Ermita de San Martín de Capella, por paso de El Grado - Tozal del Soldado - paso de La Canal

El punto de inicio es el gran estacionamiento existente junto a la carretera A-1605, precisamente junto al puente románico de Capella.

En este lugar existe una fuente y un merendero, todo ello muy arreglado y convenientemente señalizado. Es también el punto donde se localizan los paneles informativos de las rutas que pasan por aquí, como el Sendero Historico GR-1.

Bien, partimos pues y lo primero será cruzar por el monumental puente románico el río Isábena, cuyo caudal es a veces considerable.

Pasado el puente giramos a la derecha por un camino rural, en él hay varias señales indicativas que evitan confusiones. En el siguiente e inmediato cruce tiramos de frente hacia la ermita de San Martín PR-HU 124.

Cuando llevamos andados aproximadamente 1,5 km, encontraremos una bifurcación de caminos y una señal con distintas alternativas, tenemos que seguir dirección Castarlenas - Torres del Obispo por el PR. Dejamos de lado el camino a la ermita porque la haremos de regreso.

Es en este punto que el camino desemboca en un campo de cultivo de almendros, solo hay que seguir por el borde y enseguida hallaremos la bonita senda que asciende con mucha pendiente bajo un hermoso robledal. Poco a poco el bosque se abre y aparecen algunas encinas, enebros, boj... el abrupto sendero hace lazadas hasta un punto donde el terreno cambia a roca de conglomerado, hemos llegado al inicio del Paso del Gado, nos aproximamos al espectacular mirador en forma de aguja (ojo al precipicio existente a ambos lados) y nos hacemos la fotografía de rigor.

Ahora tenemos que hacer el propio Paso del Grado, se trata de una bonita fajeta horizontal, con vistas espectacularísimas a la aguja, también es un buen lugar para colocarse el fotógrafo mientras la persona fotografiada se coloca en la aguja.

Salimos de la fajeta y encontramos el camino de la sierra. A la izquierda iríamos a Castarlenas, nosotros tiramos por la derecha. La pista forestas sube un poco y llanea mas o menos por el alto de la sierra, vertiente sur.

En un momento dado, en el WP08 existe un mojón de piedras que indica el punto por donde nos colaremos hacia el Tozal del Soldado, antiguamente había que atravesar el bosque a lo jabalí, pero ahora existe una preciosa senda que ha sido hecha con cuidado y respeto por las plantas, algunos dibujos representativos que informan y señalizan de forma mas bien divertida.

Pasamos le Tozal del Soldado y la senda baja con ganas hasta el entronque con un camino. No tenemos que pisar el camino porque la senda sigue por la derecha y vira de manera que se mete en la ladera norte, la roca de conglomerado escurre agua así que en invierno hay que estar muy atentos a la formación de hielo.

Conforme bajamos la senda es más y más bonita, zigzaguea por la roca hasta un punto llamado "Paso de la Canal. Se trata de una brecha en la roca pro la cual debemos pasar, es un paso muy bonito pero cuando sales de él hay que andar con muchísimo cuidado porque desciende fuerte y la roca resbala.

Una vez salvado este paso, la senda va girando a la izquierda hasta un falso collado. Nos encontramos en el punto de acceso a la ermita de San Martín, ya se distingue bajo la enorme pared de conglomerado.

Nos aproximaremos por un estrecho senderito, se pasa junto a un manantial de agua y enfrente tenemos la pared de la ermita y su puerta de entrada.

Visitamos la espectacular ermita, semi derruida. En los últimos años se ha realizado una fabulosa limpieza del entorno (estaba cubierto de vegetación) que permite ver el gran eremitorio así como las construcciones ganaderas de su parte trasera y también por medio de una cornisa vallada, el punto del que surge el manantial. Es una verdadera exquisitez para cualquier senderista.

Más de media hora lleva ver todo el conjunto, regresamos al falso colladito desde el que se toma una senda de regreso a Capella. No obstante, en ella existen dos desvíos: el primero a escasos metros, hacia las ruinas de la ermita de Santa Eulalia, de la que queda todo el basamento. El segundo, hacia un conjunto de tres lagares rupestres, muy bien señalizados y limpios, donde se hacía vino.

Ya solo queda regresar... pero oh sorpresa, un vecino de capella ha construido un sinfín de figuras de piedra, haciendo del camino de vuelta una auténtica delicia. Si tienes los pies cansados de andar, no te preocupes, ya queda poco y con estas figuras se te pasará en "un vuelo".