seguir la presente guía. En casi todo el resto, los desniveles son livianos y por buen terreno.
Hay, sin embargo, una importante excepción con notables demandas entre los km 9,4 y 11,5; es puro campo o monte a través. Son superables, si bien con algunas incomodidades, aunque sin peligro:
(a) Primero, es importante localizar dos pasarelas metálicas para sobrepasar sendos arroyos. Están muy próximas entre sí en el km 10,4. Sin ellas, los arroyos parecen difícilmente franqueables; son muy profundos y llevaban agua.
(b) Segundo, sobrepasados los arroyos, enseguida tendremos que afrontar una fuerte pendiente de subida (del km 10,9 al 11,5). Tiene, además, mucha maleza (la argoma puede llegarte a las rodillas) y cerrados arbustos.
La gran ‘ventaja’ de esa última parte es que, cuando llegas arriba, lo que ves, ya todo fácil, aparte de bonito, te parece el paraíso (…te lo parecería igualmente…).
Si existe una alternativa más placentera para estos tramos (a y b), conllevaría alargar la ruta en varios km, continuando desde la ermita en dirección sureste. Yo repetiría; sin problema. Pero lo aviso para quien desee desahogo.
DESTACADO
Es ésta otra de las muchas rutas que combina naturaleza y cultura. Naturaleza variada: valle, campiña, sotomonte, riscos y loras; y, a lo lejos, elevadas sierras. Y cultura de excelencia, por su valor artístico y arquitectónico, religioso e histórico. Merece la pena.
(1) La Naturaleza:
Estamos en las estribaciones occidentales de Peña Amaya y Peña Castro. Los dos pueblos visitados están apartados, especialmente Rebolledillo. La naturaleza que los envuelve es magnética y aislante.
Los paisajes son heterogéneos y hacen la travesía sumamente entretenida:
(a) Quizá la presencia mayoritaria corresponde a la campiña cerealista, ahora frondosa y colorida. Cubre suaves valles surcados por arroyos, aunque también hay cultivos en las zonas de altiplano, casi tan bucólicas como la campiña.
(b) Bordeando por el norte y el este están las loras, con sus anillos rocosos. Destacan la Lora de la Mesa (norte) y la de Peña Amaya (este). La más inmediata y omnipresente, imponente, dominadora, es Peña Castro (este).
(c) Algunos montes cruzan trasversalmente la ruta, y algún precioso vallejo los secciona a ellos. A pesar de la aspereza para subir a uno de los montes, todos aportan contraste al conjunto con su tupida vegetación y sus roquedos.
(d) No podemos olvidarnos de las vistas panorámicas a lo lejos. Desde las zonas altas, se nos ofrecen los picos de la cordillera cantábrica. El Curavacas aún resistía nevado. Son un magnífico telón de fondo.
(2) La Cultura:
Rebolledillo de la Orden, como tantos otros pequeños núcleos de población por estas latitudes, tiene un origen alto-medieval; allá por el año 1.000. Su iglesia sigue en pie; su ermita (Domo David) del siglo XII, en ruinas y engullida por la vegetación.
La historia ha sido más generosa con Rebolledo de la Torre. No obstante, el paso del tiempo y la cruda intemperie han dañado su legado cultural. Es inevitable cuando las obras de arte, por muy de piedra que sean, desafían al cielo abierto durante siglos.
Destaca en su iglesia la galería de diez arcos de medio punto con capiteles finamente esculpidos (finales del siglo XII). Declarada Monumento Nacional. Desde dentro del pórtico, mirando por entre los arcos hacia Peña Castro, el silencio te lleva a otro tiempo.
Menos sublime, el castillo de Rebolledo (finales del siglo XIII y principios del XIV) también es Monumento Nacional. Destaca en él su torreón desmochado, más un cercado exterior sobre una plataforma rocosa. Un edificio adosado, ‘reciente’ y de ladrillo, lo (requete)afea.
ANÉCDOTA
‘Todo el mundo’ sabe el porqué del apellido (de la Torre) de Rebolledo: Un gran torreón medieval se mantiene en pie en el recinto de un antiguo castillo. Eso, aparte de la suntuosa y escultural galería porticada bajo la otra torre, la de su iglesia.
Pero, ¿alguien conoce el porqué del sobrenombre (de la Orden) de Rebolledillo? ¿Tendría algo que ver en sus orígenes con la orden de los caballeros Templarios (u otra orden de monjes-soldado)? (Es el caso de otros pueblos). Me intrigaba.
Mis indagaciones iniciales (apresuradas, antes de ir) en internet no proporcionaron respuestas. Decidido a averiguarlo, me propuse preguntar a los vecinos. Al inicio, temprano, las calles estaban vacías. A la vuelta, a medio día, alguno había.
A dos hombres vi en lugares diferentes del pueblo. Les abordé. Afables, nos contaron cosas interesantes. Pero, sorprendidos por la cuestión de marras, ninguno sabía nada. Se quedaron tan intrigados como yo.
Por fin (después de la ruta) di con un archivo en el repositorio del municipio de Sotresgudo, al que Rebolledillo pertenece. El nombre el pueblo aparece en un documento del año 1.011, en el otrora poderoso monasterio de San Salvador de Oña.
Así pues, inferimos que el apellido ‘de la Orden’ hace referencia a la orden benedictina, dueña de ese monasterio, señor del pueblo de Rebolledillo. No eran los Templarios, aunque quizá aquél era un tiempo de caballeros-y-monjes (no juzgo).
(Nota: Oña está a 99 km, 1h y 27 min, por carretera [70,5 km en línea recta] de Rebolledillo de la Orden, según Google Maps; salvando un sinfín de montes y valles).
Pero, ya puestos, se me ha contagiado el espíritu guerrero:
--“A ver, ahora el nombre”. Rebolledo alude a ‘monte de rebollos’ (tipo de roble).
--“Ya, pero, ¿por qué al de la Orden le endilgan el diminutivo –illo?”. “¿¡Eh!?”.
--“¿Lo del ‘-illo’ será tal vez por ser más pequeño?”.
--“Hombre, sólo por eso…. Y tampoco es tan 'más pequeño’…. Además, también Rebolledo de Traspeña es igual de ‘más pequeño’ (y está cerca del de la Torre) Sin embargo, mantiene su nombre íntegro y sin atildamiento. Así que…, ¡¿por qué?!”.
Waypoints
Comments (4)
You can add a comment or review this trail
Precioso recorrido por estos paisajes de transición entre la llanura mesetaria y la cordillera cantábrica. Una parte importante de ellos los he recorrido con BTT no hace mucho tiempo. ¡Felices rutas y un abrazo!
Hola, Manu Arroyo. Sí, son parajes magníficos y pueblos con solera. ...Metro a metro, paso a paso..., degustando cada estampa. ¡Que se quite la bici! ¡Dónde vas a comparar...! 😂 (hace mucho tiempo, ay, yo también pasé alguna vez sobre dos ruedas).
Donde esté el andar … 😁😁. Caminando se aprecian mejor los paisajes y se disfrutan mucho más que en bici, coincido contigo. Pero a mí siempre me ha gustado hacer algunos recorridos en BTT. Aunque parece que me ha llegado la sensatez 😉 o quizá otra cosa 😀😀 y lo practico menos.
Sí, ahí vamos.... Gracias, Manu Arroyo.