Ermita de Cánava. Pinar de Cánava. Los Caracoles. Cruz de la Atalaya. Cueva de la Graja. P.N. Sª MÁGINA

Buena ruta en Jimena (Jaén) por la Zona de Especial Conservación Estribaciones del Parque Natural de Sierra Mágina con vistas formidables al pico Aznaitín, por un lado, y a la Serrezuela de Bedmar, por otro, que hasta el Monumento Natural del Pinar de Cánava puede resultar fácil pero que a partir de aquí iremos en buena parte sin sendero claro, sobre todo por la zona de Los Caracoles, la Cruz de la Atalaya y La Cantera. Es muy importante por la zona de Los Caracoles y de la Cruz ir pendiente de los indicadores en estacas de madera, que aparecen muy a menudo y, a ser posible, llevar algún track como referencia, como ha sido mi caso que he seguido el track de mi amigo Manolo, el Pájaro Kuy Kuy. Desde aquí agradecer su ruta muy bien indicada.

Por último, destacar que para entrar a la Cueva de la Graja hay que pedir la llave a la santera de la Ermita de la Virgen de los Remedios (santuario de Cánava), que es muy buena persona y te pedirá el DNI que te lo devolverá con la entrega de la llave.

Se trata de una ruta que requiere costumbre en la montaña, por lo que para personas de iniciación puede ser una ruta bastante dura. Además, esta excursión es una mezcla de deporte, historia y cultura.

DATOS DEL GARMIN
Tiempo total: 4h18'
Tiempo en movimiento: 3h34'
Promedio en movimiento: 3'9 km/h

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Descripción de la ruta:

Comenzamos junto a unas señales de "SENDEROS" entre la gasolinera y la Ermita de Cánava. Para aparcar, no hay demasiado sitio o al menos yo no lo veo. Aparco al lado de una parada de autobús que hay junto a la gasolinera, muy cerca del inicio de la ruta.

Rápidamente nos encontramos con una bonita fuente antes de llegar a la ermita, donde podremos llenar nuestras botellas de su fresca agua. Llegamos a la preciosa plaza de la ermita, con mucha vegetación, y entramos al sitio religioso donde se encuentra la Virgen de los Remedios (patrona de Jimena). En sus aledaños vive la santera, a quien habrá que pedirle la llave para visitar la Cueva de la Graja. Nosotros se la pediremos al término de la ruta.

A los 3'5 km nos desviaremos de nuestro camino para visitar la Saleta del Moro, antiguo castillo de origen árabe del que sólo quedan muy pocos restos de su muralla, aunque está cercado con alambrada y es imposible acceder. Un poco más abajo, destacar el Pilar o Fuente del Moro que echa bastante agua.

Un km y poco después llegaremos al Pinar de Cánava, declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía en 2001. Se trata de un bosque de unos 120 pinos carrascos, uno de los pocos bosques centenarios que existen en Andalucia, donde puede haber ejemplares con más de 250 años de antigüedad. Lo recorremos por un precioso senderillo que en descenso llegaremos hacia la primera alambrada que debemos sortear. Sin mayor dificultad, la saltamos y ahora empieza una empinada cuesta arriba sin sendero, que nos guiaremos por las distintas señales que desde lejos se pueden observar, primero hacia Los Caracoles, después hacia la Cruz de la Atalaya.

Los Caracoles se sitúan en una llanura donde predomina la piedra suelta y estas edificaciones fueron construidas por los canteros, que en duras condiciones trabajaron durante estancias por la zona. El caracol está hecho sólo con piedra seca sin más material.

Desde aquí continuamos en ascenso y, como ya digo, sin ningún sendero guiándonos de las estacas de madera indicadoras que se pueden ver a lo lejos, hasta divisar la Cruz de la Atalaya (también conocida como de los Canteros o la Santa Cruz). La imponente formación de hierro es un símbolo de Jimena, que desde el pueblo se puede apreciar, y que custodia y hace de pararrayos a la población. Además, este símbolo se construyó como como conmemoración a un fiero combate ganado por el ejército de Alfonso VII contra los moros en 1147.

A continuación, cabe destacar una gran cantera, ya abandonada, por donde iremos con cuidado pues todo el terreno está formado por rocas acanaladas y con aristas por efecto de la erosión con poco espacio para poner el pie sobre la tierra. Este tipo de terreno de roca a flor de suelo y erosionada, se denomina lapiaz. Me acerqué al borde de la arista y me llevé un magno regalo: el vuelo muy cercano de un buitre.

Ya sólo nos queda alcanzar la pista general, hay que ir con cuidado y atentos al track porque seguimos sin sendero y ahora no hay ninguna baliza informativa hasta alcanzar la pista. Volvemos a pasar por el Pinar de Cánava, en esta ocasión por arriba.

Por último, decidimos subir a la Cueva de la Graja a 750 m. de altitud. Para ello, hay que pedir la llave a la santera de la Ermita de Cánava, volvemos a retomar el camino de vuelta y cogemos una vereda clara que se ve a nuestra derecha con mucha pendiente y que nos llevará al sendero escalonado señalizado. Esta vereda se hace dura y se puede eludir iniciando la subida por el sendero homologado, una vez pasada la piscina, que es por donde nosotros bajamos de la cueva (waypoint 29). La cueva es un abrigo en roca caliza por los efectos kársticos que tiene pinturas rupestres, que nos confirman que ahí hubo vida 2000 y 5000 años antes de nuestra era.

Ya sólo nos queda descender "La Cimbra" (como se le conoce a este paraje de la cueva) por sus escaleras metálicas y escalones y devolver la llave a la santera.

SALUD&MONTAÑA!!

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Más información sobre:
1. Ermita de Cánava.
2. Saleta del Moro.
3. Pinar de Cánava.
4. Los Caracoles.
5. Cruz de la Atalaya.
6. Cueva de la Graja.

1. ERMITA DE CÁNAVA
En el arbolado Paraje de Cánava se ubica la ermita construida en honor de la Virgen de los Remedios en 1910. En sus cercanías hay tres pilares de piedra, entre ellos el famoso pilar de los siete caños. Cuenta la historia que en el año 1456 los cristianos de Jimena huyendo de los moros cogieron una imagen de la virgen esculpida en piedra arenisca y la escondieron en las cercanías del municipio.

En 1600 el escribano Luis Martínez, vecino de Jimena, encontró la imagen en una cueva del barranco de Cánava, por este motivo, Cánava fue el lugar elegido para la construcción de la primera ermita, ya que reunía excepcionales condiciones de retiro y emotividad. Este templo quedó destrozado por un terremoto en 1755, siendo reconstruida en el mismo lugar una pequeña ermita de armoniosa arquitectura, con espadaña y camarín en el interior, para volver a poner en su lugar la imagen de la patrona.

2. SALETA DEL MORO.
Castillejo del moro o Saleta de los Moros o Fuente del Moro.
De origen árabe.
Se encuentra cerca del Pilar del Moro.
Se encontraba cerca de Jimena.
Del que sólo quedan algunos restos de sus murallas.
Destaca su aljibe en la parte más alta.
En el entorno aparece numerosa cerámica medieval del período del emirato a los almohades.
A unos quinientos metros de distancia al Este y a menor altura, se divisan la ubicación de los castillos de las Piedras del Pomar, el Castillo Piedras de Pomar I y Castillo Piedras de Pomar II; y a un kilómetro de distancia en línea recta la ubicación del Castillo de San Esteban. Todos ellos ubicados en las faldas del monte Aznaitín.
Actualmente junto al Castillo de encuentra un albergue de ganado.
El castillo se halla ubicado en un promontorio rocoso de muy difícil acceso por el Norte y Este.
De él dicen las relaciones topográficas de Felipe II: en el término desta villa, donde dizen la Fuente del Moro, questá media legua desta villa ay rastro de un castillo antiguo derribado, que se dize el castillejo de la Fuente del Moro.
Propiedad del Ayuntamiento de Jimena. Monte público consorciado.

3. PINAR DE CÁNAVA
La singularidad de este rincón de Sierra Mágina es innegable: un bosque anclado en el pasado que durante años ha permanecido sin apenas alteraciones. Un ascenso hacia un bosque de pinos que se ha conservado en un estado muy próximo al natural y que, por ello, conserva intacta una insólita belleza.

Este pinar fue declarado Monumento Natural Pinar de Cánavas por la Junta de Andalucía el 23 de noviembre de 2001. Pertenece al término municipal de Jimena, y es uno de los pocos bosques centenarios de pino carrasco que quedan en Andalucia, con ejemplares de hasta 250 años. Hace de frontera entre el borde del macizo montañoso calizo y la campiña de los olivares de Jaén. En el camino accederemos a panorámicas paisajísticas inolvidables y podremos observar una gran variedad de flora y fauna asociada a los diferentes ámbitos que hay que atravesar.

Iniciamos nuestro sendero en la ermita de la Virgen de Cánava, cerca de una hermosa plaza con una magnífica fuente de varios caños, y con una espesa arboleda alrededor.

Como sorpresa y complemento a este sendero, podemos avanzar algo más de 100 metros y llegar hasta los Caracoles, un antiguo y mágico poblado de canteros que trabajaban la piedra de molino de rodezno, y en el que encontraremos algunas de sus singulares construcciones en piedra seca.

4. LOS CARACOLES
A escasos 3km del municipio de Jimena, “Los Caracoles” es uno de los rincones más sorprendentes del Parque Natural de Sierra Mágina.

Nos encontraremos ante una serie de pequeñas chozas construidas en piedra, levantadas a partir de fragmentos allí presentes.

Estas piedras están unidas sin ningún tipo de masa, haciendo uso de la técnica de construcción primitiva de “piedra seca”.

Construidas sin apenas herramientas ni transporte, estas chozas fueron levantadas piedra a piedra por los canteros que trabajaban y pasaban allí largas temporadas en muy duras condiciones.

Este tipo de arquitectura a menudo se relaciona con antiguas construcciones celtas de Asturias y Galicia.

5. CRUZ DE LA ATALAYA
La Cruz de la Atalaya es una gran cruz de hierro de unos 3,5 metros de altura, situada en una zona denominada la “Tabla”. Es perfectamente visible desde la localidad de Jimena y da una cierta sensación de guarda y custodia a la localidad y a sus habitantes.
Existen varias leyendas sobre la Cruz de la Atalaya, pero aquí os transcribo la historia recogida por Francisco Catena en su escrito “Leyendas de Mágina y su Frontera”.

La Santa Cruz

Tras la toma de Baeza por el ejército de Alfonso VII en 1147, avanzaron aquellas tropas por el sur hasta Ximena, cuya fortaleza estaba sobre una gran peña de color rojizo y en poder de los árabes.
Cuando los moros se vieron asediados por la próxima avanzada de las tropas reales, huyeron a una atalaya situada en el cantil de una serrezuela cercana llamada “la Tabla” o “el Canchar”. Una vez que Jimena fue ocupada por las tropas cristianas, se cuenta que un soldado tuvo una extraña aparición durante tres noches consecutivas. Esta aparición consistía en una luz que tenía a su alrededor una bella aureola, se localizaba en un lugar concreto de los cerros que hay al sur de éste pueblo, concretamente en uno de los riscos de las faldas del Aznaitín, pero cuál fue su sorpresa al comprobar que él era el único que podía apreciar este asombroso espectáculo. Optó por contárselo en secreto al capitán de la hueste cristiana que decidió tomar por sorpresa la atalaya, que era la construcción que se encontraba donde aparecía la misteriosa luz.
Una vez estuvo preparado el ejército aguardaron a la noche para poder conquistarla, cosa que consiguieron tras un fiero combate con los moros, que al verse vencidos optaron por huir amparados por la oscuridad de la noche. Cual fue la sorpresa del ejército vencedor cuando comprobaron que en esta atalaya se encontraban prisioneros gran cantidad de rehenes cristianos que salieron al encuentro de sus liberadores arrastrando pesadas cadenas. Para conmemorar este hecho se colocó la llamada cruz de la atalaya que aún existe.

6. CUEVA DE LA GRAJA

La gran presencia de roca caliza y los efectos kársticos hacen que en nuestra provincia abunden las cuevas y abrigos que sirvieron de hogar para los que hace miles de años poblaron estas tierras. La Cueva de la Graja es un ejemplo de ello; este abrigo rocoso situado en el extremo norte del Aznaitín a 750 metros de altura alberga manifestaciones de arte rupestre con una antigüedad de entre 2000 y 5000 años antes de nuestra era. La cueva se puede visitar solicitándolo previamente en el Ayuntamiento de Jimena.
En el extremo norte del macizo del Aznaitín, en el paraje conocido como “la Cimbra”, se halla la Cueva de la Graja.
Realmente se trata de un abrigo de 6 metros de profundidad por 6 de anchura, que en su parte más alta alcanza los 5 metros.
Además de ofrecer unas maravillosas vistas desde sus 750 metros de altitud, este abrigo alberga manifestaciones de arte rupestre que fueron realizadas entre 2000 y 5000 años antes de nuestra era.
Realizadas con pigmentos obtenidos a través de la mezcla de óxido de hierro, arcillas y grasas animales; las pinturas representan ritos y labores de pastoreo.
Declarada Monumento Histórico Artístico en 1924, la cueva se puede visitar bajo solicitud previa en el Ayuntamiento de Jimena.

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La ruta aquí descrita, así como los tracks para GPS son orientativos. Queda bajo la responsabilidad de quién la realice, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario, que dependerán de las condiciones climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física de la persona que la lleve a cabo. Quede bien claro que todo lo indicado (track y comentarios) es meramente a nivel informativo y sin ningún otro tipo de ánimo, eximiéndose el autor de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.