ERMITA DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES - LA SILLETA DE PADUL - PIEDRA VENTANA - ERMITA VIEJA (SIERRA DEL MANAR)

Agradable incursión en el extremo más occidental del Parque Nacional de Sierra Nevada siguiendo en su mayor parte el trazado del sendero PR-A 73 que nos permite recorrer la Sierra del Manar coronando La Silleta, cuyas vistas desde su vértice geodésico en 360º justifican por sí solas toda la bonita subida. La sorprendente Piedra Ventana, capricho erosivo que enmarca el Valle de Lecrín. La Verea de los Gudaris, imponente testimonio histórico esculpido a pico y pala en los arenales dolomíticos de esta sierra y que nos hace sentir las huellas de un pasado no muy lejano que aún hoy acompañan nuestros pasos. Completamos este rosario de enclaves con el Refugio Forestal de Ermita Vieja, bucólico lugar que nos permite cerrar un precioso círculo de magníficos senderos y no menos sensacionales panorámicas de esta singular joya natural que es el Parque Nacional de Sierra Nevada.
Iniciamos Esta ruta en las Ermita de la Virgen de las Nieves de Dílar, situada en las afueras de este municipio y que alberga la imagen de la Virgen de las Nieves, protectora de pastores y montañeros. En Sierra Nevada la devoción a la Virgen de las Nieves se remonta al siglo XVIII, en concreto al 5 de Agosto de 1717 cuando el párroco Martín de Mérida acompañado de su criado viajaban desde el pueblo alpujarreño de Válor hasta Granada cruzando a pie la sierra. Tras pasar el Collado de la Carigüela, próximo al Veleta, en el lugar conocido hoy como los Tajos de la Virgen, les sorprendió una gran tormenta de nieve y granizo acompañada de rayos y truenos cobijándose bajo una lancha de esquisto donde pensando que estaban ante los últimos instantes de sus vidas se encomendaron en súplicas a la Virgen. Cuenta la leyenda que inmediatamente cesó la tormenta y entre el sol y las nubes el párroco creyó ver la imagen de la virgen tendiéndole los brazos. Agradecido el cura prometió construir allí mismo una ermita a la Virgen y extender su culto. El milagro fue muy difundido en Granada y por los pueblos de alrededor, creándose una gran devoción a la Virgen de las Nieves. La ermita construida en los Tajos de la Virgen no era lugar apropiado para la peregrinación por el difícil acceso y por la nieve que arruinó la obra. En 1724 los habitantes de Dílar erigieron otra capilla en los Prados del Borreguil que igualmente quedó destruida por la nieve. En 1745 se levantó otra en el Picón del Savial, junto al Refugio de Ermita Vieja que visitaremos más adelante en esta ruta. Este lugar era mucho más accesible y mantuvo el culto hasta finales del siglo XVIII. Por último en 1796 se construyó el Santuario de la Virgen de las Nieves en las afueras del pueblo de Dílar, siendo la única ermita que hoy en día conserva la imagen y el culto.
Desde este pintoresco y emblemático lugar comenzaremos la ruta, dejando los vehículos en el aparcamiento situado junto a la ermita. Durante gran parte de la ruta seguiremos el sendero de pequeño recorrido PR-A 73, sendero homologado y señalizado del Parque Nacional de Sierra Nevada, por lo que las señales blancas y amarillas que distinguen estos senderos estarán muy presentes y serán de gran ayuda para la orientación en este recorrido. Tras rodear el edificio seguiremos un paseo de tierra que discurre paralelo a la pista asfaltada y que confluye en un ramal que surge de la anterior pista y que nos lleva hacia el suroeste cruzando el Barranco de la Ermita. Obviaremos un carril que apreciaremos a nuestra izquierda puesto que ese será nuestro camino de vuelta y un poco más adelante nos aparecerá otro con una baliza de PR que tomaremos a la izquierda para introducirnos en un olivar hacia el sur en suave ascenso. Los olivos y almendros van a desaparecer a la vez que aumenta considerablemente la pendiente llegando a una balsa de agua donde el camino se estrecha y da paso a un sendero que nos introduce en los límites del parque nacional a la vez que aparecen pinos dispersos entre el matorral del pie de monte. El sendero sigue ascendiendo mientras el pinar se espesa siguiendo paralelos al cauce del Barranco Hondo que cruzamos en un par de ocasiones, siempre siguiendo el precioso sendero que continuamente nos premia los descansos con unas vistas echando la vista atrás de la Vega de Granada y la sierras que la circundan. Varios escarpes rocosos rompen el tapiz arbóreo del bosque y sirven de otero a las cabras montesas que campan a sus anchas por este agreste terreno. El sendero progresa hasta llegar a la cabecera del Barranco Hondo donde suaviza su pendiente hasta llegar al Puerto de las Cabreras, que aparte de un descanso en la intensidad de la subida nos permite ver ya de frente la cumbre del Cerro de la Silleta, con su característica forma de silla de montar que le ha dado el nombre a esta cima. Es llamativa la nava que encontramos dedicada a las labores agrícolas del Cortijo del Manar que se encuentra un poco más hacia el oeste. Tras cruzar esta llanura llegaremos a una pista que seguimos hacia la izquierda durante unos 100 metros para retomar de nuevo el sendero y la intensa subida hacia el sur. Bordeamos un pequeño olivar y seguimos una pista unos metros a la derecha para encontrar la baliza que nos indica el comienzo del tramo final de ascensión. El sendero se dirige en diagonal y por un terreno bastante despejado de forma inequívoca hasta un pequeño collado que separa las dos emergencias rocosas de esta cumbre. Desde aquí nos encaramamos con una corta y sencilla trepada a la plataforma cimera que alberga el vértice geodésico de La Silleta del Padul (1521m) que curiosamente no es el punto más alto de la Sierra del Manar (Manar en árabe significa Faro), aunque su estratégico enclave le hace merecedor de este catalogación geográfica. Estamos en la última estribación más occidental de Sierra Nevada, en el final de una línea divisoria de más de 80 kms de longitud que partiendo de la provincia de Almería viene a parar al Puerto del Suspiro del Moro, que se encuentra bajo nosotros. Esta línea delimita las cuencas hidrográficas del Mediterráneo y del Atlántico. Delante de nosotros tenemos toda una exhibición de vistas en 360º: Hacia el este atrae todas las miradas la cuerda de las altas cumbres de Sierra Nevada, desde el Veleta hasta El Caballo, con la bella escolta de media montaña de la Boca de la Pescá, el Trevenque y de Los Alayos. Hacia el Sur y bajo nosotros tenemos el Valle de Lecrín con la localidad de Dúrcal que apreciamos perfectamente en su integridad mientras que asoma parcialmente Padul, con su preciosa laguna. Al fondo las Sierras de Lújar, Albuñuelas y Los Guájares y si el día acompaña como fue nuestro caso se puede disfrutar de la silueta de las montañas del continente africano. Vamos girando la vista poco a poco hacia el oeste y apreciaremos las cumbres de Sierra Almijara, con la inconfundible silueta piramidal del Lucero, la Sierra de Tejeda, la Sierra de Loja, el Valle del Temple, la Sierra de la Parapanda, la Sierras Subbéticas. Hacia el norte desfilan las cumbres de la Sierra Sur de Jaen, Sierra Mágina, Sierra Arana y la Sierra de Huétor. Una auténtica apoteosis visual.
Descendemos de la cumbre y retomamos la vereda que habíamos traído dándole ahora continuidad en la vertiente sur de esta sierra, descendiendo entre pinos rodeando y dando vistas al Barranco de Peña Horadada en dirección a la maravilla geológica que justifica la toponimia de este barranco. Encontraremos un cruce de senderos que, obviando el que sale a nuestra izquierda y seguimos la dirección sur que traemos por la vereda que incluso nos regala un corto tramo de impresionante muro de piedra seca que le da sostén y que rápidamente nos lleva a la Piedra Ventana, enorme arco de piedra de unos 15 metros de altura, una auténtica maravilla natural fruto de la erosión que hace las delicias fotográficas del grupo junto a este capricho geológico suspendido sobre la falla de Padul.
Una vez saciados de este peculiar enclave desandamos nuestros pasos ahora en ascenso hasta llegar al cruce a media subida que encontramos antes. Aquí atendemos las señales del PR y seguimos el sendero que de forma llana rodea el Cerro de la Silleta por la cara sur entre arenales dolomíticos y vegetación de pequeño porte, mucha de ella endémica, conformando un paisaje conocido como los blanquizales. Este sendero por el que ahora caminamos es la "Verea o Camino de los Gudaris", denominada así por los soldados vascos que la construyeron estando presos en la Casa Grande de Padul, campo de concentración franquista donde pasaron 14 meses. Estos prisioneros fueron condenados a trabajos forzosos en 1937 para "rehabilitarse socialmente", deslomándose de sol a sol picando piedra y arena y dejándonos para la posteridad esta maravilla de sendero en la Sierra del Manar que construyeron para los trabajos de plantación de pinos. Una muestra más de nuestras vergüenzas morales, de lo que nunca jamás debió haber sucedido, situación que fue capaz de extraer los actos más viles y miserables del alma humana. Los caminos tienen memoria y nada mejor que patearlos para sentir todo lo que nos pueden llegar a transmitir.
La vereda se dirige hacia el este con unas fantásticas vistas frontales hacia Sierra Nevada que justifica el sentido en el que hemos decidido realizar la ruta puesto que de hacerla en sentido contrario nos hubiera provocado un verdadero problema cervical la continua rotación forzada del cuello para poder contemplar tan maravillosa panorámica. Pasamos junto a la Silleta del Manar donde el sendero pasa a la vertiente norte de la sierra y donde tras encontrar un cruce de caminos tomamos el sendero a la derecha que sigue descendiendo hacia el este. Poco a poco nos sumergimos de nuevo en el pinar y nos acompaña en el descenso hacia el Puerto de Mala Mujer o Llano delas Pajarillas, donde finaliza este magnífico Camino de los Gudaris. En este puerto encontraremos una pista forestal que seguimos hacia el este de forma muy cómoda inmersos en un bosque cada vez más frondoso mientras atravesamos la umbría del Cerro Domingo durante más de 1 km hasta llegar a un punto donde la pista traza una curva a la izquierda antes de llegar a un cruce. Aquí seguimos rectos y nos salimos transitoriamente de la pista para seguir con la dirección este pasando junto a una alberca tras la que continuamos con la misma dirección siguiendo la pista que nos conduce en ascenso al Refugio Forestal de Ermita Vieja, pintoresco edificio donde la fuente y el estanque que se encuentran próximos y las vistas que desde aquí se obtienen de los Alayos, la Boca de la Pescá y la Vega de Granada provocan que este punto sea parada obligatoria en el recorrido. Cerca de aquí se encuentran los restos de la antigua ermita que se construyó para el culto a la Virgen de las Nieves en 1745 y que se mantuvo hasta 1796, de ahí el nombre con el que conoce a este paraje. Como ya he explicado antes, se trasladó la virgen a la ermita desde donde se inicia esta ruta.
Desde aquí volvemos por la pista que nos ha traído a este lugar y a unos 400 metros del refugio nos saldremos de la pista a la derecha para tomar un sendero no muy marcado en su inicio que se adentra en el pinar hacia el noroeste aumentando progresivamente su inclinación en el descenso a la vez que gana en porte y en vistas. El sendero atraviesa la Pista de la Sierra del Manar cruzándola sin alterar el sendero su dirección NO y siguiéndolo sin equívocos posibles puesto que está bien señalizado (seguimos estando en el PR-A 73). El sendero vira paulatinamente en su descenso hacia el oeste hasta llegar a una rambla que seguimos en su descenso ahora ya de forma mucho más cómoda hacia el norte durante unos 400 metros donde nos saldremos de la rambla hacia la izquierda e iniciaremos un corto ascenso por una bonita vereda hacia un pequeño collado en el paraje de Poca Leña. Desde aquí descendemos de nuevo siguiendo la vereda que nos saca del bosque y de los límites del parque nacional llegando a un cruce de pistas. Aquí tomamos la que encara en línea recta hacia la Ermita de la Virgen de las Nieves que se divisa al fondo hacia el Noroeste y hacia donde se dirige directamente la pista que seguimos atravesando un campo de almendros con la clara referencia de la ermita al frente y a la que llegamos para poner punto final a esta bonita ruta.