Eremitorios de Tía Isidora y del Horno; Pico Nava, Celada, Villamediana de San Román. Desde Arnedo, Valdebezana.
near Arnedo, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta circular sencilla y muy interesante para conocer dos eremitorios de Las Merindades y el Castro de Celada con el Pico Nava como punto de referencia.
También reconoceremos el gran hayedo de Carrales en su parte occidental.
La ruta comienza desde el silencioso pueblo de Arnedo, valle de Valdebezana, para dirigirnos hacia Celada por una pista ascendente.
Cuando se supone que vamos de frente después de sobrepasar el cauce del arroyo de la Capilla y el terreno se abre entre prados encontramos un camino a la izquierda, con el depósito de agua del pueblo poco más adelante al oeste del trayecto.
Subimos cómodamente hasta llegar al cruce de una senda con brezos y algo sucia.
Nosotros giramos a la derecha y subimos hasta encontrar una alambrada con portilla.
La atravesamos y el prado incita al recreo con Pico Nava sobre nosotros.
El camino nos pide seguir hasta llegar al maravilloso rincón donde se ubica el eremitorio de Tía Isidora.
Una reja impide el acceso. Después de maravillarnos con el lugar volvemos al camino que sube hasta Las Garmas.
Desde ahí se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares hacia el pantano del Ebro, Bricia y al Alfoz de Santa Gadea.
Enseguida encontramos el cruce con unas tablillas que marcan las direcciones hacia los dos eremitorios de la zona.
Nosotros tenemos pendiente visitar el eremitorio del Horno.
Por eso giramos a la izquierda y subimos entre pinos y peñas caprichosas de arenisca hasta encontrar otra peña excavada.
Se trata de otro lugar especial con antiguas colmenas a sus pies.
Los dojos que ahí se encuentran muestran la antigüedad de estas labores en la zona.
La miel de brezo es propia de aquí.
Bezana, Bricia son topónimos que prueban el tipo de flora que abunda alrededor.
Descendemos por el marcado sendero, sobre todo gracias a las motos que por aquí campan, y llegamos al camino de Celada, convertido en pista para poder mantener el parque eólico de Montejo de Bricia.
La pendiente es acusada en un tramo hormigonado y rallado que sube al castro.
Poco antes de llegar al collado tomamos una senda estrecha entre brezos y espinos que nos lleva sin problemas al borde de un promontorio espectacular.
Lo bordeamos y llegamos entre suelo lapiaz, también llamado garmas, hasta el Pico Nava.
Cuál proa de un gran barco se siente uno dueño de un gran paisaje.
Todo está zona es cárstica y los huecos creados por la antigua actividad de defensa que aquí existía junto a las grietas o diaclasas que se han producido hacen que este rincón sea una prueba más de la magia que ostenta la comarca.
De ahí vamos encaminados hacia el tercer aerogenerador del parque eólico, siempre por la cara norte del castro sobre el maravilloso hayedo de Carrales.
Así llegamos a la altura del ya mencionado tercer molino.
Por ahí se descubre entre brezos el Portillo Diego.
Este paso permite adentrarnos en el corazón del bosque, siguiendo las marcas coloradas de los cazadores.
El descenso es cómodo y muy sugerente.
También reconoceremos el gran hayedo de Carrales en su parte occidental.
La ruta comienza desde el silencioso pueblo de Arnedo, valle de Valdebezana, para dirigirnos hacia Celada por una pista ascendente.
Cuando se supone que vamos de frente después de sobrepasar el cauce del arroyo de la Capilla y el terreno se abre entre prados encontramos un camino a la izquierda, con el depósito de agua del pueblo poco más adelante al oeste del trayecto.
Subimos cómodamente hasta llegar al cruce de una senda con brezos y algo sucia.
Nosotros giramos a la derecha y subimos hasta encontrar una alambrada con portilla.
La atravesamos y el prado incita al recreo con Pico Nava sobre nosotros.
El camino nos pide seguir hasta llegar al maravilloso rincón donde se ubica el eremitorio de Tía Isidora.
Una reja impide el acceso. Después de maravillarnos con el lugar volvemos al camino que sube hasta Las Garmas.
Desde ahí se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares hacia el pantano del Ebro, Bricia y al Alfoz de Santa Gadea.
Enseguida encontramos el cruce con unas tablillas que marcan las direcciones hacia los dos eremitorios de la zona.
Nosotros tenemos pendiente visitar el eremitorio del Horno.
Por eso giramos a la izquierda y subimos entre pinos y peñas caprichosas de arenisca hasta encontrar otra peña excavada.
Se trata de otro lugar especial con antiguas colmenas a sus pies.
Los dojos que ahí se encuentran muestran la antigüedad de estas labores en la zona.
La miel de brezo es propia de aquí.
Bezana, Bricia son topónimos que prueban el tipo de flora que abunda alrededor.
Descendemos por el marcado sendero, sobre todo gracias a las motos que por aquí campan, y llegamos al camino de Celada, convertido en pista para poder mantener el parque eólico de Montejo de Bricia.
La pendiente es acusada en un tramo hormigonado y rallado que sube al castro.
Poco antes de llegar al collado tomamos una senda estrecha entre brezos y espinos que nos lleva sin problemas al borde de un promontorio espectacular.
Lo bordeamos y llegamos entre suelo lapiaz, también llamado garmas, hasta el Pico Nava.
Cuál proa de un gran barco se siente uno dueño de un gran paisaje.
Todo está zona es cárstica y los huecos creados por la antigua actividad de defensa que aquí existía junto a las grietas o diaclasas que se han producido hacen que este rincón sea una prueba más de la magia que ostenta la comarca.
De ahí vamos encaminados hacia el tercer aerogenerador del parque eólico, siempre por la cara norte del castro sobre el maravilloso hayedo de Carrales.
Así llegamos a la altura del ya mencionado tercer molino.
Por ahí se descubre entre brezos el Portillo Diego.
Este paso permite adentrarnos en el corazón del bosque, siguiendo las marcas coloradas de los cazadores.
El descenso es cómodo y muy sugerente.
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